Arce en el pico de la pandemia : ¡ AGUANTEN ! y nombra un ministro para hacer más política y menos salud

En medio de las cifras más altas de contagios en lo que va de la pandemia y en pleno pico de la segunda ola de coronavirus, el gobierno decidió un giro más político que técnico en el Ministerio de Salud. 

La posesión, este sábado, de Jeyson Marcos Auza Pinto como nuevo ministro de Salud, para reemplazar a Edgar Pozo Valdivia que dejó el cargo tras dos meses y seis días, fue interpretada por círculos del sector salud como un retorno a las dinámicas políticas de Evo Morales.

Aun antes de la posesión, las redes sociales se inundaron de información sobre el perfil de Auza Pinto que fue identificado como personaje clave del entorno que delineó las estrategias contra el gremio médico durante el régimen de Morales.

Su perfil oficial lo presenta como profesional formado en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, especialista en Salud Social y Comunitaria y presidente de la Confederación Médica de Bolivia, además de mencionar varios cargos jerárquicos asumidos en instituciones de salud de ese departamento. 

Pero en círculos médicos, lo señalan como uno de los artífices de la estrategia auspiciada por el gobierno de Evo Morales en su intento de neutralizar los 47 días de paro, movilizaciones, protestas y resistencia de los mandiles blancos en 2018, a través de la presidencia de la denominada Confederación Médica de Bolivia, organización paralela al Colegio Médico de Bolivia con la que el régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS) intentó desarticular la lucha del sector salud. Fue becado a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de Cuba, donde se formó en medicina social y comunitaria, y forma parte de los núcleos masistas articulados alrededor del programa de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Fue también candidato a segundo senador suplente por Chuquisaca en las listas del MAS para las elecciones de 2019.

“Felicidades Dr. Auza. Ahora a trabajar con todos los compañeros. Fundamentalmente con los programas que serán su brazo operativo”, le dice en un mensaje Lina Flores, médica afiliada a la confederación que aun preside la flamante autoridad, en un chat donde interactúan profesionales de salud de filiación masista. 

Fuentes del Ministerio de Salud informaron a Cabildeo Digital que “Auza es pupilo de la exministra Ariana Campero, fue la que lo impulsó a encabezar la Confederación Médica del MAS, y la que lo cobijó durante su estadía en Buenos Aires, donde permaneció el último año y fue médico de Morales”.

El modelo socialista

El mismo día que fue posesionado Auza, desde la clínica privada Los Olivos, donde se recupera luego de dar positivo a Covid, Evo Morales ha tuiteado “#SocialismoEsVida” y ha destacado cifras que, según afirma, evidencian que en los “Países capitalistas registran más muertes por Covid que países socialistas”.

El ministro de Salud, en campaña por una senaduría en las listas del MAS.  Foto: Facebook

Exfuncionarios de Salud que pidieron reserva, opinaron que esos comentarios “no son gratuitos y pueden estar anunciando que ante la inexistencia de un plan integral contra la pandemia, se optaría por el modelo socialista, con médicos cubanos incluidos”.

En medio de la campaña electoral, Luis Arce se pronunció a favor del retorno de los médicos cubanos expulsados en noviembre del 2019 por el gobierno de Jeanine Añez.

Entonces, el exministro de Salud, Aníbal Cruz, informó que el 2019 el gobierno de Morales gastó aproximadamente 78.764.889 pesos bolivianos (11.390.426 dólares) para el pago de 702 supuestos médicos, de los cuales solo 205 acreditaban título profesional. “En vez de ayuda económica era un daño al país, pero beneficiaba económicamente a Cuba”, dijo.

“La luz al final del túnel” anunciada por Auza Pinto “podría incluir un contingente de médicos cubanos”, aseguraron exfuncionarios de la cartera de Salud “porque no existe plan de contingencia, no hicieron nada para resolver lo que criticaron en la primera fase de la pandemia”.

