El éxito de esta misión significa la continuidad de un contrato de 2,600 millones de dólares para Elon Musk. Además, puede despegar un negocio de un billón de dólares para la industria aeroespacial.
De ocurrir conforme a lo planeado, este sábado a las 15:22, hora local, los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken conducirán el primer vuelo tripulado de Space-X desde suelo estadounidense (Cabo Cañaveral, Florida) hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) en casi diez años.
Si tomamos en cuenta la inversión anual de la exploración espacial (62 mil millones de dólares) y el fallecimiento de 30 personas durante los viajes al espacio o el entrenamiento, entendemos que el alto costo y el riesgo que implica la aventura espacial son obstáculos que no todos están dispuestos a enfrentar.
Con las fallas experimentadas por el Apolo 13, que pusieron al borde de la muerte a sus astronautas y asustó a muchos políticos (como el expresidente estadunidense Richard Nixon), la era de oro de la exploración del espacio llegó a su fin. En la opinión de Casey Dreier, director de Política Espacial de la Planetary Society, “la exploración del espacio está sujeta a la opinión pública y al apoyo político”.
No obstante, a poco más de 50 años del primer alunizaje, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) decidió retomar aquel primer envío y emprender nuevos proyectos en sociedad con empresas privadas como SpaceX. En este marco, la agencia gubernamental se ha fijado llegar a Marte en un corto plazo. Al respecto, durante su periodo como Director de la NASA, Charles Bolden expresó que la inversión pública en los proyectos con la empresa fundada por Elon Musk tiene entre sus objetivos “mejorar la calidad de vida actual y prepararse para enviar astronautas de Estados Unidos a Marte en 2030”.
Además del impacto mediático mundial que el “relanzamiento” de la era espacial en Estados Unidos ha causado, la amalgama de intereses públicos y privados que lo rodea abre un amplio abanico de oportunidades para distintos sectores.
Con base en cifras de Morgan Stanley, Visual Capitalist, plataforma de datos enfocada a mercados, tecnología y economía global, proyecta que el presupuesto dedicado al sector para 2025 será de 459 mil millones de dólares y que mantendrá una tendencia alcista hasta 2040, cuando se ubicará en 1.05 billones de dólares.