Como el dicho popular dice, era un “ruido a voces” que no se iba a poder aplicar la Cuarentena Rígida en la ciudad de La Paz, por las consecuencias de los bloqueos de hace más de 10 días en el país.
Justamente ese fue el argumento que tuvo el alcalde, Luis Revilla, al oficializar desde su aislamiento, que se suspende sin fecha la condición sanitaria.
Revilla dijo que existe desabastecimiento en los mercados, por ende en las familias paceñas, por ello no sería conveniente el confinamiento.
Desde el 16 al 23 de agosto se debía aplicar ese extremo para evitar el aumento de casos de coronavirus en el municipio, por ende darle un respiro al sistema de salud.
Además de la cuarentena rígida se debía realizar un megarastrillaje que también repartiría medicamentos esenciales para tratar el COVID-19.