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Por: Amalia Pando.-
La re inhabilitación (inhabilitado en dos instancias) de Evo Morales para postular a senador es otra victoria sobre el proyecto dictatorial que él representa. Victorias que se acumulan desde el 21F de 2016 y que este 18/10 será la estocada final. Podemos decir que tiene sus días contados.
TRES VERSIONES, UNA ENCUESTA
Un editorial de El Deber opina en cambio que el MAS está cerca de retornar al poder a la luz de una encuesta publicada el pasado domingo. Peor aún, teme que pueda ganar en primera vuelta por la dispersión del voto entre los demás partidos que no hicieron el mínimo esfuerzo por unirse. “¿A qué juegan?”, se pregunta el influyente periódico cruceño. ¿A un pedazo de la torta o al retorno del MAS? Y luego, les da con todo: “una clase política emborrachada por el egoísmo, la mezquindad, la. Irresponsabilidad y mucho de estupidez humana“.
Juan del Granado, ex alcalde de La Paz y dirigente político del MSM, en otro artículo motivado por a misma encuesta, establece que ningún aspirante a la presidencia supera el 30%, que todos han disminuido en intensión de votos, y que la caída del MAS no la ha recogido ningún otro candidato. “Hay liderazgos tan débiles como entusiasmo en los electores “, dice. De momento ganan los indecisos.
Gary Prado Araúz, abogado defensor en el Caso Terrorismo, dice: “Adelante, la suerte está echada”. Opina que a diferencia de octubre del año pasado, en este octubre no existe el peligro masista, “si sobrepasa el 20% será un milagro ”. El MAS podría ser la primera minoría en el próximo parlamento pero son marginales y no tiene opción de alianzas post electorales, dice. Para Prado lo importante es ir a votar, “el destino de la Patria y la Nación boliviana está en nuestras manos”, concluye.
Juan del Granado, a su vez, considera que en la vereda democrática el objetivo es llegar al segundo lugar para ir a la Segunda Vuelta. “Volvemos al voto útil para impedir que vuelva el MAS.” ¿Y la propuesta?, se pregunta, “parece no haber talla política para convocar a un nuevo momento“ y reclama la emisión de un voto con un mandato político.
El Deber, a su vez, recuerda que la composición del parlamento se definirá en la Primera Vuelta electoral y que el MAS volverá fácilmente a controlar el 50% de la Asamblea Nacional. “Los que apuestan por la Segunda Vuelta podrían aspirar a tener el gobierno, pero no el poder". Y a continuación avizora el Apocalipsis: “Será un presidente sin gobernabilidad, pero sí con mucha inestabilidad, marchas, bloqueos, legislativos y callejeros, y escasa legitimidad de hecho, hasta que termine cayendo más temprano que tarde”.
PERAS A LOS OLMOS
Después de leer el editorial de El Deber solo queda cortarse las venas. Sin embargo, está equivocado, no viene el Apocalipsis, viene una gran victoria, aunque sea en Segunda Vuelta.
Como afirma Prado Araúz, el resultado depende del voto ciudadano. Y, coincido, tenemos que ir a votar para inclinar la balanza a favor de una opción democrática.
Pedir la unidad a los candidatos y partidos es pedir peras a los olmos. Si, hay mezquindad y todo lo demás, pero también es cierto que responden a intereses diferentes. Unirlos para ganar y tener un gobierno desastroso y en permanente pugna interna, no es una opción.
JEANINE
Jeanine Añez se ha convertido en el factor divisor de un mismo caudal electoral, factor inexistente en las anuladas elecciones de octubre 2019. Lanzó su candidatura aprovechando su condición de Presidente transitoria. Alguien que la historia favoreció , que apareció de la nada en el vacío de poder dejado por Evo Morales. Tuvo cien días de gloria en el cumplimiento de su mandato: pacificar el país y convocar a elecciones. Su partido, que no había conseguido ni el 5 % en 2019, dijo “ ahora es cuando”.
Jeanine debía gobernar exitosamente más allá de esos primeros cien días si quería acabar políticamente con Carlos Mesa, el que enfrentó a Evo Morales en 2019.
Pero no fue así. Nos dejó librados al Covid-19 y a los bloqueos de Evo Morales. Se entregó a los brazos de la agroindustria cruceña cuyos intereses intenta representar, y hay tantos casos de corrupción y sobreprecios en la compra de equipos hospitalarios y de bioseguridad que da vergüenza ajena.
Para el 6 de Agosto , esperábamos la renuncia a su candidatura, en un gesto de grandeza que la hubiera proyectado hacia el 2025. Pero, ¡qué va¡, Jeanine rifó su presente y futuro, ¡es una pena!. El voto mayoritario también será de castigo para quien no supo cumplir su mandato y lanzó una candidatura útil al MAS puesto que su existencia electoral depende de restar los votos a Mesa.
