Foto: YPFB |
Cuando faltan horas para la firma de la sexta adenda al contrato de compra-venta de gas entre Bolivia y Argentina, ese mercado demanda más volúmenes del hidrocarburo por invierno, sin embargo expertos advierten que no existe capacidad y sólo queda negociar un mejor precio.
La quinta adenda fue firmada el 31 de diciembre de 2020 con el objetivo de fijar los precios con base en la fluctuación y cotizaciones internacionales, y lograr mayores ingresos este año. Para invierno se fijaron entregas de 14 MMmcd y 8 MMmcd en verano. Ese documento estipula que hasta este 30 de junio deben fijarse nuevas condiciones para una sexta adenda ¿pero el país tiene capacidad para atender la demanda del mercado argentino?
Respondiendo la interrogante, el periódico Página Siete publicó un reportaje. Para ello acudió a expertos como Hugo del Granado, quien afirma que la suscripción de adendas de forma seguida estaba en función del éxito exploratorio y se modifiquen los volúmenes, pero estos proyectos para descubrir nuevos campos demoran.
“Se puso 30 de junio para una sexta adenda con la esperanza de que existan nuevos descubrimientos, pero van a tener que firmar haciendo esfuerzo con los mismos volúmenes de la quinta adenda; tal vez lo mejor que pudieran hacer es modificar la fórmula para calcular precios y ver si se puede mejorar”, precisó al medio paceño.
El Gobierno y YPFB impulsan un plan de reactivación de campos maduros y aumentar reservas, pero son proyectos que no entran de forma inmediata en producción.
Ante esa situación, “sólo queda mejorar precio y por dos razones: porque la quinta adenda se firmó cuando los precios del petróleo estaban de bajada y ahora hay un repunte de cotización, ahora el WTI se encuentra encima de 73 dólares el barril. Están dadas condiciones para negociar una mejor fórmula, pero volumen no hay dónde”, dijo Del Granado.
La producción de gas en los últimos años descendió luego de alcanzar en 2014 el pico con 61,1 MMmcd. Para 2018 se tenían 51,1 MMmcd, en 2019 se bajó a 45,36 MMmcd y el año pasado a 43,52 MMmcd, según datos del Ministerio de Hidrocarburos.
Del Granado indicó que es poco probable contar con una escalada y aumentar la producción en lo inmediato.
A Argentina se envían 14 MMmcd en invierno, aunque en pasados días se llegó a bombear hasta 17 MMmcd. A Brasil se exportan 20 MMmcd.
VOLÚMENES
En la misma línea, Álvaro Ríos, analista y exministro del área, manifestó que Bolivia necesita los ingresos y Argentina el gas en invierno sobre todo en el norte,
“Hasta el 30 debe estar negociada la quinta adenda en función a la capacidad de producción de Bolivia. La capacidad está declinando, son 46 MMmcd y el próximo años irá bajando a 42 MMmcd o menos, mientras no haya nuevos descubrimientos de campos con potencial”, anotó.
Es por eso, según Ríos, que a Bolivia le queda negociar la venta de todo el gas que pueda y negociar un contrato plano, es decir evitar picos de demanda muy altos en invierno y que la diferencia de volúmenes no sea muy amplia respecto a verano.
“En la medida que eso sea estable será más conveniente para atender el otro mercado que es Brasil. Ojalá se pueda lograr mejores precios en invierno y en función al GNL. No se puede vender más gas de la capacidad de la que se tiene”, dijo la exautoridad del sector a Página Siete.
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