Por: Walter Limpias
Es desgarrador y crítico lo que vive Guayaramerin, novia del gran Mamoré, Beni. Hospitales colapsados, barrios encapsulados, bancos cerrados, cajeros automáticos sin efectivo, la gente necesita comprar remedios para tratar de salvar la vida del familiar que cayó con el Coronavirus y lo tienen en el hospital debatiendose entre la vida y la muerte.
¿Que hizo este pueblo para merecer tanto castigo? las autoridades se dedicaron a otras prioridades y no hacer su trabajo en prevención de la Salud. Basta por favor! en Guayaramerin la gente se nos muere, si no es de COVID, se nos muere por falta de auxilio.
Barrios encapsulados donde la imagen que se queda impresa en la retina, es de efectivos militares controlando que la gente no salga de sus casas para que el rastrillaje por parte de la red de salud en busca de pacientes contagiados sea más efectivo. Pareciera una película de terror, una pesadilla de la cual los vivientes de esta tierra quieren salir pronto.
Por otra parte el seguimiento al Dr. Charles Gil que desde que llegó a Guayaramerin en fecha 8 de Junio, no ha parado de atender y recuperar pacientes con la terapia de oxigenación celular con CDS, día, noche y hasta de madrugada. El tiempo no importa aquí, lo que vale es salvar la vidas humanas, el Dr. Gil está sólo contra el mundo y la enfermedad, nadie se ha pronunciado al respecto de ayudar a este médico que hace hasta lo sobrehumano para alcanzar la mayor cantidad de pacientes posible.
A raíz de las últimas noticias en medios de comunicación de que la gente se está recuperando con esa terapia, la esperanza depositada en él se ha acrecentado abismalmente y este héroe de mandil blanco está por colapsar a causa de sobrecarga de estrés.
Esta es una realidad ¿Dónde están los políticos y candidatos que antes de la pandemia solían hacer grandes caravanas y proclamaciones tratando de seducir a un pueblo que pide a gritos un giro de timón?
Al parecer estos amigos con sed de poder deben estar aterrorizados haciendo caso estricto al eslogan #QuédateEnCasa por miedo al contagio, a estas alturas ya no hay bolsillo de político que aguante, las bolsas solidarias alcanzaron su topé máximo y se apagaron las luces del figureteo político
¿Por qué estas futuras autoridades no están gestionando ayuda para su pueblo?
El pueblo está cansado y desgastado, sin ánimos porque en una familia ya perdieron hasta dos o tres integrantes seguido, parecieran esperar en cualquier momento encontrar la sentencia de muerte por COVID-19.
El pánico está llegando a matar a las personas, con una sobrecarga de información, entre remedios naturales y recetas mágicas que prometen curar el Coronavirus cuando la persona se contagia comienza a ingestar medicamentos sin control médico, haciendo que su organismo llegue a tener una intoxicación medicamentosa y en muchos casos ocasionar la muerte.
¿Que destino espera a la frontera norte del Beni?
Cuando termine la pandemia y se despierte de esta horrible pesadilla, Guayaramerin llevará consigo en su historia el dolor y sufrimientos de días negros en una guerra contra el enemigo invisible que ha tenido muchas bajas. En honor a esas vida que está recogiendo este virus, el noble pueblo Guayaramirense tendrá más sabiduría y fortaleza para enfrentar su futuro de acuerdo a esta lección aprendida.