Por: Amalia Pando |
El 12 de mayo el Ministerio de Salud cambió la forma de presentar las cifras del Covid-19. El cuadro de todos los días fue re-diseñado para ocultar los dos datos esenciales: los nuevos casos confirmados en las últimas 24 horas y el número de fallecidos por la pandemia.
Este es el informe del 12 de mayo:
Y el siguiente es el cuadro anterior, del 11 de mayo. Hay una notable diferencia en la forma de presentar los datos:
No es que los números estén adulterados, más bien escondidos.
En un forzado intento de ocultar la tragedia, se destacan los datos sobre el número de personas recuperadas y no así las estadísticas sobre contagios o fallecidos que aparecen, pero en letra menuda.
El gobierno rompe todos los esquemas internacionales sobre cómo informar sobre la pandemia. El objetivo es claro: ocultar que estamos viviendo el inicio de una tercera ola de contagios, la más alta desde que comenzó esta desgracia.
DEBERÍAN HACER ALGO
En enero de este año, a los dos meses de su posesión, Arce criticó la cuarentena de 140 días dispuesta por la presidente Jeanine Añez, sumándose así al criterio irresponsable de mandatarios como Bolsonaro en el Brasil, Manuel López en México, Ortega en Nicaragua, Maduro en Venezuela y Trump en Estados Unidos.
Jeanine, quien todavía estaba libre, le respondió: “debería hacer algo para frenar tanto contagio “
La declaración de Arce coincidió con la cifra más alta de contagios hasta ese momento, de 2263, registrada el 8 de enero de este año. Fue el inicio de la segunda ola que Arce observó desde el balcón presidencial y de brazos cruzados.
RÉCORD DE FALLECIDOS
En la primera ola, el momento álgido de la pandemia se produjo entre julio y agosto de 2020, es decir cuatro meses después de la aparición del primer caso.
Los contagios que se contaban hasta entonces por cientos pasaron al millar cada 24 horas, con dos fechas alarmantes.
El 25 de julio, fue el peor día de ese año, los contagios subieron a 1825 casos positivos, y el 5 de agosto, se anotó la segunda cifra más alta del año 2020 con 1780 contagios.
Pero es el número de fallecidos que revela el dramatismo de esos días. El 4 de agosto murieron 92 personas y el 2 de septiembre fallecieron 102 pacientes del Covid-19. Hasta hoy en día, no hubo otras jornadas tan tristes, con tantos muertos, como aquellos.
Menos contagios que ahora, pero mayor número de fallecidos.
Esto se explica por el bloqueo al oxígeno. Fue una masacre organizada por el MAS, instruida por Evo Morales, para oponerse a la postergación de las elecciones nacionales.
Masacre que ha quedado en la impunidad. En cambio, se pretende enjuiciar a Jeanine Añez y sus exministros por demorar en frontera el ingreso de 500 connacionales que pretendían ingresar al país sin las mínimas normas de seguridad sanitaria.
Recordemos que para entonces el mundo entero había cerrado sus fronteras y aeropuertos, y la escasez de testes y centros de cuarentena era dramática.
DOS MILLARES POR DIA
La segunda ola que se inició bajo este gobierno, comenzó a registrar por día 2 millares y más de contagios.
Ya señalamos, el 8 de enero fue la fecha del despegue de casos, pero fue a partir del 13 de enero que los 2 millares se repitieron, día tras día, hasta el 3 de febrero. El punto más alto se registró el 27 de enero con 2866 casos.
En un intento de desconocer la gravedad de la pandemia, Arce dijo que “matemáticamente, a más pruebas, se reportaran más infectados. “
MANEJO ELECTORAL DE LA PRUEBAS
China país exportador del Coronavirus, fue maestro en la contención de la pandemia utilizando dos recursos, la cuarentena rígida por tiempo limitado y la toma masiva de pruebas.
La idea es contener la expansión del virus. Allí donde aparecía un caso positivo, el personal de salud de China se volcaba con testes al entorno del paciente para identificar y aislar a los posibles nuevos contagios entre familiares, vecinos y amigos.
Aquí, el gobierno de Arce dispuso de un millón de pruebas que se están usando para matar, no al virus sino la curiosidad de la población.
Si usted quiere saber si tiene o no Covid-19, puede tomarse una prueba. Si sale positivo, lo despachan de vuelta su casa y si está con suerte, le entregan una bolsita de medicamentos.
¿Qué ocurre con el entorno que posiblemente también está con Covid-19? Continúa multiplicando los contagios. Algunos sanan siguiendo el curso de la enfermedad o mueren. Y así, hasta que la ola baja de intensidad, como ocurrió en febrero, mes en el que disminuyeron los contagios, pero aumentaron los fallecidos, casos graves de la quincena anterior.
VACUNAS IMPERIALISTAS
En abril llegaron las vacunas y se terminaron. Testes y vacunas se usaron para hacer la campaña del MAS en las subnacionales ¡y así le fue!
Al gobierno lo salvo el imperialismo y Jeanine Añez, pues a último momento llegaron las Pfizer, gestionadas por el gobierno transitorio y donadas por el gobierno de los Estados Unidos, de ese modo se reanudó la vacunación masiva.
Si habría algo de coherencia en Luis Arce, las tendría que devolver, como lo hizo con el crédito, casi donación del FMI de 327 millones de dólares.
Pero las vacunas no son mágicas, no impiden de modo. Instantáneo el contagio. La clave del éxito está en la segunda dosis que el Ministro de Salud ha postergado colocar hasta después de tres meses. Nadie sabe las consecuencias de esta determinación, causada por los escases de vacunas.
MAYO, LA TERCERA OLA
El 3 de mayo los contagios volvieron a sobrepasar los 2400 en un solo día y el 6 de mayo se registró el pico del ascenso de contagios con 3618 positivos.
En estos últimos tres días tenemos, desde el 11 de mayo: 2369, 2290 y, este último jueves, 2356 casos positivos. Mientras que los fallecidos, que es el dato que muestra la gravedad de la situación, han sumado 50, 37, y ayer, 64.
Los datos acumulados, los reportados oficialmente, señalan que 327,224 personas padecieron la enfermedad del Covid-19 y que fallecieron un total de 13,409 personas.
Mientras en todo el país los médicos alertan por la saturación de los hospitales y las unidades de terapia intensiva, Arce no hace ningún llamado de alerta a la población ni toma alguna medida de emergencia. Ha querido ganar popularidad recorriendo algunos puntos de vacunación y la gente le ha gritado “fraude, fraude”.
Ya estamos en la tercera ola de contagios y como en las dos anteriores, ¡sálvese quien pueda!