El pedido de ese sector es la eliminación de la obligación que tienen para vender el 20% de la soya en el mercado nacional. Ya no les interesa vender harina de soya y derivados a los criadores de pollos, al sector pecuario o a los productores de huevos y leche, porque el precio internacional se disparó hasta 570 dólares por tonelada.
El dato fue revelado por Gonzalo Colque, director de Fundación TIERRA, a través de las redes sociales señalando que “a los agro-rentistas, lo último que les interesa es la seguridad alimentaria de los bolivianos. El bloqueo solo demuestra la falsedad de su discurso de que son productores sacrificados que trabajan para abastecer y garantizar el mercado nacional de alimentos”.
Justifica sus datos relatando que después de una guerra comercial breve entre EEUU y China, entre los años 2019 y 2020, el gigante asiático comenzó a recuperarse del Covid-19, por ello está comprando más materia prima agrícola del mundo y, dado que al mismo tiempo la oferta estadounidense estaba golpeada, los precios internacionales comenzaron a subir con fuerza desde agosto de 2020.
Por ello, concluye que “a los soyeros sólo les interesa el lucro fácil” y que “cuando el precio internacional vuelva a caer, exigirán de nuevo más subvenciones, perdonazos y créditos estatales blandos”, anticipa el experto.
Según un reporte del diario digital El Deber, luego de distintas reuniones entre los productores de soya y el Gobierno para encontrar una salida al conflicto por la banda de precios para la harina de soya destinada al mercado interno, el uso de biotecnología y la liberación de exportaciones, no hubo acuerdo. Por lo que desde este lunes, 22 de febrero, y hasta nuevo aviso, son siete los puntos de bloqueo que ejecutan los soyeros en las carreteras a Beni, Puerto Suárez y Cochabamba.