Por: Amalia Pando |
Es hora de colgar el celular y tomar las calles. Evo Morales y su gobierno han dado el primer paso significativo para transformar la democracia boliviana en la dictadura venezolana.
La expresidente constitucional Jeanine Añez está presa, los exministros Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán están presos, el Almirante Gustavo Arce, está preso, el activista cochabambino Yassir Molina está preso, y muchos otros están amenazados de correr la misma suerte.
El ministro de la injusticia, Iván Lima, dijo que los cuatro meses de detención preventiva dictados en audiencia dominical y nocturna por la jueza Regina Santa Cruz eran insuficientes. Quiere una sentencia de 30 años.
PRESA POR UN ABSURDO
Jeanine, está acusada por el fiscal del MAS, Harold Jarandilla, de haber obligado a renunciar a la entonces presidenta del Senado Adriana Salvatierra y a Víctor Borda, presidente de Diputados.
No pudieron encontrar un pretexto más absurdo. Acusación desmentida por la presunta víctima. Tiempo atrás Adriana Salvatierra confesó que había renunciado por orden de Evo Morales, como todos los que renunciaron, huyeron o se metieron una embajada. Si el delito es la Instigación a la renuncia (insólito) el autor es Evo Morales y debería estar preso.
PURO CUENTO DE COBARDE
Evo Morales quiere ocultar su cobardía en el falso relato de un golpe de Estado, pretende justificar así el por qué abandonó su cargo, su renuncia y horas más tarde su huida en un avión mexicano.
La cúpula de MAS denuncia un golpe de Estado en Bolivia, pero cada año, el 4 de febrero, celebra a los golpistas venezolanos de 1992 cuando el teniente coronel Hugo Chávez intento derrocar por las armas al presidente constitucional de Venezuela Carlos Andrés Pérez.
Y, últimamente, el 12 de febrero pasado, el representante del gobierno de Arce ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, pidió retirar a Bolivia de la lista de países que condenaron el golpe de Estado militar ocurrido en Myanmar. Así, la Bolivia de Evo se unió a los pocos que apoyan los verdaderos y cruentos golpes de Estado como Venezuela, China y Rusia.
JEANINE, UN BLANCO QUE PARECIA FACIL
Evo Morales huyó después de haber fracasado en su intento prorroguista. Hizo fraude electoral y desató una brutal violencia contra quienes resistieron en las calles. Pero fracasó. Y desde el extranjero, estando a buen recaudo, ordenó iniciar una guerra civil. Quería volver con los ríos de sangre. Fracasó otra vez, entre otras cosas porque la presidente Añez tuvo la habilidad de pacificar el país.
Es la razón por la que están humillando a Jeanine Añez. Se niegan a tratarla con lo que es, una expresidente de Bolivia con el derecho a un Juicio de Responsabilidades que implica un proceso en libertad, del que se benefició inclusive el dictador Luis García Meza, al que sirvió el maloso de Juan Ramón Quintana.
Jeanine, la expresidente de Bolivia fue traída desde Trinidad enmanillada y recluida, no en una celda, sino en un calabozo sucio, frio y maloliente.
La audiencia virtual se cumplió en condiciones inauditas, entre gallos y medianoche, en medio de cachivaches como esa máquina de escribir que se aprecia en la foto, con una juez al servicio del régimen que aceptó el argumento del fiscal sobre un peligro inminente de fuga porque Jeanine era mujer divorciada, en consecuencia, sin familia. ¡Es para no creer!
JUICIO A LA SUCESIÓN CONSTITUCIONAL
El hecho es que, tras la huida de Evo Morales, Jeanine fue presidente de Bolivia por sucesión constitucional porque así lo manda la Constitución Política del Estado, así lo ratificó el Tribunal Constitucional y la propia Asamblea Legislativa con 2/3 del MAS.
Al final de cuentas no se está juzgando el delito de golpe de Estado sino se está criminalizando la sucesión constitucional, mecanismo democrático por el que fueron presidentes de la Republica Tuto Quiroga, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez.
Lo único inconstitucional aquí es la detención de Jeanine y la de muchos otros.
EVO, YA NADIE TE QUIERE
El repudió popular a Evo Morales y su proyecto dictatorial se demostró en las urnas el pasado 7 de marzo. El dedazo del jefazo volvió a fracasar.
En las Redes Sociales a cada segundo la gente expresa su bronca, está que arde por tanta injusticia acumulada.
A Evo, ya no solo le lanzan sillas, también lo abuchean. Tuvo que bajarse de un avión de BoA porque los pasajeros lo ensordecieron con los gritos de ¡fuera! ¡Pedófilo! ¡fuera!
Falta un escenario, las calles, otra vez. No será fácil, ni ocurrirá en 24 horas. Esta noche es apenas el inicio de un nuevo proceso de acumulación de fuerzas para la batalla de siempre: Defender o recuperar la Democracia que implica el respeto a la ley y la separación e independencia de poderes, que también reclaman, en un valiente pronunciamiento, los obispos de la Iglesia Católica.