Aseguraron que la gestión del ministro saliente, Edgar Pozo, fueron “60 días perdidos”. Asumió el pasado 10 de noviembre y, al mes de su posesión, fue cuestionado por presuntas irregularidades en la contratación de su hijo en la Caja Nacional de Salud (CNS) y se fue sin una sola iniciativa frente a la segunda ola de la pandemia. Fue uno de los más críticos a la gestión de Añez. Mientras todos los hospitales del país funcionaban a su máxima capacidad, el 15 de junio 2020 instruyó el cierre del Hospital del Tórax, que se prolongó por 40 días, argumentado que "Lastimosamente hay siete funcionarios, seis médicos y una enfermera confirmados y esto se considera un brote de Covid-19”. Entonces reclamó por las precarias condiciones del sistema hospitalario y porque se ponía en riesgo la vida del personal de salud, pero no hizo nada para resolver lo que denunció cuando se venía la segunda ola de la pandemia. 

13.287 contagios y más de 160 médicos fallecidos

Lunes 11, 1.329 contagios; martes 12, 1.473 contagios; miércoles 13, 2.057 contagios; jueves 14, 2.198 contagios; viernes 15, 2.573 contagios; sábado 16, 2.091 contagios; domingo 17, 1.503 contagios. Bolivia enfrenta el momento más crítico desde que se inició la pandemia, 13.287 contagios en siete días.

Y el presidente Arce, dijo que hay que “aguantar” y su flamante ministro de Salud ha ratificado que “Estamos en una ardua lucha de reactivación económica y tenemos que aprender a vivir con esta enfermedad”. 

Y el panorama es desolador. Dos días antes del cambio de Ministro de Salud, el periódico Página Siete informó que “En lo que va del año, por día un médico pierde la vida en primera línea en La Paz” y el día que se posesionó la nueva autoridad, un reporte de El Deber dio cuenta que “siete profesionales de salud murieron en un día en La Paz”.

El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Cleto Cáceres, dijo a Cabildeo Digital que “en medio de esa desolación no pueden decirnos “aguanten”, es inaceptable” y ratificó “el estado de emergencia porque nos estamos muriendo por salvar la vida de la gente”. Informó que desde que se desató la pandemia, “han perdido la vida más de 160 médicos en todo el país, son muertes que se podían haber evitado si se dotaba de todos los insumos de bioseguridad al personal de salud”.

Este sábado, al posesionar al nuevo Ministro de Salud, el presidente Luis Arce dijo que “Así como nosotros hemos aguantado un Gobierno de facto, hemos resistido un Gobierno de facto hasta recuperar la democracia, hoy nos toca aguantar y resistir el coronavirus hasta vencer y recuperar la salud para el pueblo boliviano”.

Las redes sociales se saturaron de mensajes y cartas de indignación ante las declaraciones del presidente Arce. La médica, Adriana Iriarte Nuñez, le escribió “Me impresiona que una persona educada, estudiada y que representa un país le pida a su población que aguante sin algo fundamentado, ¿cuál es la posición que nos dio ante éste embate? ¿Nos da insumos y/o medicamentos? ¿Diseñó un plan de contingencia con su ministro de salud, un plan de acción quizás, o alguna medida para enfrentar la pandemia? Hizo traer millones de pruebas rápidas y de antígeno nasal, que bueno, y ¿qué pasa con los medicamentos una vez detectada la enfermedad? ¿Los insumos y equipos hospitalarios? ¿Y sobre todo la concientización al país? Levantar restricciones ha sido la peor decisión y no dictar cuarentena es un asesinato directo a los médicos y al personal de salud. No me responda hablándome del despilfarro que por cierto sucedió en su gestión como ministro de economía, no me responda hablando de Añez que tuvo más presencia que usted ante una pandemia y un problema social juntos, le pido que me responda en el hoy, en el ahora, 17 de Enero de 2021”.

Mural en homenaje a los médicos fallecidos por Covid19 en Santa Cruz.  Foto: Colegio Médico de Bolivia

Este domingo, una mujer de 32 años, embarazada de seis meses, que tenía síntomas de Covid-19, no pudo aguantar y murió en un bus interdepartamental en plena carretera Santa Cruz–Oruro. Autoridades del Sedes Oruro informaron que los pasajeros declararon que la difunta presentaba un cuadro de fiebre, tos, dolor de cabeza y problemas de respiración.