Por Amalia Pando .-
La Paz padeció dos días de bloqueos de padres de familia de los colegios fiscales que paralizaron el transporte en el marco de cientos de enfermos y muertos que todos los días deja la pandemia del Coronavirus y del esfuerzo agotador de la ciudadanía por retomar sus actividades económicas.
Ha sido una segunda ola de movilizaciones, esta vez destinada al ataque contra los Alcaldes de La Paz, El Alto y Cochabamba. La primera, la de agosto, fue la de los bloqueos campesinos que destrozaron el país para oponerse a la postergación, en tan solo 40 días, de las elecciones nacionales .
Asociaciones de padres de familia, Juntas vecinales, vecinos “auto convocados” y cualquier otra organización popular es usada por el MAS para cumplir el objetivo político de arrinconar y en lo posible destituir a las autoridades opositoras a Evo Morales.
“No estamos haciendo nada, estamos en nuestro derecho”, gritaban algunas mujeres cuando apareció la policía para despejar con gases lacrimógenos la estratégica calle 17 de Obrajes .¡“Nada”!, cuando miles y miles de vehículos no podían circular.
Otra vez, no dejaron pasar ambulancias
Estos bloqueos se repitieron durante dos días motivados aparentemente por la exigencia de un bono de mil bolivianos en reemplazo del desayuno escolar, suspendido desde marzo cuando las escuelas fueron cerradas por la pandemia. Pedido que ya había siso aceptado pero que igual sirvió de excusa para enardecer a los bloqueadores.
La Paz fue el tercer blanco de esta ola que comenzó en el distrito de K’ara K’ara, en Cochabamba, donde un grupo de vecinos cumplió el sexto bloqueo del año al botadero municipal, y que fue seguido en la misma semana en El Alto por padres de familia con la bandera del bono de los mil bolivianos.
Es tan evidente la intención política de estas movilizaciones que solo se dieron en esas tres ciudades para desprestigiar a sus respectivos alcaldes. Ningún padre de familia se movió en los municipios controlados por el MAS, donde en muchos de ellos ni siquiera tienen desayuno escolar.
En El Alto, primero fueron “retenidos” durante algunas horas siete funcionarios del municipio. Días después, el martes 5 de septiembre, la alcaldesa Soledad Chapetón aceptó dialogar con los “padres de familia” del Distrito 14 en el templo Virgen de Urcupiña donde el diálogo fue reemplazado por una medida de fuerza. La Alcaldesa Chapetón fue secuestrada durante 6 horas.
Estos padres de familia no reclaman educación para sus hijos, internet gratuito, maestros capacitados en la educación virtual o lecciones a través de la televisión estatal, como en otros países. No, el objetivo es plata, el objetivo es que el municipio no utilice el presupuesto del desayuno escolar en vistosas obras urbanas, pues de por medio están las próximas elecciones municipales y el interés del MAS de hacerse de las Alcaldías de las ciudades del eje central del país.
En la zona sur de La Paz, encabezó los bloqueos el masista Hilarión Martín Ibáñez Torrejón, eterno dirigente de los padres de familia, de quienes se aprovecha para realizar cobros ilegales, extorsiona a los directores de las escuelas y se niega a convocar a elecciones, tal como se aprecia en el video de Cabildeo “ Evo detrás de los bloqueos”.
SEIS VIDAS QUE EL ODIO SE LLEVÓ
Los padres de familia son un rebaño azul conducido por lobos sedientos de sangre.
El episodio más doloroso ocurrió en El Alto, el 17 de febrero de 2016, a solo 4 dias del referendo que perdió Evo Morales. Incendiaron la Alcaldía, rodearon el edifico con una multitud de “padres de familia” y aseguraron las puertas para que no escape el centenar de personas que se encontraba en el interior del edificio.
6 muertos en el incendio de la alcaldía de El Alto. Foto: Erbol
La Alcaldesa Chapetón se salvó de milagro, pero murieron asfixiados seis funcionarios municipales: Rosmery Mamani Pancara, 46, madre de tres hijos; Ana María Apaza, 46, contadora, madre de una niña de 9 años; José Ortiz, padre de dos hijos; Javier Mollericona, ingeniero de sistemas; Gloria Magaly Calle, 21 años, técnico supervisor de obras; y, Juan Laura, abogado, de la oficina de Recursos Humanos que ingresó al edificio en llamas para salvar a sus compañeros, fue golpeado en la cabeza, perdió el sentido y murió por asfixia, como todos los demás.
Los dos principales responsables materiales de esta matanza fallecieron en julio pasado por Covid-19, el ex viceministro de gobierno Marcelo Elio y el dirigente por 30 años de los gremiales, Braulio Rocha.
EVO NO TOLERABA EL MÍNINO RECLAMO
Mientras lo ataques del MAS son perversos, violentos y con el objetivo de provocar daño político y malestar en la ciudadanía, como inundar Cochabamba con basura, Evo Morales no toleraba el mínimo reclamo.
Pedían 500 bs y les dieron 1000 garrotazos. Foto del Documental The Fight
El pedido de los discapacitados de una renta de 500 bolivianos fue aplastada con una brutalidad tan desproporcionada que causó horror en la comunidad internacional. Hay que ver nuevamente el documental de Violeta Ayala, The Fight o La pelea, para recordar la indolencia de Evo Morales.
LA NIÑA Y SU ESCUELITA
Una niña reclama por su escuelita
Una maestra y un director de escuela fueron destituidos y procesados tras la visita de Evo Morales a la comunidad de Chapimayu, en Monteagudo- Chuquisaca.
Su presencia, el 28 de mayo de 2019, se debía a un proyecto de electrificación. Todo el pueblo participó en el acto. Los maestros y los niños con impecable guardapolvo blanco se ubicaron en primera fila. La mejor alumna de unos 10 años recitó emocionada, se puso de rodillas frente al todo poderoso presidente, lloró y se colgó de su cuello, él la beso tiernamente en la mejilla. Pero estaba indignado. Se levantó y ordenó las sanciones a los responsables.
Evo besa a la niña y castiga a su maestra
La niña recitó:
“Mi escuelita querida,
mi escuelita olvidada,
pero siempre será recordada.
Con más de 50 años de vida,
pero no perderemos la esperanza
de que los sueños sí existen,
y que algún día
nos la construirán con confianza.
Te pido con mucha tristeza.
Reclamo mi escuelita."
No estaría nada mal que el próximo gobierno haga realidad los sueños de los niños de la Unidad Educativa Chapimaya y reincorpore a la maestra y a su director, víctimas de la irá de un dictador.