Vía: El comercio |
La candidata del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre) Xiomara Castro de Zelaya, obtuvo en el primer corte el 53% de los votos sobre el 33% de los obtenidos por el candidato del oficialista Partido Nacional, Nasry Asfura, al 50% del conteo oficial.
La jornada electoral presidencial del domingo en Honduras cerró mostrando ventaja a la candidata opositora Xiomara Castro de Zelaya, quien se declaró ganadora poco después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) difundiera los primeros resultados preliminares. “Ganamos. Doce años de este pueblo en resistencia y hoy se ha manifestado... Hoy celebramos una verdadera fiesta cívica”, dijo la candidata del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre). “Nunca más, hondureños, se va a abusar del poder en este país porque a partir de este momento el pueblo será el vigente eterno”, afirmó dando por sentada la victoria a pesar de que el CNE reiteró que los resultados eran preliminares y ningún candidato debía declararse vencedor.
Durante la jornada varios centros de votación estuvieron abarrotados, algo inusual en las dos últimas elecciones —2013 y 2017— en las que el abstencionismo fue de 2,2 millones y 2,5 millones de votantes, respectivamente. En esta jornada, más de 3,2 millones de hondureños fueron a votar, dijo el CNE.
Tras la difusión de los primeros resultados preliminares, algunos salieron a las calles a celebrar la ventaja de Castro y ondeaban banderas de su partido. “¡Se va! ¡Se va!”, gritaban decenas de hondureños, algunos brincando sobre las avenidas y otros desde sus vehículos, en referencia al gobierno actual.
Los hondureños no quieren que se repita la historia de los comicios de 2017, cuando Hernández sumó un periodo más en el gobierno en medio de protestas y acusaciones de fraude. Hasta ahora el Partido Nacional lleva 12 años en el poder y la candidata con más probabilidades de cambio es Xiomara Castro, del izquierdista Partido Libertad y Refundación. La ex primera dama aspira por tercera vez a la presidencia y es la única de 13 candidatos opositores con posibilidades de derrotar al sucesor escogido por Hernández, Nasry Asfura, el alcalde de Tegucigalpa.
“Esperamos que estas elecciones sean transparentes, no importa quién gane, pero que gane limpio”, dijo a The Associated Press José Alvarado, un abogado de 55 años de edad, luego de votar. “Ya estamos cansados de tanta sinvergüenzura, queremos que ganen los mejores. Me levanté temprano para votar con entusiasmo, porque si la gente no le pone interés a esto, estamos perdidos”, advirtió.
Julio César Nieto, un jubilado del sistema judicial de 62 años de edad, dijo que espera que los partidos políticos actúen con responsabilidad y reconozcan a un ganador para evitar la violencia que se produjo después de las elecciones de hace cuatro años. “Todo el mundo busca un cambio”, afirmó Nieto después de emitir su voto en una escuela primaria en el barrio capitalino de El Bosque.
Los expertos dicen que las elecciones dependerán de si aquellos insatisfechos con el Partido Nacional acuden a las urnas en números suficientes para derrotar a la poderosa maquinaria electoral del presidente. Numerosos hondureños han reportado haber recibido llamadas telefónicas del partido ofreciendo varios pagos y otras prestaciones del gobierno y recordándoles que votasen. Algunas llamadas ofrecieron organizar transporte a los sitios de votación.
En un mundo vapuleado por la pandemia de coronavirus, Honduras puede incluir esa apenas como una de las crisis que ha enfrentado. El año pasado, el país fue devastado por dos poderosos huracanes. El desempleo fue de 10,9% en 2020 y la economía se contrajo 9%. Las pandillas siguen aterrorizando las calles, forzando, junto con factores económicos, a muchos hondureños a emigrar.
La candidata Castro, quien sufragó temprano cerca de Catacamas, en el centro-este de Honduras, dijo que el país no aguanta cuatro años más con el mismo partido de Hernández en el poder. “Nosotros tenemos que parar estas caravanas de hondureños y hondureñas que salen masivamente de nuestro país por la inseguridad, por la falta de oportunidades, por la falta de trabajo, por la falta de salud, por la falta de educación”, señaló.