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Por: José Luis Saavedra |
El título del presente artículo corresponde al del libro que ahora mismo estamos editando acerca de la más importante e histórica movilización indígena por el territorio, la identidad y la cultura, desarrollada en el contexto del segundo semestre del año pasado (2021).
Si bien la XI Marcha no ha tenido los resultados esperados, tanto que ni siquiera pudo ser atendida por los burócratas del régimen MASista, no deja de tener una evidente significación histórica por constituirse en la más auténtica manifestación política y cultural de la lucha de los pueblos indígenas.
El propósito básico del libro es sistematizar la palabra digna y valiente del más importante líder de la Marcha indígena, el tata Marcial Fabricano, y que ha sido enunciada -con una admirable lucidez- durante la heroica movilización contra los avasallamientos y por los territorios de los pueblos del oriente, el chaco y la amazonia boliviana.
¿Por qué enaltecemos la palabra del tata Marcial Fabricano?, fundamentalmente por ser el más importante y consecuente líder indígena contemporáneo y lo es desde hace -al menos- 31 años, es decir desde la histórica Marcha por el territorio y la dignidad de 1990. Y también por ser el portavoz más significativo del Parlamento de las Naciones y Pueblos Indígenas.
El contenido fundamental de la sistematización comprende, precisamente, la grave problemática de los avasallamientos de las áreas protegidas y territorios ancestrales, que cotidianamente sufren los pueblos y comunidades indígenas por parte de los colonizadores (mal llamados interculturales), los agronegociantes y los cooperativistas mineros.
El libro vislumbra -igualmente- el importante y trascendental proceso de lucha y movilización indígena, desde su inicio en Trinidad, el 25 de agosto de 2021, hasta su multitudinaria llegada a la ciudad de Santa Cruz el 30 de septiembre. Y, resaltamos, con un particular interés teórico y político, la histórica conformación del Parlamento de las Naciones y Pueblos Indígenas.
En relación con las fuentes de información -primaria- a las que recurrimos para la sistematización de la movilización indígena, lo que centralmente hemos hecho es recopilar, con pretensiones de exhaustividad, las diversas intervenciones del tata Marcial en una serie compleja e interesante de entrevistas, reuniones y encuentros con las comunidades (en lucha contra los avasallamientos) y asimismo con los/as líderes y comunarios/as de base de la heroica movilización indígena.
También coleccionamos la rica documentación primaria (principalmente denuncias, demandas y protestas) generada por las comunidades indígenas afectadas por los avasallamientos, ataques, agresiones, asedios, hostilidades y violencias. Igualmente, compilamos los importantes documentos y notas de prensa producidos por la propia dinámica de la movilización indígena (Pronunciamientos, Resoluciones, etc.).
Y es en este contexto que emerge la pregunta estratégica, por qué y para qué el libro, las razones son múltiples; por hoy, me limito a señalar un par de razones. Una, entender que la problemática de los avasallamientos y el tráfico de tierras tiene y contiene una serie muy grave de efectos socioambientales y conflictos eco territoriales, generados en y por la ampliación de la frontera agrícola, el tráfico de tierras y los incendios forestales, además de la deforestación, la desregulación de los ciclos hídricos, el desequilibrio socio ecológico, el calentamiento global y el agravamiento de la crisis climática en general.
Otra, la propia importancia de la movilización indígena que, después de 15 años de manipulación, subordinación y subalternidad corruptas y clientelares, prohijadas por el decadente régimen MASista, denuncia la continuidad -racista y colonial- del extractivismo depredador (inaugurado por el virrey Toledo allá por 1570) y rompe por tanto las habituales relaciones de sometimiento y dependencia impuestas -autoritariamente- por el actual régimen de gobierno, que hoy -como siempre- oprime y reprime violentamente el desarrollo de las propias capacidades de interpelación e insubordinación indígenas.
En este sentido, la XI Marcha Indígena reinaugura una nueva era de insurgencia política y cultural de los pueblos indígenas. Más aún, si asumimos y entendemos la trascendencia histórica de la movilización indígena, que -de una manera inédita- plantea, con características realmente extraordinarias (por sus múltiples irradiaciones históricas), la constitución del Parlamento de las Naciones y Pueblos Indígenas, que no sólo es un espacio de diálogo y deliberación (al modo asambleario) sino también y fundamentalmente de interpelación ética y política de las políticas de modernización capitalista, de los avasallamientos, de los incendios forestales y del conjunto del modelo racista y colonial de desarrollo extractivista y depredador.
El Parlamento Indígena se plantea, por tanto, como una instancia crítica e interpoladora del modelo moderno colonial u occidental de desarrollo capitalista y depredador de la Madre Tierra, vigente e imperante hoy, desde hace 500 años, y ultra radicalizado por el régimen MASista en connivencia promiscua con las empresas transnacionales e imperialistas, y que deteriora eco/etnocida-mente las propias condiciones de vida comunitaria y pone en grave riesgo la existencia y la vida misma de los pueblos y comunidades indígenas.
Em consecuencia, el Parlamento de las 34 Naciones y Pueblos Indígenas, cuya estructura institucional aún está en proceso de construcción y reconstrucción, se proyecta como el ámbito propio del ejercicio de los derechos constitucionales de autogobierno y autodeterminación política y territorial de los pueblos indígenas en el contexto del Estado plurinacional y, en consecuencia, implica la concreción de los históricos anhelos de vivir en paz y con dignidad en los propios territorios ancestrales y de reconstruir nuevas culturas de paz, de convivencia democrática y auténticamente intercultural en el país.
Es pues este conjunto de desafíos y -al mismo tiempo- de perspectivas u horizontes éticos, políticos e incluso epistémicos que hacen que sea urgente, justa y (absolutamente) necesaria la sistematización de la palabra lúcida, digna y valiente del tata Marcial Fabricano, así como la ineluctable (por su innegable consecuencia histórica y política) rearticulación de la heroica experiencia de lucha, resistencia y movilización de los pueblos y comunidades indígenas contra los avasallamientos colonizadores y por la tenaz defensa del agua, el territorio y la vida.
| José Luis Saavedra es miembro de Somos Sur y profesor de teoría y política poscolonial.
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