Foto: CNI |
La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), hizo un llamado a combatir la informalidad y el comercio ilegal, porque impactan en la economía y frenan la iniciativa privada y generación de empleos seguros.
El estudio “Contrabando, estado actual, análisis y propuestas para el sector de alimentos y bebidas”, realizado por el Centro Boliviano de Economía (Cebec), que depende de la Cainco, concluye que el sistema tributario favorece a la informalidad y contrabando.
Según el documento, se simularon los incentivos que enfrenta un comerciante minorista de la cadena de alimentos. Este eslabón se caracteriza por una alta rotación en venta de productos y bajos márgenes. La simulación se efectuó bajo tres escenarios, informó El Deber.
El primero refleja la situación actual en la que el comerciante opera en el Régimen Simplificado. El segundo, que actúa bajo el Régimen General y un tercer escenario (hipotético) que se desenvuelve bajo un Régimen General modificado con un Impuesto a las Transacciones (IT) reducido a su mínima expresión.
Los resultados sugieren que, en términos comparativos, la rentabilidad promedio del negocio de abarrotes actual se reduce un 90% bajo las obligaciones tributarias del Régimen General y tan solo en 10% bajo un Régimen General ajustado por el IT.
Esta investigación permite concluir que este impuesto genera incentivos perversos en la formalización en negocios de alta rotación y bajos márgenes característicos en la actividad informal, toda vez que reduce las ganancias del comercio de manera significativa.
Con relación a la informalidad, el Cebec identificó una base imponible potencial escondida en el mercado informal de aproximadamente $us 2.200 millones, solo en el sector de la micro y pequeña empresa.
Aduce que la informalidad constituye una competencia desleal a la producción nacional y a la empresa formal, que sintió un impacto importante en las ventas en el primer trimestre de la presente gestión.
Empresas asociadas a Cainco reportan una caída en ventas, que dependiendo del sector va del 30% al 40% en caso de la molinería; un 40% en promedio, para el caso de lácteos y en torno al 12% para productores e importadores de otros alimentos.
COMPETENCIA DESLEAL
En opinión del presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, el régimen tributario no alienta al contrabando, son los contrabandistas que evaden las normas y disposiciones tributarias y, en consecuencia, no pagan impuestos afectando a las empresas formales y al Estado.
En este contexto de evasión de obligaciones fiscales, a juzgar por Blazicevic, se presenta un sistema desigual o desleal entre formales e informales (contrabandistas) que desindustrializa Bolivia. “Las empresas formales deben cumplir obligaciones laborales, sociales, tributarias de salud y otras que generan costos de transacción que el contrabando y la informalidad no cumplen”, destaca El Deber.
La CNI plantea la lucha frontal al tráfico ilegal de mercancías a través de medidas de interdicción en las fronteras, municipalización del contrabando en el mercado interno, el incentivo del compro boliviano por entidades públicas y privadas, entre otras medidas.
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