Foto: Alex Villca.-
A falta de protocolos para los pueblos indígenas desde las instancias estatales de salud para prevenir el contagio del COVID-19, las comunidades indígenas se vieron obligadas a restringir ingresos y salidas de los pobladores, además de sancionar a quienes no acaten las disposiciones por cuarentena rígida, de acuerdo a sus usos y costumbres.
La información fue proporcionada por Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap) y líder indígena de San José de Uchupiamonas, quien lamentó la ausencia de protocolos en lenguas originarias para las comunidades indígenas de la Cuenca Amazónica.
“Se ha ingresado a cuarentena rígida tras los casos reportados en San Buenaventura, seis, y después saltó a Rurrenabaque donde hay cuatro contagios, por eso hay un temor en las comunidades indígenas”, afirmó a Cabildeo Digital.
Según el líder indígena, hubo más iniciativas desde los propios territorios indígenas, que aquellos implementados desde los diferentes niveles del Estado, para proteger la salud y la vida de poblaciones de uchupiamonas, tacanas, mosetenes, chimanes, lecos, esse ejja y otros.
“Ante esas carencias tampoco hubo brigadas de médicos o asistencia local que puedan traducir a la lengua originaria la información básica del coronavirus (,,,). Los habitantes desconocen de estos protocolos mínimos de prevención de bioseguridad y es otra gran debilidad que el Gobierno no ha podido asistir en idiomas originarios para nuestros pueblos”, indicó.
Las comunidades fueron sacando sus propios protocolos de bioseguridad de cuarentena rígida y después dinámica, que han hecho que las comunidades desde los territorios indígenas amparados en esos decretos hayan ejercido cierto control sobre el ingreso y salidas de las comunidades.
“Han puesto trancas, y han hecho con mucho sacrificio porque eso implica desplazamiento de personal”, señaló.
El reto de las comunidades indígenas de la Amazonía, según explicó Villca, es cuidar a las personas mayores y a los niños que son los más vulnerables, además de implementar el distanciamiento social.
“Por nuestra forma de vida, usos y costumbres, los indígenas siempre hemos sido bastante amigables y vivimos en espacios comunes, no disponemos de una habitación de uso exclusivo, ni un baño exclusivo. Vivimos en una casa muy elemental y rústica y al momento de dormir y comer siempre estamos tocando los mismos utensilios”, explicó.
Los servicios básicos están ausentes, pues si bien San José de Uchupiamonas y San Miguel del Bala cuentan con electricidad la mayoría de las comunidades indígenas no tiene agua potable.
Relató que incluso se llevó al cepo, como castigo tradicional a comunarios que se resistieron a cumplir los estándares mínimos de bioseguridad, como el de salir de la comunidad a poblaciones periurbanas sin barbijos. Aunque reconoció que el adquirir desinfectantes, alcohol, jabón y lavandina ha significado un esfuerzo adicional para estas poblaciones.
Villca explicó que las comunidades organizaron comisiones, tanto para el control de los ingresos y salidas de las comunidades, como para aprovisionarse de alimentos y medicamentos de las poblaciones periurbanas más cercanas.
Sin embargo lamentó que producto del modelo de desarrollo extractivista, los territorios indígenas ya no proveen como antes de los alimentos. “Nos estamos dejando absorber por la forma de economía que no es propia de nuestras comunidades (…). Cada vez dependemos más de la producción externa”, dijo.
Recordó que las comunidades indígenas a lo largo de su historia han padecido varias enfermedades, desde leves hasta más graves y que en muchos casos han acudido a la medicina tradicional.
Pero también observó que desde el Estado no se generaron condiciones para garantizar que los comunarios puedan acceder a los diferentes bonos sociales, pues se vieron obligados a viajar y a salir de los territorios considerados seguros.
EL RETORNO A LAS COMUNIDADES
La pandemia generó el fenómeno del retorno a las comunidades indígenas de comunarios que se fueron a vivir a poblaciones periurbanas y urbanas por temas de salud, educación y trabajo.
“Toda la campaña del temor que se ha infundido por las redes y medios de comunicación ha provocado que la gran mayoría de la población de origen indígena ha tenido que retornar a sus comunidades, y no solo indígenas sino también los pobladores que han decidido ir a los territorios a cometer delitos, como pescar, cazar, talar de árboles, sin autorización”, lamentó.
Pero también la actividad minera y petrolera continuo a pesar de la pandemia, según Villca, quien recibe reportes desde los diferentes territorios que comprenden la Amazonía, Chaco y la Chiquitanía.
JMC