La quema de 66 buses del municipio de La Paz, más conocidos como “PumaKataris”, podría quedar en la impunidad. En las últimas horas, la fiscalía departamental de La Paz ha determinado rechazar la demanda presentada por el alcalde Luis Revilla y cerrar la investigación por este caso, acontecido la noche del 10 de noviembre de 2019.
Esa misma noche Evo Morales huía del país mientras turbas de gente afín al MAS en La Paz y El Alto , aterrorizaban a la población con asaltos, saqueos e incendios de viviendas, resultando gravemente afectadas la casa de la periodista Casimira Lema, de la alcaldesa de El Alto Soledad Chapeton , del exrector de la UMSA y dirigente de CONADE Waldo Albarracín, y los 66 flamantes PumaKataris que ardieron hasta quedar convertido en chatarra.
El inmediato señalado como autor intelectual de los vandálicos hechos fue el dirigente de la Fejuve Jesús Vera. Sin embargo, con el retorno del MAS al gobierno, Vera recuperó su libertad y calificó como un autoatentado del alcalde Luis Revilla el incendio de los buses valuados en cerca de 12 millones de dólares.
El alcalde Luis Revilla reaccionó indignado y anticipó una batalla judicial para que semejante hecho no quede en la impunidad y a la postre en el olvido.
“No es posible que ahora pretendan cerrar la investigación simplemente por la negligencia de la Fiscalía, el día lunes estamos convocando a una reunión de la Asamblea de la Paceñidad y si es necesario vamos a reabrir otro juicio y otro proceso", dijo.
Anteriormente, el 22 de octubre, Tamara Núñez del Prado, militante del MAS, a través de un video, lanzó la versión del “ autoatentado” y acusó a Waldo Albarracín de haber incendiado su propia casa.
La sumisión de la Fiscalía al actual gobierno niega la posibilidad de hacer justicia a las víctimas del terrorismo alentado por Evo Morales quien desde México dio las instrucciones para cercar y someter por hambre a los habitantes de la sede de gobierno, según las grabaciones del celular incautado al hijo de Faustino Yujra, con quien Morales se comunicaba para cerca las ciudades.
La Fiscalía también ha beneficiado a Morales levantando la orden de aprensión que pesaba en su contra, medida que ha garantizado su retorno al país.
También ha liberado y permitido que salga del país, al argentino miembro de las FARC de Colombia, Facundo Morales Schoenfeld, quien participó en Montero, el 30 de octubre del año pasado, del ataque armado a un bloqueo de la resistencia al fraude electoral, donde murieron a bala, por disparos certeros en la cabeza y el abdomen, dos cívicos Mario Salvatierra y Marcelo Terrazas.
La liberación de Morales Schoenfeld fue una gestión personal de Evo Morales que el 23
de noviembre pasado declaró a la prensa que había llamado al ministro de Justicia Iván Lima para la pronta liberación del argentino. Al día siguiente, hizo lo propio el canciller de Argentina, Felipe Solá.
Los jueces y fiscales que hoy vuelven a cuadrarse frente al MAS son parte del intento de reescribir la historia en beneficio de los eventuales vencedores. No hubo fraude, ni huida, ni sucesión constitucional, ni actos de terrorismo, ni 12 muertos y decenas de heridos de la resistencia.
Hubo golpe de Estado, masacres en Senkata y Sacaba, porque solo los muertos del MAS cuentan y merecen un homenaje en la Asamblea Legislativa, y todo lo demás fueron autoatentados.
La situación incluso repercutió en la sátira de los memes de redes sociales: