Foto: Hackers mexicanos fotografiados en el Hotel Real Plaza.-
Al menos cuatro informáticos mexicanos y un venezolano, coordinaron con el equipo nacional que ejecutó el fraude en la Elecciones Generales 2019 en Bolivia que trabajó de manera directa con exautoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE), según un reporte policial que forma parte del informe oficial de la Procuraduría General del Estado.
Dicho reporte, contiene detalles de la forma en que ciudadanos extranjeros, con la autoría intelectual del gobierno de Evo Morales y la activa participación de los exvocales electorales designados por el Movimiento Al Socialismo (MAS), ejecutaron el plan para consumar el fraude electoral en octubre 2019.
El informe de fecha 28 de septiembre de 2020, detalla los ingresos al país de cuatro mexicanos y un venezolano, que habrían operado el software “Territorial Visor” para alterar los resultados de la votación.
Hackers mexicanos en inmediaciones del Centro de Cómputo
Detalla que el exdirector de Informática, Cartografía e Infraestructura Espacial del Instituto Nacional de Estadística (INE), Sergio Daniel Martínez Beltrán, tuvo “acceso irrestricto” a la información del Órgano Electoral y fue el responsable de activar el software para manipular los datos desde “una laptop color ploma marca Toshiba, pantalla touch screen, de su propiedad” que operaba con estricto recelo para no dejar evidencias de su actividad. En dicho aparato habría instalado el software “Territorial Visor” creado por los mexicanos y que presentada como “de su propia creación”.
El informe de la Policía estableció que las actividades de Martínez fueron detectadas y denunciadas por funcionarios del INE al punto de presionarlos que entregue la base de datos, sin embargo, fueron advertidos de que contaba con el respaldo del exvicepresidente Álvaro García Linera y, por tanto, “era intocable”.
Del INE al Tribunal Supremo Electoral
Debido a las sospechas que levantó entre funcionarios del INE, Martínez Beltrán habría sido contratado por el Tribunal Supremo Electoral precisamente en los días previos al verificativo de las elecciones Generales de octubre 2019.
“El 27 de septiembre, por órdenes de la vocal María Eugenia Choque Quispe se intentó realizar la contratación de Sergio Daniel Martínez Beltrán”, señala el informe policial revelado por el periodista Carlos Valverde.
“A propuesta de la Presidenta del Tribunal, y en sala plena donde estuvo María Eugenia Choque, Lidia Iriarte, Ildefonso Mamani, Edgar Gonzales y Lucy Cruz Vilca, decidieron la contratación de Sergio Daniel Martínez Beltrán, sin que esté de acuerdo don (Antonio) José Iván Costas Sitic”, señala.
Añade que renunció al INE y que, primero, fue contratado como asesor técnico de la sala plena del Tribunal Supremo Electoral y, luego, “la primera semana de octubre, previa evaluación realizada saltando los conductos regulares, Luis Fernando Butron Sandoval lo pone de jefe de TIC Sereci La Paz. Llamó para que esto se haga la señora María Eugenia Choque Quispe”.
Estas actividades irregulares, según pudo establecer la investigación policial, se coordinaban en sesiones privadas en las que participaban las vocales del TSE Lucy Cruz Vilca, Lidia Iriarte Torres, Idelfonso Mamani Romero y Édgar Gonzales Torres, “que formaban parte de un grupo del MAS-IPSP, denominado Bloque Simón Bolívar” y tenían contacto directo “con Juan Evo Morales Ayma, Álvaro Marcelo García Linera, Héctor Arce, Carlos Romero y otros ministros aún no identificados entre los meses de octubre y noviembre del año 2019”.
Debido a la estrecha coordinación entre autoridades del TSE y el Gobierno, Martínez Beltrán no sólo gozaba de la confianza de las máximas autoridades del TSE, sino también de los Ministros que tenían “responsabilidades territoriales y coordinaban detalles del fraude, entre ellos la ministra de Cultura, Wilma Alanoca Mamani, encargada de la ciudad de El Alto; de Defensa, Javier Eduardo Zabaleta, a cargo de La Paz; Juan Ramón Quintana se encargaría de la supervisión y coordinación con delegados presidenciales de los TEDs departamentales, como los vocales María Eugenia Choque, Lucy Cruz Vilca, Ildefonso Mamani…”, puntualiza.
