Por: Amalia Pando |
El desprecio irresponsable al coronavirus es uno de muchos rasgos en común que tienen Evo Morales y Donald Trump, mandamases que sin embargo actúan en dos contextos y naciones completamente diferentes y que, además, proclaman ideologías opuestas, pero, como diría Lenin, los extremos se tocan.
Evo Morales, que se ha negado a usar barbijo al igual que Trump, finalmente se contagió con el COVID-19. Ni bien fue diagnosticado en la Clínica Los Olivos, de Mauricio García Linera, con “insuficiencia respiratoria aguda”, declaró al periodista argentino Juan Cruz : “ No se de dónde inventan, tenía un pequeño problema de tos”
LA MENTIRA DE TODOS LOS DÍAS
La mentira usada a conveniencia para atacar o defenderse ha sido un arma mortal usada por ambos.
Por ejemplo, a pesar de las evidencias, zafaron con mentiras de los escándalos sexuales que sacudieron sus respectivas gestiones.
Trump tuvo más de un lio por sus relaciones con una actriz porno y prostitutas rusas y Evo con menores de edad. A propósito, ¿Qué será de la Noe?
LAS MENTIRAS POLÍTICAS
Trump, desde antes que perdiera en las últimas elecciones del 3 de noviembre, ha venido vociferando sobre un inexistente fraude cuando fue él quien pidió cambiar los resultados en Georgia. Se lo escucha claramente en la grabación que presentó el Washington Post exigiendo a un funcionario de su partido adulterar los resultados en 11.780 votos.
Evo Morales, a su vez, inventó un golpe de Estado para justificar su cobarde huida del país y con esa falsa narrativa terminarán en Palmasola o Chonchocoro quienes él considera son sus enemigos.
DIVIDIR PARA REINAR
Para Trump y Evo, la polarización es necesaria, allí es donde anidan. El mundo se divide entre amigos y enemigos, entre los leales, amarra “wuatos” , y el resto, a los que hay que liquidar. De diálogo, negociación y convivencia democrática no saben nada.
A Evo también se lo escucha claramente en la conversación grabada con Faustino Yucra en la que le da ordena bloquear y cercar las ciudades.
Evo tiene obsesión por los cercos y Trump por los muros, pero sobre todo con permanecer en el poder.
MORIR POR UN CAUDILLO
En su propósito, no les importa cuántos muertos dejan en el camino, no importa ni la hermana con Covid, si hay que bloquear, hay que bloquear, y si muere su propia hermana, como murió, la culpa siempre será de los enemigos.
Son extraordinarios para fanatizar a sus seguidores con mentiras e instigarlos a la violencia.
EL REALISMO MÁGICO EN EL CAPITOLIO
Trump, el presidente de los Estados Unidos, llamó a miles de sus fanáticos a marchar sobre el Capitolio: “Será salvaje”, escribió en su tuit. “Vamos a intentar darles a nuestros republicanos, a los débiles, el tipo de amor propio y audacia que necesitan para recuperar nuestro país”
Y al calor de esa arenga tomaron el Capitolio, acción que le costó la vida a 5 ciudadanos. Trump buscaba quedarse en la Casa Blanca con un autogolpe que desconozca la voluntad popular expresada en las urnas.
Le salió el tiro por la culata. A Evo Morales también.
EL REALISMO BOLIVIANO
El año pasado, Evo Morales fracasó en su propio intento de autogolpe que empezó también pisoteando la Constitución y el resultado del referendo del 21F y terminó en el fraude de octubre 2019.
Fue un intento en el que murieron 31 ciudadanos de ambos bandos, incluyendo policías, y resultaron heridos más de un centenar, muchos a bala disparada por francotiradores del partido de Morales. Se quemaron 60 flamantes buses públicos, domicilios, regimientos policiales, se asaltaron casas y centros comerciales. Los seguidores de Evo Morales además volaron un gasoducto, intentaron tomar un planta de almacenamiento de carburantes y cercar las ciudades para que los citadinos mueran de hambre.
En comparación a lo ocurrido en Bolivia, la toma del Capitolio es un chiste. En todo caso, ambos intentos de autogolpe, fracasaron.
¿SE HARÁ JUSTICIA?
En Bolivia no. En los Estados Unidos, tal vez. El Congreso apunta a un juicio de responsabilidades contra Trump y se amenaza con 20 años de cárcel para los vándalos que atacaron el Capitolio. Aquí, en cambio, habrá prisión para quienes trataron de contener a los vándalos del MAS.
DEPREDASORES DE LA DEMOCRACIA
Como se ve, el populismo de derecha y de izquierda, desde Hitler, pasando por Mussolini y Putin, hasta Trump y Evo Morales, tienen los mismos rasgos.
El primer síntoma de su amenazante presencia es el ataque a los periodistas y medios de comunicación, a quienes responsabilizan de todos sus infortunios. Luego, se los reconoce por el tono agresivo y ofensivo que usan para ridiculizar a sus opositores y enardecer a sus seguidores. Son autoritarios e irrespetuosos con las instituciones hasta que finalmente se convierten en depredadores de la democracia.
Pero, no siempre les va bien. Las bases partidarias se cansan y rebelan abriendo una esperanza a la sociedad. Siempre habrá una Eva Copa o un Mitch McConnell , que se levantaran contra las acciones anti democráticas de estos caudillos.