Por: Zulema Alanes |
Quinto día de paro. Al grito de ¡Abrogación, no negociación!, un ampliado nacional de sectores movilizados ratificó el paro y resolvió radicalizar las medidas de presión a partir de este lunes. Gremiales y transportistas condicionaron la apertura de un diálogo con el Gobierno a la derogación de la denominada Ley 1368 y descartaron la discusión de su reglamentación.
Paro contundente en Oruro, Potosí y Santa Cruz, multitudinarias marchas en Tarija, Chuquisaca, Cochabamba y Beni, cacerolazos y marchas barriales en La Paz, fueron el marco de las resoluciones que rechazaron la ley de legitimación de ganancias ilícitas y cerraron la posibilidad de iniciar el diálogo con el Gobierno.
Por resolución de un ampliado nacional multisectorial encabezado por los gremiales en Cochabamba, se resolvió condicionar el diálogo con el Gobierno a la abrogación de la Ley 1368 que se ha convertido en la “madre de todas las batallas”.
Tras el ampliado nacional, definieron exigir al Gobierno que anule la Ley 1386, continuar con el "paro indefinido movilizado" y pedir la libertad de los aprehendidos y detenidos durante las movilizaciones.
"Estamos resolviendo que el Gobierno anule la Ley y hemos resuelto continuar con el paro movilizado que es indefinido", informó el secretario ejecutivo de los Gremiales de Bolivia, Francisco Figueroa.
El dirigente gremial denunció que militantes del MAS iban a ser trasladados desde el Chapare hasta la ciudad de Cochabamba para "enfrentar" a los movilizados.
Los sectores movilizados y gremiales, reunidos en Cochabamba, anunciaron que la siguiente semana se intensificarán las protestas y se cerrarán los mercados. Pidieron a la población abastecerse este fin de semana.
El Gobierno había convocado el jueves a un diálogo programado para este sábado a las 09.00 en la ciudad de Cochabamba.
UN PAÍS MOVILIZADO CONTRA EL PAQUETAZO
Ni el cerco militar a Santa Cruz ni la amenaza de una marcha desde Caracollo a La Paz anunciada por Evo Morales, ni los grupos de choque del Gobierno, lograron disuadir a los sectores movilizados. “No tenemos miedo” se escuchó por las calles durante las manifestaciones en contra del paquetazo de decretos del Gobierno.
En Tarija, una multitudinaria marcha y un “banderazo”, cerró la primera semana de paro cívico y otorgó un plazo de 48 horas al Gobierno para la abrogación de las leyes 1386 y 342, caso contrario advirtió que retomarán los bloqueos. Fue una jornada de reivindicación de la dignidad de los tarijeños amenazada por la violencia de los grupos de choque del MAS.
En Sucre, una marcha liderada por el Comité Interinstitucional reiteró su rechazo a la Ley 1386 y otras normas impulsadas por el Gobierno y durante un mitin en la plaza 25 de Mayo, el ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), Williams Vargas, anunció que esa institución definirá las estrategias “hasta lograr que estas leyes se abroguen, se anulen” y llamó a radicalizar las medidas.
En Potosí un grupo de mujeres denunció las tácticas de “inteligencia” del Gobierno y presentó a un hombre que admitió haberse “infiltrado” a las filas de la movilización en contra de la Ley 1368 a cambio de un pago de Bs. 200.- por día “para sacar información, y provocar destrozos”.
En La Paz, otra noche de cacerolazos y una marcha encabezada por el CONADE reiteraron la demanda de abrogación de la Ley 1368. Originalmente se había convocado a un mitin en la plaza Villarroel, pero como ocurrió durante la semana, grupos de choque del MAS amenazaron con desatar la violencia.
En el quinto día de paro, en la ciudad de El Alto varios sectores se manifestaron en contra del paquetazo de leyes del Gobierno. Dirigentes vecinales se pronunciaron para denunciar las medias gubernamentales y la Federación Única de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas (Futecra) se declaró en estado de emergencia y anunció que a partir del lunes saldrá a las calles para pedir la abrogación de la Ley 1368.
Los transportistas de Oruro, dieron un plazo de 24 horas al Gobierno para la abrogación de la cuestionada ley 1386, y anunciaron que caso contrario asumirán el paro con bloqueo de calles y carreteras desde el próximo lunes.
UNA CIUDAD MILITARIZADA Y EN LUCHA
El Comité Cívico Pro Santa Cruz confirmó el sexto día de paro multisectorial y pidió a la población aprovisionarse de productos para resistir la protesta que continuará hasta que el Gobierno abrogue la Ley 1368.
Fue una semana desafiante, el gobierno militarizó la ciudad pero fracasó en su intento de controlar la protesta ciudadana que se mantuvo firme a convocatoria de los cívicos y en resistencia a las constantes provocaciones de grupos de choque del Mas así como la violenta represión policial.
Al filo del quinto día de paro, el ministro de Defensa Edmundo Novillo informó que después de una evaluación de la coyuntura política, el Alto Mando Militar decidió "suspender para una fecha más conveniente" el desfile militar que se debía realizar este sábado en Santa Cruz en homenaje al Ejército.
El Gobierno movilizó sin una explicación oficial importantes contingentes militares a la capital cruceña a poco del inicio del paro indefinido. Todo hace ver que pretendía un operativo militar sorpresivo pues sólo cuando las imágenes de las tropas se hicieron virales las autoridades salieron al país para asegurar que se organizaba el acto de conmemoración al aniversario de los 211 años del Ejército.
La protesta en Santa Cruz ha sido contundente y este sábado cumple la sexta jornada de paro. El presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, pidió a la población mantenerse con fortaleza como si fuera el primer día. También recordó que este fin de semana no habrá reabastecimiento y que en horas de la noche no brindará un informe de evaluación del paro, como en estos cinco días, porque recorrerá poblaciones del Norte Integrado. “Vamos a estar en Montero y Portachuelo, porque allá van a demostrarle al Gobierno la fuerza del agro cruceño”, indicó.
El actual momento ha sido caracterizado como político como una crisis múltiple de Estado a la que el gobierno neopopulista, también ha conducido al país también a la crisis económica porque han desaparecido las reservas de gas, no hay horizonte de la bonanza del modelo colonial extractivista es visible y evidente”.