Por: Amalia Pando |
El manifiesto de pasajeros del Servicio de Navegación Aérea de Venezuela, SNA, establece que el 27 de abril del año pasado, Luis Arce Mosqueira llegó a Caracas en un avión privado, vuelo 3503, para negociar al más alto nivel la posibilidad de entregar a la estatal Petroquímica de Venezuela la administración y comercialización de la Planta de Urea de Bulo Bulo.
Arce Mosqueira, hijo del presidente Luis Arce Catacora, estuvo acompañado por Nicolás Vincenti, hijo de Fernando Vincenti, director en las seis subsidiarias de YPFB.
En el vuelo aquel también figuran un ciudadano iraní y dos venezolanos.
UN AUDIO REVELADOR
El jefe político de los 36 venezolanos que trabajan en la Planta de Urea se reunió con ellos para sofocar reclamos, tal como registra una grabación de audio de esa reunión.
Quien habla dice que “El hijo del presidente estuvo en Caracas y se reunió con el Presidente (Nicolás Maduro) para discutir la transferencia de la planta de urea a la Petroquímica de Venezuela”. Agrega que la dificultad de esta planta es su ubicación y también menciona que algunos de los que anteriormente desertaron de este trabajo se dedicaron al narcotráfico.
JEFE INDIO GANA MEDIO MILLÓN POR MES
Todo indica que para guardar las apariencias y evitar un repudio general, el gobierno de Arce no avanzó en la entrega formal de la planta de urea a la estatal Petroquímica de Venezuela, que dicho sea de paso está en una situación financiera calamitosa peor que Bulo Bulo.
Sin embargo, 36 venezolanos de dudosa calificación técnica fueron contratados junto con el ciudadano indio Sabir Shairh que es el jefe de planta.
Perciben sueldos astronómicos. El mes pasado, Cabildeo Digital público la planilla. Duplica las estimaciones difundidas por otros medios de comunicación.
El Jefe de Planta, percibe 514.224 bolivianos al mes, equivalente a 73.882 dólares. Al año acumula más de 800 mil dólares.
Duplica al sueldo del presidente de los Estado Unidos, Joe Biden que sería de 400 mil dólares y el sueldo del presidente de Bolivia de 42 mil dólares al año apenas representa un 5 % de lo que se lleva el jefe indio.
Por debajo del Jefe de Planta están dos coordinadores que ganan a 252 mil bolivianos, equivalente a 36 mil dólares por mes.
La planilla continua con los demás cargos ejecutivos, todos venezolanos que se llevan sueldos irracionales.
EL MINISTRO MIENTE
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, en un informe escrito solicitado por el diputado Iván Canaviri, de Comunidad Ciudadana, niega la contratación de extranjeros en la planta de Urea. Miente por escrito y con descaro.
El 30 de agosto del año pasado el mismo ministro justificó en una entrevista de El Deber la contratación de extranjeros. “Son altos profesionales “, dijo. Sin embargo, ninguno convalidó sus títulos en nuestro país. Es más, ingenieros bolivianos que trabajaron en Bulo Bulo aseguran que la mayoría de los venezolanos no pasaron del bachillerato.
LOS ANTERIORES JEFES
Dos grupos de jefes y gerentes manejaron anteriormente esta planta con sueldos inferiores y resultados similares, es decir paros constantes por fallas técnicas, baja utilización de su capacidad instalada y otros factores que dejan como saldo millonarias pérdidas que el gobierno intenta minimizar, incluso negaron la veracidad de los datos del INE que el año pasado registró una exportación insignificante de urea de solo 8 millones de dólares.
El primer grupo que manejó esta planta fue el coreano de la Samsung que montó las instalaciones. Su jefe ganó 10 mil dólares al mes.
Para el periodo 2018- 2019, en el gobierno de Evo Morales, YPFB hizo una nueva contratación por la que el Jefe de Planta ganó algo menos que el anterior, 57 mil bolivianos o 7,900 dólares al mes.
De esos montos han trepado en la gestión Arce a 73 mil dólares por mes y el resultado en materia de producción es la misma, así lo nieguen. Por ejemplo, la planta estuvo paralizada durante una semana entre diciembre y enero, según los reportes oficiales firmados por Sabir Shairh.
¿POR QUÉ SE QUEJAN?
Porque están en condición de esclavos. Esto se desprende de la grabación a la que hicimos mención anteriormente. Esclavos como los médicos cubanos. Apenas pueden salir de Bulo Bulo y el grueso de los sueldazos que perciben se los queda la embajada de su país. Por eso mucho quieren irse, pero no pueden. El jefe político los amenazó con declararlos traidores a la Patria, quitarles el pasaporte y no tendrían pisada ni, aquí ni allá. Se convertirían en parias si se van.
