Bolivia tomó la palabra en la 76 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a través del presidente Luis Arce, quien demandó la liberación de las patentes de las vacunas contra el coronavirus, reivindicó la salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico y habló de la crisis de 2019 donde señaló que hubo una “ruptura del orden constitucional”.
Durante su primera intervención, el mandatario sostuvo que el acceso a las vacunas debe ser considerado como un derecho humano y que las empresas que se encargan de su fabricación no pueden lucrar con salud en medio de la pandemia, por lo tanto solicitó la liberación de las patentes.
Arce hizo referencia a la centenaria demanda marítima y reivindicó el derecho de Bolivia a una salida “soberana y útil” al Océano Pacífico mediante el diálogo y la concertación con la República de Chile, en el marco a la recomendación de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el fallo que emitió en 2018.
Otro de los temas mencionados por el mandatario fue la crisis que atravesó el país en 2019 y que, según dijo, hubo una “ruptura del orden constitucional” protagonizada por actores políticos del país, efectivos de la Policía, las Fuerzas Armadas, comités cívicos, la Iglesia Católica y medios de comunicación “hegemónicos”.
Pero además dijo que contó con la participación del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y algunos gobiernos el exterior.