El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de $US 500 millones para Bolivia que será destinado para financiar el Bono Contra el Hambre y la Renta Dignidad, según versión del gobierno. Se trata de un "círculo vicioso peligroso", aumentar la deuda externa para financiar el gasto público, advirtió Samuel Doria Medina.
LA JUSTIFICACIÓN DEL BID
El organismo informó que el financiamiento busca apoyar los esfuerzos del Gobierno para apoyar a las poblaciones más vulnerables a enfrentar los efectos económicos de la pandemia del coronavirus.
“La pandemia ha generadora en Bolivia una contracción económica significativa. En 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 7.8%. En términos laborales, la tasa de desocupación pasó del 4,3% durante el tercer trimestre del 2019 al 10,8% en el mismo periodo en 2020 ”, señala un comunicado del BID.
La crisis afecta particularmente el ingreso de los grupos más pobres y vulnerables, que depende de sus actividades laborales, en gran parte informales, para sustentar su consumo. El proyecto busca beneficiarios alrededor de 458.000 personas del programa Renta Dignidad ya aproximadamente 1.7 millones de personas que recibieron pagos del Bono Contra el Hambre.
El proyecto está alineado con las prioridades de la “Visión 2025”, una hoja de ruta del Grupo BID que busca apoyar a los países de la región para lograr una recuperación inclusiva y sostenible, agrega el organismo.
El préstamo de los $ US 500 millones tiene un período de desembolso de dos años, un período de gracia de diez años, y una tasa de interés basada en LIBOR.
NO ALCANZA
Este préstamo no alcanza para cubrir los dos bonos mencionados El Bono contra el Hambre demanda de 600 millones de dólares, según datos del propio Luis Arce publicados en diciembre de 2020 cuando este beneficio entró en vigencia. Y, la Renta Dignidad, demanda de al menos 500 millones de dólares, de acuerdo al Informe oficial de 2017. Es decir, Finanzas requiere de más de 1.000 millones de dólares para ambos.
DEUDA POR INEFICIENCIA
Los bonos aprobados en la gestión de Evo Morales debían financiarse con las ganancias de las empresas nacionalizadas, en particular por YPFB.
Sin embargo, YPFB está de picada. Mientras la producción y exportación de gas disminuyen, la importación de combustibles se ha multiplicado 10 veces desde 2001 cuando la gasolina y el diésel Importado le costaban al país 115 millones de dólares. En 2019 se pagó 1.629 millones de dólares. Y este año el presupuesto será aún mayor por el aumento del precio internacional del petróleo que ya sobrepasó los 80 dólares por barril.
A esto se suma la ineficiencia en la administración de la principal empresa estatal que en los primeros ocho meses de este año solo gastó el 15% de su presupuesto de inversiones.
BONOS CON DÓLARES DEL FMI
Este paliativo adicional al impacto social del Covid-19 fue aprobado por el parlamento dirigido por Eva Copa durante el gobierno transitorio de Jeanine Añez que ya había pagado con ese fin el Bono Universal y que para hacer frente a esa nueva exigencia había conseguido del FMI 327 millones de dólares, haciendo uso al Derecho Especial de Giro, DEG, es decir, a retirar los aportes de Bolivia a este organismo internacional.
El MAS que exigía el pago inmediato de ese bono, al mismo tiempo bloqueó su financiamiento, alegando la “defensa de la soberanía” y Arce en febrero de este año devolvió al FMI dichos recursos pagando por las molestias 24 millones de dólares adicionales. Seis meses después, en agosto pasado, recibió el mismo monto de las mismas manos, del FMI.
"CÍRCULO VICIOSO"
Después de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobara un crédito de $ US 500 millones en favor de Bolivia, el empresario y jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, advirtió que el país puede entrar en un peligroso círculo vicioso si el aumento de la deuda externa es usada para expandir el gasto público. Después, llegará el momento del pago de esa deuda y no habrá cómo asumir esa obligación salvo con un mayor y mayor endeudamiento.
"Siempre he sido partidario de ampliar la deuda externa para aumentar reservas de divisas, pero ojo, no debe usar para aumentar los gastos del gobierno o habrá un peligroso círculo vicioso (pues el gasto generará más deuda)", escribió en su cuenta de Twitter .
De acuerdo a los justificativos del gobierno de Luis Arce, se busca beneficiar a alrededor de 458.000 personas del programa Renta Dignidad y aproximadamente a 1,7 millones de personas que recibieron pagos del Bono Contra el Hambre.
Esto significa que cada año el gobierno de Arce deberá endeudar al país en otros 900 a 1000 millones de dólares para hacer frente a solo dos de los cuatro bonos existentes.
Los bonos fueron la gran bandera social del MAS, respaldados por el imperialista Banco Mundial, mientras duró la bonanza de los precios internacionales de las materias primas y que en este período de crisis serán motivo de una mayor crisis.
Endeudarse para pagar obligaciones sociales es la fórmula del desastre económico porque es insostenible. Argentina es un gran ejemplo de este modelo, de una crisis en espiral que parece no tener fin.
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