Es también posible que el astronómico sueldo del indio Shairh sea compartido con la rosca que maneja YPFB.
LA NUEVA ROSCA
Luis Arce Mosqueira, encabeza la nueva rosca en YPFB. Y su hermano menor, Rafael Ernesto, lleva la batuta en el sector eléctrico, ENDE.
El padre es el presidente del Estado Plurinacional. El amigo del hijo, Armin Durgathen, es el presidente de YPFB y el amigo del padre, Luis Fernando Vincenti gana 9 mil dólares al mes por asistir a las reuniones de los directorios de las 6 subsidiarias de YPFB. Es el único que está en todos los directorios. Tiene un hijo, Nicolás, el que viajó a Venezuela, que ha sido contratado como asesor de Durgathen con un sueldo de 18.500 bolivianos. Sin experiencia en este rubro estos treintañeros están a cargo de la empresa más importante del país, lo que también explica por qué la producción de gas y los ingresos caen día tras día.
Es una nueva rosca, distinta a la de Evo Morales, que tiene en la mira grandes negocios o negociados como la instalación de dos plantas de biodiesel que están destinadas al desastre financiero y ambiental, pero que dejarán un sustancial ingreso para quienes negocien los contratos.
¿ESTÁ O NO ESTÁ?
“Ya no está “, dijo el ministro Molina cuando se le preguntó sobre si el hijo del presidente Arce trabajaba en YPFB. Molina es un funcionario al servicio de la nueva rosca y otra vez miente.
Arce Mosqueira comenzó a trabajar en los almacenes de YPFB con un sueldo de 3. 000 bolivianos. En 2015, el presidente de la empresa Carlos Villegas le inició un proceso que fue archivado por el robo de 46 llantas. En 2020, la UIF estableció que a sus 20 años, al igual que su hermano, había obtenido un crédito y aportado la contraparte para el mismo, en total entre ambos habían movido 300 mil bolivianos, que entonces la UIF estimó que se trató de dinero de origen dudoso de su padre, el ministro de Hacienda.
En 2020 con la posesión de su padre como presidente de Bolivia, Arce Mosqueira reaparece en Yacimientos en la Gerencia de Proyectos para impulsar las plantas de biodiesel. Inclusive viajó a Francia y los EE. UU para promocionar este proyecto. También a Venezuela para negociaciones al más alto nivel, como ya lo mencionamos y firmó adjudicaciones, de tal modo que sí estuvo.
Para disimular su influencia a fines del año pasado decidió dejar la Gerencia de Proyectos y pasó a un cargo similar en la subsidiaria Chaco. Y tras las denuncias de nepotismo que pueden afectar a su padre, también salió de ese cargo, aunque en la Contraloría sigue figurando como funcionario de Yacimientos.
El CLAN BORDA
Rolando flaco Borda es de la vieja rosca, leal a Evo Morales para quien ha gestionado en YPFB el pago de una “compensación” a los cocaleros del Trópico de 1.6 millones de dólares. El diputado Rolando Cuellar, también del MAS, es de la nueva rosca, la de Arce y quiere espacios de poder, ¡ahora!
Borda gana 30 mil bolivianos al mes sin trabajar. Otros dirigentes llegan a 40 mil.
Borda está en comisión hace 20 años. De Yacimientos saltó a la COD desde donde engorda su fortuna vendiendo ítems en todas las empresas estatales de Santa Cruz. No es raro que tenga a su mujer, amante, dos hermanos e hijos colocados en YPFB. Uno de ellos gana 8.000 bolivianos con el ítem de chofer, pero está en comisión y es asesor de la COD. Borda hizo despedir a un centenar trabajadores, dirigentes incluidos, para disponer de esos cargos. Maneja entre otras la CNS. Amplió su directorio de 36 integrantes a 140 y los hizo declarar a todos en comisión. Ahora tiene en la mira a las cooperativas CRE, SAGUAPAC y COTAS.
Borda es la dictadura sindical. Sin embargo, está de salida, atado al destino de su Jefazo a quien en 2019 le pidió su renuncia, hecho que Cuellar no se cansa de echárselo en cara.
Ambos sectores se han agarrado a puños y pronto se enfrentarán en los estrados judiciales donde Cuellar ha demandado a Borda por varios delitos que van desde el enriquecimiento ilícito hasta el tráfico de lotes de un terreno de Yacimientos.
El sindicalismo es el último bastión de Evo Morales en tanto que Arce ha tomado el control del aparato estatal y no piensa compartirlo con la vieja rosca.