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Por: Amalia Pando |
Hubo una respuesta nacional extraordinaria contra el paquetazo de Arce y Evo que pretende legalizar un Estado policiaco.
Extraordinario porque ciudadanos en todo el país se manifestaron con marchas y bloqueos haciendo uso de la memoria social que dejó el octubre de hace dos años. El Acuerdo de Unidad solo emitió una convocatoria al paro, pero sin tiempo para organizar una movilización de esta magnitud.
Fue la primera respuesta masiva y reitero, nacional contra un gobierno dictatorial antes de su primer aniversario. En cambio, nos tomó 14 años articular una respuesta contra Evo Morales, ¡14 años!
No tuvo la dimensión de aquellas multitudinarias del 2019 pero sacudió a la dictadura que usó el terror para dispersar manifestaciones.
Extraordinario por la valentía y la convicción de la gente, especialmente de las mujeres, que salió a bloquear con una pitita en la mano y tuvo que enfrentarse a los grupos de choque del MAS y a la Policía.
EL GOBIERNO BRAVUCÓN
El dictador Arce refiriéndose al paro dijo: “son grupos minoritarios y jamás volverá a suceder lo del 2019”
Si el paro de este 11 de octubre fue de una minoría ¿por qué tuvo que reprimir usando a una Policía desplegada por todo el país y sobre todo a empleados públicos y militantes organizados en violentos grupos de choque? Y el “wiphalazo” ¿es para demostrar fuerza ante una minoría?
Está claro que el desenlace del 2019 no volverá a ocurrir si Arce y Evo se abstienen de cometer otro fraude electoral y de huir del país dejando al gobierno en el abandono. Se supone que Arce se refiere a eso, a un cambio de gobierno por abandono de funciones.
Pero, si se refiere a que no permitirá manifestaciones, está muy equivocado porque ni la más feroz represión impedirá que el pueblo defienda sus derechos a la libertad, justicia y propiedad.
Arce que se vaya preparado porque si no retira pronto y definitivamente la ley de ganancias ilícitas tendrá que enfrentarse a pititas más gruesas, a sectores masivos como son los gremialistas, cooperativas y choferes.
EL PARO A LO LARGO Y ANCHO
A pesar de la llovizna, Santa Cruz amaneció completamente paralizada y amenazada por grupos violentos del MAS y con el ministro de Obras Publicas gritando como un loco en la calle para que la gente rompa el Paro. Fue contundente.
En Trinidad - Beni el paro tomó la ciudad y su plaza principal sirvió para una romería de arengas en pos de la LIBERTAD hasta que al finalizar la tarde la Policía desalojó a los manifestantes.
En Cobija- Pando sus ondulantes avenidas estuvieron desiertas durante el día y el paro remató con una masiva y contundente marcha al finalizar la tarde cuando la brisa fresca ayuda a recorrer las calles.
La ciudad de Tarija y sus accesos tuvo un inmenso despliegue del rojo y blanco de su bandera regional. Bloqueos en todas las esquinas.
Las marchas sorprendentes por su combatividad y gran concurrencia fueron las de Potosí, Huanuni y Oruro. Con bandas, con música y con una combatividad envidiable que es propia de la sangre minera de esos pueblos.
Sucre fue la notable excepción. Salvo la puerta cerrada de la gobernación, para alegría del gobierno de Arce, no hubo paro.
En cambio, en Cochabamba a pesar de los devaneos de Manfred, la Alcaldía amaneció cerrada y toda la ciudad clamó por la libertad de sus presos políticos y nada pudo impedir que su cumpliera el paro cívico.
Y, finalmente La Paz, a decir verdad, nadie esperaba un paro en la sede de gobierno. En la víspera se habían realizado modestos actos y mítines conmemorativos a los 39 años de la recuperación de la democracia que marcaron un buen principio para resistir al gobierno dictatorial y al Estado policiaco que se pretende instaurar.
Pero amaneció y las pititas se desplegaron por aquí y por allá y cada esquina o plaza con la bandera tricolor boliviana fue un fortín defendido a puro coraje de los ataques y amenazas de los grupos irregulares del MAS y en otros casos por la intervención policial que usó gases lacrimógenos sin medida ni clemencia. El centro de la ciudad estuvo despejado hasta que llegó la marcha de los gremialistas que bajó de El Alto, con la cocalera de ADEPCOCA Tomasa Medina a la cabeza. Fue un enorme aliento para la resistencia.
