Foto: ABI |
La administración de Luis Arce anuncio con bombos y platillos, para este 2021, una inversión pública de 4.011 millones de dólares para impulsar la reactivación, sin embargo a ocho meses del año sólo ejecutó un 34,9% de lo programado, es decir, 1.400 millones dólares.
La cifra fue revelada por la propia ministra de Planificación del Desarrollo, Gabriela Mendoza, al explicar a los medios de comunicación que hasta agosto se desembolsaron 1.400 millones dólares para proyectos estatales a escala nacional, que según esta autoridad incentiva a la reactivación económica, pero la realidad es otra.
Para Germán Molina, investigador y analista económico, el bajo nivel de ejecución de la inversión pública desnuda los problemas de liquidez que tiene el Gobierno, en un contexto donde sus fuentes de financiamiento se están agotando.
Para el especialista, a dos meses para que concluya el año, la ejecución debería ser mayor. Anticipó que conforme a ese porcentaje de avance no se podrá alcanzar la meta establecida en el Presupuesto General del Estado (PGE), debido a que no se han podido canalizar los recursos que se habían programado mediante la venta de bonos soberanos en los mercados externos, según un reporte de El Deber.
En el Presupuesto 2021, el Poder Ejecutivo programó una inversión de 4.011 millones de dólares para la ejecución de proyectos productivos, infraestructura y otros.
Adicionalmente, en el PGE se programó que el país emitiría bonos por 3.000 millones de dólares. En enero, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que de esta cantidad de recursos 1.000 millones de dólares se usarían para pagar deudas del Estado y el resto para la ejecución de proyectos productivos, sociales y de infraestructura. Pero a la fecha el país no logró realizar esa operación.
“El Gobierno tiene problemas de liquidez, tiene dificultades para pagar los avances de obras. Eso está frenando la inversión. Con esto difícilmente va a cumplir con los más de 4.000 millones de dólares de inversión pública, porque no hay dinero, no hay 3.000 millones de dólares de los bonos soberanos”, alertó Molina.
El economista dijo que ahora son pocas las fuentes de financiamiento de las que goza el gobierno. Detalló que no pueden sacar recursos de las AFP, que están en proceso de devolución de recursos. En cuanto al crédito externo, recordó que la última evaluación hecha a Bolivia (Moody's) dice que no es un país seguro para dar créditos.
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