El informe también menciona Max Javier Eguibar, jefe de Gabinete del Ministerio de la Presidencia a cargo de Juan Ramón Quintana, como el encargado de coordinar directamente con los mexicanos.
Los hackers mexicanos capacitaron y asesoraron para el fraude
El reporte policial coincide con la información revelada por el portal “chairoleaks.com” que, en diciembre pasado, informó que el equipo de informáticos mexicanos, liderados por el hacker Ramón Díaz, llegó a Bolivia en julio de 2019 para “cooperar” en la campaña de Evo Morales.
El pasado 30 de diciembre, el portal digital informa que los mexicanos activaron un software denominado “Territorial Visor” al que cargaron información electoral oficial proporcionada por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), en una nota titulada: “López Obrador ayudó a Evo Morales para hacer fraude en las elecciones de Bolivia”.
Señala que “el equipo de hackers realizó capacitaciones y trabajó durante tres meses para inflar en el padrón electoral en al menos un 3% con apoyo de exvocales del TSE, logrando así un total de 220, 000 nuevos votos para favorecer a Evo Morales”.
La misma información fue develada por el portal digital Prensa Libre Bolivia que asegura que “los expertos mexicanos en informática tuvieron acceso a uno de los servidores que operaban de manera oculta con facultades de “Administrador” durante el fraude electoral en Bolivia”.
Este “administrador” fue detectado en el informe de auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) que aseguró que “la manipulación dolosa de los comicios se produjo en dos planos. En primer lugar, la auditoría detectó alteraciones de las actas y la falsificación de las firmas de jurados de mesas. En segundo plano, se constató que en el procesamiento de los resultados se redireccionó el flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), lo que posibilitaba la manipulación de datos y la suplantación de actas”.
Prensa Libre detalla que el software“Territorial Visor” fue montado con información oficial que manejaba el gobierno y que comprendía siete filtros: Tendencia electoral, cantidad de militantes (Datos TSE), proyectos ejecutados (UPRE y otros), militantes de oposición (Datos TSE), población (INE), movilidad territorial (SEGIP, TSE), y datos sociales ( Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio de Obras Públicas, INE).
Añade que el grupo de hackers realizó capacitaciones en las aulas de la Escuela de Gestión Pública Plurinacional ubicadas en el Edificio Multicentro, en la Avenida Arce de la Ciudad de La Paz y que trabajaron durante tres meses con el objetivo de manipular el padrón electoral e inflar los votos a favor de Evo Morales.
Para este fin habrían identificando las siguientes regiones y municipios: Puerto Acosta; Inquisivi 23%nuevos votantes (Caracoles) Mineros; Quime; San Pedro de Curahuara; Achocalla 45% de incremento de votantes; Machacamarca (Potosí); Macha; Belen Huari( Oruro); Curahuara de Carangas; San Cristobal; Beni (Padrón inflado); Comunidades de San Borja; San Ignacio de Moxos; Chapare; Villa Tunari; Chimoré; Sinahota; Guanay (Notaria Masista), donde “inflaron” al menos 220,000 votos que favorecieron a Evo Morales.
“Los hackers mexicanos actuaban como asesores, fueron fotografiados en el hotel Real Plaza, donde se llevó cabo el conteo de votos por parte del TSE y desde donde montó la logística técnica e informática para la alteración de los datos. Se denuncia que también ellos han tenido acceso al servidor BO20 que junto al servidor BO01 operaban de manera oculta, con facultades de “Administrador” según detalle el informe de la Auditoría de la OEA”, puntualiza el reporte de Prensa Libre.
Y añade que “Ramón Díaz y su equipo huyeron del país por tierra después del 10 de noviembre (2019), según datos de Migración lo habrían hecho a través de la frontera con Chile para, desde ahí, retornar a México vía aérea”.
ZAB.