LOS IRREGULARES
Desde su autoexilio en la Argentina Evo Morales habló de tener milicias armadas. Sus anfitriones lo callaron porque no lucia democrático, sin embargo, ahora están en ello.
El MAS también tiene reflejos del 2019 cuando convirtió a sus leales movimientos sociales en grupos irregulares, al margen de la ley, para desbloquear a las “pititas “. Hoy han cristalizado esos grupos de choque con dinero, entrenamiento y disciplina. Grupos que operan en medio de una multitud como los Ponchos Rojos o los cocaleros del Chapare. Los vimos en Sacaba y Senkata, y después Arce se pregunta ¿y quién cargará con 38 muertos? Y la respuesta es: Evo Morales, el instigador y organizador de la violencia.
Arce y Evo consideran que cualquier movilización es una amenaza para el gobierno por lo que “de facto” han abrogado el derecho a la organización independiente y a la protesta.
Cualquier movilización será dispersada unas veces por la Policía, institución en la que no confía, y sobre todo por civiles que gozan de derecho a la violencia sin limites y de la mayor impunidad posible. Generan miedo para que el ciudadano común no se una a las movilizaciones y licencia para agredir e inclusive matar. El gobierno se lavará las manos y dirá que fue un enfrentamiento entre civiles, entre los que quieren un paro, nosotros, y los que quieren trabajar, ellos ahora quieren trabajar, ellos los maestros de los bloqueos más largos y crueles, inclusive a moribundos, a tanques de oxígeno y ambulancias.
LA JÓVEN Y EL PERRO
Este 11 de octubre los paramilitares de la dictadura actuaron con descaro en La Paz y Santa Cruz.
Una muchacha, en el bario de Miraflores, sacó a pasear su perro usando un barbijo tricolor. Una horda masista la persiguió a lo largo de dos cuadras, la insultaron y humillaron, lastimaron a su mascota y finalmente la golpearon. Pueden ver el vídeo al final de esta nota.
Una de las atacantes, que usó una chamara color rosa, aparece también al frente de otras agresiones similares, tal como ERBOL demostró con estas fotografías:
En La Paz la jornada concluyó con un ataque, amago de toma, a la casa de la democracia, es decir, al local de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos que dirige Amparo Carvajal quien ya fue blanco de dos ataques anteriores.
Entre los agresores y protegido por varios policías, aparece un personaje, posiblemente argentino, que también encabezó otros ataques en esta jornada. Es miembro del Comando Sur, la organización irregular vinculada al MAS de la que forma parte el actual ministro de Gobierno, Eduardo Castillo.
En la dictadura de García Meza, 1980, su similar argentino le envío especialistas en tortura. En la actualidad esta “cooperación” se ha reeditado con especialistas en ataques callejeros. En los primeros días del gobierno de Jeanine Añez, con el pretexto de vigilar el respeto a los derechos humanos, llegó una comisión de kirchneristas encabezada por un conocido piquetero, Juan Grabois, quien también quiso ingresar a Colombia para azuzar el vandalismo y clamar por la impunidad.
ENCAPUCHADOS EN EL PLAN TRES MIL
En Santa Cruz los masistas atacaron bajo la conducción del ministro Edgar Montaño. Hay dos hechos que destacan por su gravedad. En el Plan Tres Mil aparecieron encapuchados y acabaron con violencia con algunos de los bloqueos de esa popular ciudadela y en la localidad de San Carlos, se realizó un operativo conjunto para desbloquear la ruta principal. Los interculturales del gobierno dispararon decenas de petardos y la policía gases lacrimógenos hasta el cansancio. Cuando se les acabó esos pertrechos, el bloqueo continuo.
Odio, violencia e impunidad para los suyos es la fórmula que de hoy en adelante usará la dictadura para contener las protestas. En la otra vereda se encontrará con la unidad y la fuerza de la razón, la imbatible causa de la libertad, la justicia, la propiedad y la democracia. Veremos quién acumula más fuerza para un desenlace final.
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