Por: Amalia Pando |
DIME CON QUIÉN ANDAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
El gobierno de facto de Evo Morales ha hundido a Bolivia en la vergüenza. En las Naciones Unidas se ha sumado al bloque de 14 países que rechazaron una resolución en contra de los genocidios, los crímenes de guerra y otras atrocidades similares.
La Bolivia de Evo se suma a Corea del Norte, China, Rusia, Siria y Venezuela países donde la violación de los Derechos Humanos es pan de todos los días. No podían votar una resolución que más temprano que tarde irá contra ellos mismos.
EVO APOYA EL GOLPE EN MYANMAR
La primera votación en las NN. UU, con la que los representantes de Evo Morales se alinearon con las dictaduras del planeta, fue la referida al cruento golpe militar de febrero en Myanmar que destituyó y encarceló a la presidenta electa Aung San Suu Kyi. Además, 802 personas, 44 niños entre ellas, murieron como consecuencia de la brutal represión de los golpistas, y más de 4000 manifestantes están detenidos.
Bolivia, siguiendo a China y Rusia se negó a condenar a los golpistas en Myanmar.
Esa actuación deja en claro que el régimen no tendrá ningún empacho en usar una represión cruel y masiva para perpetuarse.
GOLPE FANTASMA
Entre tanto, la hipocresía como la estupidez no tiene límites, dentro del país condenan un golpe fantasma que usan de pretexto para perseguir, todavía de modo selectivo, a la oposición con detenciones arbitrarias como la que padece la expresidente Jeanine Añez y otras 16 personas.
Sin embargo, hay más de 178 que están en la lista negra del gobierno y que de a poco irán encarcelando, según denunció en las RR. SS. Fernando Hamdan.
La persecución a la periodista de televisión Melissa Ibarra es un hecho agravado. Ya no se trata de los exfuncionarios del gobierno transitorio, sino que avanza hacia los periodistas, activistas y movilizados en octubre de 2019 en contra el fraude electoral.
Melisa trabajó en la Red UNO de donde salió por exigencia de la mujer de Álvaro García Linera. Algo similar ha denunciado hace pocos días Soraya Delfín que fue presentadora de ATB .
No es una persecución cualquiera, es la típica dictatorial que inventa delitos penales no solo para aprehender sino para denigrar a su víctima. Usa además lo más bajo y doloroso, a los hijos como rehenes para que los buscados se entreguen.
LIMA NO DA LA CARA
El ministro de (in)Justicia, Iván Lima se excusó de participar en la XI Reunión de Ministros de Justicia de la región. Dio como pretexto la presencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro quien “tiene cuentas con el país “, declaró.
Sin embargo, la verdad sea dicha, Lima no tiene cara para justificar ante eminentes juristas del continente la inconstitucional detención de la expresidente Jeanine Añez y su trato inhumano, su aislamiento, la negativa a brindarle atención médica, las restricciones para recibir visitas y el minuto en el uso del teléfono de la prisión de Miraflores para preguntar sobre la salud de su hija Carolina que ha padecido de Covid-19.
ALMAGRO, EL GOLPISTA
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, “será llevado a juicio por su cuestionable rol durante la crisis política y social de 2019” adelantó Lima quién todavía no sabe en qué instancia, pero será enjuiciado, ratificó.
Almagro entró de ese modo en la ancha bolsa donde caben todos los acusados de golpistas como la Iglesia Católica y la Unión Europea.
Y el régimen ha mandado al exministro Héctor Arce a la OEA para acusar a Almagro y defender la teoría de golpe y no fraude. Lo veremos hacer el ridículo, porque todos allí, como todos aquí, fueron testigos de la renuncia e inmediata huida de Evo Morales.
Huyó, por eso hubo sucesión constitucional y huyó porque hizo fraude electoral y la población lo vio y salió a protestar, y el fraude fue comprobado por 30 expertos de la OEA. ¿Qué más?
El GOBIERNO DE FACTO DE EVO MORALES
Comencé diciendo “el gobierno de facto de Evo Morales.” ¿Es que hay alguien en este país que no sepa que es él, Evo Morales, quien manda en el gobierno?
Los gobiernos de facto son los que ejercen el poder al margen de la Constitución, los que se sostienen en instituciones sometidas no a las leyes sino a la voluntad de los tiranos.
Unos llegan por la vía armada, como los militares en Myanmar, y otros, en América Latina, usan las elecciones para desembarcar en la cúspide de un Estado democrático y destrozarlo desde adentro.
En Bolivia, el proceso de destrucción de la democracia comenzó hace 14 años y esta segunda parte, tras el triunfo electoral de Arce, ha sido muy rápida.
Luis Arce ha cedió el poder de las decisiones a Evo Morales que se ha constituido en un gobierno de facto, de hecho.
No es que Morales tiene un gobierno paralelo al de Arce. No. Tiene el gobierno entero donde se hace lo que él quiere como la detención de Jeanine Añez o el voto contra el genocidio en las NNUU.
¿Vieron cómo el Tribunal Constitucional oculta su propio fallo sobre los procesos en ausencia? Ha cerrado incluso su página web y en público niega la existencia de un fallo cuya copia la tenemos todos. Ese papelón responde al miedo de ser destituidos por Evo Morales. El Colegio de Abogados de La Paz los acusó de cometer siete delitos en ese intento de quedar bien con el Jefazo.
TAMBIEN EVO TIENE MIEDO
Siente miedo del cuestionamiento de sus propias bases, de los que le piden que dé un paso al costado, como en aquel octubre, de los que quieren una renovación generacional, de los que le lanzan sillas azules y le gritan “fuera, fuera”.
Siguiendo el manual del buen dictador, hará un congreso del MAS para acabar con la disidencia interna, con los pandilleros azules, y para recibir aplausos y más aplausos, que es lo único que les gusta oír a los dictadores.
POR LA DEMOCRACIA, MÁS QUE NUNCA
Después del 6 de junio, fecha del Congreso del MAS, habrá más casos de Covid19, como está ocurriendo en Cochabamba tras la concentración de consuelo que el 17 de abril Evo Morales encabezó para encubrir su derrota en las subnacionales.
Eva Copa no va a desparecer ni los dirigentes “históricos” que han llamado a resistir la tiranía de Evo Morales, al revés, se verán fortalecidos con la expulsión de los renovadores. Y, en la clase media, aunque tenemos miedo, no nos cansamos. De tal modo que las cartas todavía no están echadas ni se ha librado la última partida.