TUTO QUIROGA
Tuto lanza ataques certeros contra Evo Morales y el MAS, y en más de una ocasión he tenido que aplaudirlo. Pero, al igual que Jeanine, su sobrevivencia política depende de arrebatarle votos a Mesa. En las nacionales de 2014, Tuto irrumpió en la arena electoral y le arrancó un 10% al entonces candidato opositor Samuel Doria Medina. Gracias a su actuación, el MAS obtuvo los 2/3 en el Parlamento. Esto sin mencionar la devastación que deja en los partidos por los que ha pasado: ADN, PODEMOS y PDC.
CAMACHO
Luis Fernando Camacho, desde el Comité Pro Santa Cruz, jugó un papel extraordinario en los acontecimientos de octubre que terminaron en la huida de Evo Morales. Lo mismo podemos decir de su acompañante de fórmula, Marco Antonio Pumari en Potosí. Pero, concluido el combate callejero, cuándo debían mostrar sus dotes de políticos, resulta que ya se estaban repartiendo las aduanas y traicionándose públicamente, con grabaciones de audios que Camacho dio a conocer para desprestigiar a Pumari, su propio compañero, quien terminó convertido en un cero a la Izquierda.
Camacho cogobernó con Jeanine y su gente fue un dolor de cabeza para el gobierno transitorio, desde el gerente de Entel que sacó dinero de la empresa para financiar a su comparsa en Santa Cruz, pasando por una ministra de Comunicación que cada vez que habría la boca provocaba comunicados de repudio de las organizaciones de la prensa y de los Derechos Humanos, hasta el ministro de la Presidencia, Justiniano, que aprovechó del cargo para proteger a sus clientes, una manada acusada de violación.
Yo no puedo creer que sectores regionalistas se sientan representados por Camacho, el Camacho que conocemos hoy. Santa Cruz merece y tiene una mejor representación. Pero, lo importante es que no estamos hablando de una elección regional, para gobernador, es una elección nacional para derrotar a un proyecto dictatorial y Camacho no es el elegido, no es quien acabará con esas pretensiones. Al igual que Jeanine y Tuto, los votos que obtenga saldrán del caudal de Mesa.
MESA, AHORA O NUNCA
Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana, tiene que ganar, ningún otro de la vereda democrática tiene esa oportunidad. Si Mesa no gana, el vencedor será el candidato de Evo Morales. Y el electorado debe decidir entre dos, no entre ocho.
En el corto tramo que resta para llegar a las urnas de octubre, queremos ver a un Mesa ganador, y no al candidato del “voto útil”, el mal menor, el peor es nada. Mesa debe ser el heredero de las grandes victorias democráticas como el 21F y la Revolución de Octubre de 2019, y por lo tanto de la mayoría de nuestro país.
El voto que va a recibir tiene un mandato, el que reclama Juan del Granado, acabar con el régimen de Evo Morales. Acabar es opuesto a conciliar. Si piensa que al evitar una confrontación con Evo Morales podrá ganar votos de un azul desteñido, se equivoca. Su caudal electoral no está en ese lado, está en el 65 % de los electores que luchó en las calles contra el prorroguismo y el fraude. Ese 65 % que quiere un liderazgo que tome el poder para destituir a los jueces y fiscales del régimen anterior y procese a Evo Morales, a sus ministros y otros, por el fraude, por la gigantesca corrupción, por terrorismos y estupro.
El próximo gobierno democrático tendrá mil tareas que realizar, como frenar el COVID-19 y la caída de la economía y del empleo, y otras muchas, pero mandato, MANDATO, uno solo: acabar con el régimen montado por Evo Morales, quiere decir, levantar sólidas instituciones para un del Estado democrático.
Que habrá huelgas y bloqueos, que Evo Morales no dejará de conspirar, que tendrá que hacer pactos parlamentarios, que tendrá que aprender a dialogar y ceder, eso se da por descontado, más en una época de profunda crisis económica y penuria colectiva.
Pero que ya esté condenado a renunciar a los tres meses, con el primer bloqueo, como el 2004, están equivocados. Se enfrentará a un Evo y un MAS derrotados, no en ascenso como hace 16 años, y a una oposición de los otros partidos democráticos de derecha, muy debilitados, que irán a desquite en las sub nacionales.
Lo concreto, y me sumo al pedido de Prado Araúz, vamos a votar, vamos a concentrar el voto y vamos a ganar. No viene el Apocalipsis, viene una gran victoria para la democracia.
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