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Por: Amalia Pando |
Juan Ramón Quintana todavía sigue con miedo. Está traumado por la abstinencia de poder que padeció durante los 11 meses que estuvo como refugiado en la Embajada de México, culpando de su fracaso a los “golpistas”.
Para no volver a pasar por esa experiencia están tomando medidas preventivas. Las primeras tres son: castigo ejemplificador para militares y policías, lavado de cerebro a los empleados públicos y milicias armadas para sofocar un eventual levantamiento de las “pititas”, militares y policías.
SALTO AL VACÍO
Quintana todavía no ha explicado qué pretendían con el vacío de poder instruido por Evo, García Linera y él mismo cuando ese 10 de noviembre ordenaron la renuncia y huida colectiva de ministros, senadores y diputados, siendo ellos los primeros en subirse a un avión mexicano o meterse a la Embajada también de México.
Quintana pide ahora castigo para los “golpistas y criminales” y descolonización de las FFAA “o permitiremos que haya golpe de Estado, y lo mismo con la Policía y con el Poder Judicial, no podemos seguir siendo tibios…”, dijo frente a los cocaleros de Shinahota en el acto de cierre de la campaña de electoral en esa localidad cochabambina.
CASTIGO SIN CRIMEN
Tras ese memorable discurso de Quintana en el que calificó a la Fiscalía General del Estado de “floja y negligente” y exigió al gobierno de Arce acelerar esos procesos, dos diputados del MAS, pidieron que Quintana vuelva al gabinete, al Ministerio de Gobierno.
A su vez, y en respuesta a ese discurso, los tres fiscales de Sacaba encargados de castigar a los golpistas, como manda Quintana, apresuraron la imputación a los comandantes de la Policía y FFAA, Rodolfo Montero y Sergio Orellana, y a los ex ministros Aturo Murillo y Luis López, todos de la gestión de Jeanine Añez, por el delito de asesinato de las 10 personas que murieron sobre el puente de Huayllani. El 25 de marzo se dictarán las medidas cautelares, es decir, librarán las órdenes de aprehensión y se espera que el mismo día ese juzgado reciba la nómina del Alto Mando que sugirió la renuncia de Evo Morales
En esta misma causa los primeros imputados fueron los comandantes departamentales de la Policía y el CEO, Jaime Zurita y Alfredo Cuellar.
Hay otro proceso similar en Santa Cruz por el “golpe de Estado” contra Fernando Camacho y otros.
LA DESCOLONIZACIÓN EN MARCHA
El presidente Luis Arce, muy a tono con Quintana, despidió a todos los funcionarios considerados “pititas”, pero además aprobó un decreto, el 4469, para la “descolonización y despatriarcalización” de los empleados públicos que se libraron de la masacre azul y para los que vayan a ser contratados.
Dice este decreto que todos ellos deben cumplir el requisito de pasar un curso, léase lavado de cerebro, impartido por la Escuela de Gestión Plurinacional, y también deberán cumplir con el Servicio Comunitario para la Descolonización y despatriarcalización. Posiblemente los manden a impregnarse del campesino revolucionario en una temporada inolvidable con los ponchos rojos. Eso hizo Mao Tse Tung durante la Revolución Cultural.
LAS MILICIAS DE EVO
Si algo lamenta Quintana es no haber dispuesto en octubre y noviembre de 2019 de milicias armadas, esas con las que sueñan Evo Morales y sus asesores cubanos y venezolanos.
Contaron con las organizaciones sociales, buenas para bloquear y desatar asonadas violentas, pero si además hubieran contado con entrenadas milicias, creen que hubieran podido acabar con las “pititas” y la rebelión de los policías, como hicieron en Venezuela en 2017 y Nicaragua en 2018.
No hay duda que las futuras milicias armadas del MAS se entrenarán en el Chapare, donde ya funcionan grupos armados que dan protección a las florecientes actividades de esa región.
“El Trópico cochabambino debe seguir siendo la vanguardia de la vanguardia en la defensa de la soberanía, en la lucha inclaudicable en contra de la derecha, nada de tregua, nada de dar ventaja a la derecha, porque ya sabemos que cuando le damos ventaja nuestras cabezas se ponen en la picota. Eso ya lo sabemos”, dijo Quintana, expresando el miedo a otro octubre revolucionario que lo lleve a la Justicia a rendir cuentas.
FUERZA DE OCUPACIÓN
El periodista Robert Brockmann escribió que el gobierno de Arce y el MAS actúan como una fuerza extranjera de ocupación, con desprecio y desconfianza contra todos lo que no son azules.
Es cierto, son una fuerza de ocupación. Quintana y Evo, por ejemplo, actúan en coordinación con Cuba y Venezuela, según confesión de parte.
Recordemos también que entregaron, y posiblemente vuelvan a hacerlo, el departamento de inteligencia de las FFAA a los cubanos, según reveló el general Freddy Bersatti quien trabajó para Evo.
LAS PITITAS SON UN PELIGRO
Ese temor a un futuro segundo levantamiento de la población contra el gobierno del MAS es real, no solo esquizofrenia estalinista.
Si vuelven a cometer otro fraude electoral para perpetuarse en el poder, no se descarta una reacción popular similar a octubre de 2019, porque eso es lo natural, que los pueblos se indignen y salgan a las calles cuando les usurpan su voto.
Sin fraude no hay revuelta popular y por lo tanto tampoco necesidad de cursos descolonizadores ni de milicias armadas.
Pero, si la intención es quedarse en el poder al margen de la Constitución y la voluntad popular, entonces cobra sentido el escarmiento a militares y policías y las demás medidas que están tomando.
Este domingo, se espera que gran parte del pueblo, el sometido a la ocupación extranjera, exprese su rebeldía votando por los candidatos de la oposición.
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