El colapso este martes del telescopio del mundialmente conocido Observatorio de Arecibo, en el noroeste de Puerto Rico, supone el final de una era en una parte de la investigación científica y en el turismo de la isla. La plataforma del radiotelescopio se desplomó por la mañana debido a fallos estructurales que arrastraba desde hace meses.
El plato de más de 300 metros de diámetro y 900 toneladas de peso ha quedado completamente destrozado por la caía de la plataforma receptora suspendida sobre él tras la rotura de los cables que la sujetaban. Nadie estaba cerca del plato cuando ocurrió el accidente.
Los cables estaban soportando una tensión adicional después de los dos fallos anteriores. En agosto de este año, se rompió uno de los 12 cables auxiliares que ayudan a sostener la plataforma metálica. Esto dejó un corte de 30 metros que rompió cerca de 300 de los paneles colocados en el interior del plato reflector. La situación se agravó el 6 de noviembre al resquebrajarse otro de los cables. La estructura quedó así extremadamente debilitada.
Por ello, a finales del pasado noviembre, la Fundación Nacional de Ciencia (NSF, en inglés) estadounidense emitió un comunicado anunciando el desmantelado en breve del observatorio a causa de su deterioro. En él, la propietaria de la instalación anunciaba que los daños en el observatorio no podían ser reparados sin poner en riesgo a los equipos de construcción ni a los trabajadores de las instalaciones.
Arecibo suponía, además de uno de los telescopios más grandes del mundo de un solo plato, uno de los más importantes desde su construcción hace 57 años. El observatorio era a su vez uno de los atractivos turísticos principales de Puerto Rico y era visitado anualmente por casi 100.000 turistas.
El director del Observatorio de Arecibo, Francisco Córdova, informó este martes que los especialistas están analizando e inspeccionando el alcance de los daños e indicó que es pronto aún para saber si se podrá o no establecer otro en el mismo lugar.
Observatorio de Arecibo, en el noroeste de Puerto Rico
Los logros de Arecibo
Un triste final para un observatorio que ha estado funcionando durante 57 años y ha sido fundamental para varios importantes descubrimientos premiados con el Nobel. En 1964, permitió determinar con precisión el periodo de Mercurio, y pasarlo de 88 a 59 días. También hizo posible obtener las primeras evidencias de la existencia de las estrellas de neutrones, así como del descubrimiento del primer púlsar binario y del púlsar de giro más rápido.
En 1989, ayudó a obtener la primera imagen directa de un asteroide y llevó a descubrir el púlsar PSR B1257+12, que más tarde hizo posible el hallazgo de los primeros exoplanetas. El radiotelescopio de Arecibo ha permitido trazar mapas de la distribución de hielo en las regiones polares de Mercurio, el hallazgo de moléculas prebióticas en galaxias lejanas y la detección de violentos estallidos de energía.
Defensa planetaria
Además de eso, en 1974 se envió el Mensaje de Arecibo, una transmisión de radio con la finalidad de comunicarse con extraterrestres, y dirigida al cúmulo globular Messier 13, a 25.000 años luz de distancia, y que definió un patrón de píxeles. En este tiempo, también ha sido una de las fuentes de datos de los proyectos de búsqueda de vida exterrestre. Esto, y su aparición en la novela «Contact», del astrónomo y divulgador Carl Sagan, lo hizo bastante popular entre el público.
Arecibo también era especialmente valioso por su papel en la defensa planetaria, el hallazgo y seguimiento de asteroides que podían acercarse demasiado a la Tierra, un trabajo que, según dijo a Space.com Anne Virkki, quien lidera el equipo de radar planetario en el observatorio, «no es fácilmente reemplazable por otras instalaciones e instrumentos existentes».