Foto: Latam Energy |
Una baja en la distribución de gas natural al sector panificador de La Paz y una solicitud del Ministerio de Hidrocarburos a ENDE para que reduzca la demanda para las termoeléctricas, revela un difícil equilibrio entre producción del hidrocarburo y la demanda del mercado interno.
Por ejemplo, la industria panificadora en La Paz alertó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) decidió racionalizar la provisión de gas natural debido a una aparente merma de la producción nacional, informó el vicepresidente de la Cámara Departamental de Industrias (Candipaz) y gerente general de la fábrica de galletas Gustossi, Hernando Salazar.
En declaraciones al periódico digital Brújula Digital y Pagina Siete, expresó que “conseguir gas natural ahora es toda una odisea para la industria panificadora. En YPFB hablan de restricciones por falta de producción de gas, y esta situación, preocupa ya que una reducción del volumen puede incidir, sustancialmente, en la producción”.
Debido a esta situación, complicada, el directivo empresarial informó que está haciendo gestiones ante YPFB para que el suministro de energía continúe sin problemas y no exista la posibilidad de enfrentar un racionamiento por falta gas.
Y desde Santa Cruz el diario El Deber también informó que el difícil equilibrio entre producción de gas y demanda ya no se puede negar en Bolivia. El Ministerio de Hidrocarburos solicitó a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) que reduzca la demanda para las termoeléctricas en al menos 1 millón de metros cúbicos diarios (MMm3/d) para cumplir con los contratos de exportación y evitar multas.
Sin embargo, ENDE incumplió el compromiso que hizo con el Ministerio de Hidrocarburos, que debía iniciar en junio de 2021.
EL DEBER accedió a una serie de cartas e informes enviados entre el Ministerio de Hidrocarburos y Energía (MHE), YPFB y el Centro Nacional de Despacho de Carga (CNDC), en los que se advierte que el compromiso de reducción -considerado en diciembre de 2020 por el MHE- se incumplió y, por el contrario se incrementó en 0,84 MMm3/d hasta el 13 de julio.
“Estos incrementos de consumo fueron cubiertos debido a los retrasos en la puesta en marcha de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU). Sin embargo, ya está prevista su reactivación a fines de mes, por lo que si el sector termoeléctrico continúa con el ritmo de consumo actual, generaría déficits de mayor consideración, que inciden de manera directa en el cumplimiento al mercado externo”, dice el informe técnico de YPFB fechado el 14 de julio del presente año.
PRODUCCIÓN NACIONAL A LA BAJA
En ese marco, el experto en hidrocarburos, Francesco Zaratti declaró a Página Siete que la producción nacional de gas natural comenzó a bajar, sustancialmente, debido a la declinación de los campos productores que ingresaron en franca declinación. Además, dijo que el sector se debate, actualmente, en una difícil y complicada situación ya que el energético comenzó a escasear en el Estado.
“(Existe) una prospectiva desalentadora en los hidrocarburos. En los últimos 14 y 15 años, prácticamente no se han descubierto nuevas reservas, la producción que hasta el 2015 podría haber sido mayor a los requerimientos que tienen los mercados de exportación y (para cubrir la demanda interna), ahora se ha vuelto menor, tenemos que dosificar nuestros mercados en función de la producción que podemos alcanzar”, señaló.
Según Zaratti la producción de gas natural en el Estado alcanzó los niveles más altos el año 2013 con aproximadamente 60 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), y ahora está entre “45 a 46 MMmcd, y no puede crecer más, porque no hay reservas, es decir, seguimos consumiendo sin reponer (lo que gastamos)”.
La situación está llegando a niveles insostenibles en el Estado ya que “producimos menos y consumimos más”, afirmó el experto.
El Deber también consultó al analista de hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, quien dijo que esta situación es una “mala señal” y que es consecuencia de la situación del sector de hidrocarburos boliviano.
“Lo venimos advirtiendo desde 2015, cuando se veía una tendencia decreciente en la producción de gas y la nula exploración que permita explorar nuevos campos para abastecer los compromisos de exportación y para el mercado interno”, sostuvo.
Recordó que ya se presentó una situación similar entre 2017 y 2018, cuando YPFB pidió a algunas industrias instaladas en Chuquisaca, no exceder sus volúmenes máximos de demanda. “Eso ha perjudicado, por ejemplo, a fábricas como Fancesa, que en cierto momento quiso ampliar su producción”, reiteró.
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