Por Margarita Palacios.-
El pasaje Tiquina es una de las calles con más vida de La Paz, pero durante más de dos meses no hubo ni un alma en el Hotel Tiquina Palace. Como todos los demás tuvo que cerrar a causa del Covid 19. Durante 25 años, este negocio familiar ha sido un punto de encuentro de extranjeros. Rodrigo Serrano, a cargo del negocio se niega a despedir a sus trabajadores, y en esta etapa de cuarentena flexible se dedican a hacer delivery de desayunos ejecutivos a bancos o negocios cercanos y a media mañana ofrecen tucumanas.
Con todas las medidas de bioseguridad, trabajan a contra reloj para tratar de adaptarse a enviar desayunos a domicilio, que incluye café, jugo, ensalada de frutas con yogurt y sandwich de jamón con queso. Ningún trabajador del hotel está en su puesto de antes. Los encargados de recepción pasaron a ayudar a la cocina, y el cocinero está vendiendo.
“Hemos tenido que reinventarnos. Los mismos trabajadores me dijeron que tenemos la cocina del hotel, veremos que podemos hacer con eso. Así que optamos por ofrecer desayunos, los mismos que servíamos en el hotel pero ahora para otro público. Estamos priorizando pagos, continuamos con los empleados pero con deudas. Nosotros no nos pagamos un salario hace meses simplemente estamos cubriendo la alimentación, pero un salario como tal no lo hemos percibido”, dice uno de los administradores del hotel.
ENTRE EL PERSONAL Y LOS IMPUESTOS
Serrano es uno de los 106 socios activos de la Cámara Departamental de Hotelería de La Paz (CDHLP) que para sobrevivir con su emprendimiento requieren apoyo, tanto del Gobierno como del municipio, la banca y las empresas. No piden dinero en efectivo, sino proponen otras alternativas factibles como notas de crédito fiscal que les permitiría afrontar un eventual pago de impuestos a futuro.
“El costo número uno de un hotel, es el personal y ahí si estamos muy complicados. El promedio de mano de obra en hoteles de La Paz puede estar entre una y dos personas por habitación. En muchos casos la situación es insostenible. Por eso, hemos presentado un proyecto de notas de crédito fiscal al Gobierno y estamos esperando que podamos ver el tema de arreglar este costo”, explica Carlos Eduardo Rodríguez Calvo, vicepresidente de la CDHLP y socio de Atix Hotel.
Respecto a las deudas con la banca, se encuentran en una negociación con cierta apertura para conseguir una reprogramación de sus créditos. Por ejemplo, si un hotelero se prestó un monto que debe pagar en seis años, se hará una excepción para hacerlo en ocho.
Con casi tres meses de cuarentena en Bolivia los hoteles se han visto obligados a cancelar todo servicio imprescindible. Disminuyeron el internet al mínimo y suspendieron el TV Cable. Pero con el pago a la Distribuidora de Electricidad (DELAPAZ) se toparon con dos barreras: Facturas con montos elevados por más que bajaron los térmicos de energía y cifras similares a los meses que estuvieron en funcionamiento.
“DELAPAZ nos explicó que a los hoteles se cobra por potencia instalada, es decir que el monto se calcula según el mes del año con mayor uso de electricidad. (…) No creemos que nosotros debemos pagar por eso. Si nos hemos visto obligados a cerrar, no nos pueden obligar a pagar una potencia pico o potencia instalada”, agrega Rodríguez.
La facturación similar a los meses anteriores se debe a que los trabajadores de DELAPAZ no fueron a leer los medidores por la cuarentena. Y en estos casos, la empresa indica que se debe cobrar la tarifa del mes anterior. “Nos están cobrando la misma tarifa de febrero, marzo, abril, mayo. Entonces tenemos unas deudas acumuladas tremendas que serán imposible de pagar para todos los hoteleros”. La Cámara envió una nota y cada miembro hizo su reclamo a la Oficina de Atención al Consumidor (Odeco), pero hasta la fecha, no tuvieron ninguna respuesta.
ELABORACIÓN DE TRES PROTOCOLOS DE SEGURIDAD
Mientras luchan con papeleos por no darle fin a su emprendimiento se preparan para una apertura con una fecha incierta y trabajan en la elaboración de protocolos de seguridad. La Cámara Hotelera de La Paz se enfocó en tres documentos: Uno dirigido hacia sus trabajadores, otro hacia los clientes nacionales como internacionales y un tercero pensado en el trabajo con sus operadores.
Con ocupaciones bajas o nulas de sus habitaciones hacen cuentas para invertir en nuevas tecnologías que den seguridad a sus futuros clientes y eviten el contacto con los trabajadores del hotel. Desde insumos básicos como termómetros pasando por la modernización del check-in mediante celular, la implementación de llaves digitales hasta, en algunos casos, se ha pensado en la desinfección con pistolas electrostáticas que rocían desinfectante o en luces Ultravioleta.
Será una gran inversión para el sector turístico que ingresó herido de muerte a esta crisis por el Covid 19. En agosto del año pasado empezó con el bloqueo en Uyuni que duró un mes, seguido de la quema de la Amazonía Boliviana y finalizó con los conflictos sociales desde septiembre hasta finales de noviembre.
“Desde noviembre no pudimos despegar por los problemas en el país. Y en marzo, cuando ya queríamos volver a la normalidad vino la pandemia. Nos sentimos impotentes, debemos sueldos, luz, agua, cable, impuestos, patentes, AFP deudas en los bancos. Estamos en una situación muy crítica”, escribe en Facebook Beatriz Isabel Medina Ramírez, del Hotel Estrella Andina.
OXÍGENO DEL GOBIERNO
Es por eso que ahora más que nunca necesitan apoyo de las autoridades. La Alcaldía paceña, con la Agencia Municipal para el Desarrollo Turístico, ha mostrado su predisposición en varias reuniones donde el sector hotelero solicitó obtener un descuento de patentes y una rebaja del impuesto predial.
El Gobierno cerró el jueves 4 de junio el Ministerio de Culturas y Turismo y un día después, el Viceministerio de Turismo pasó a la estructura del Ministerio de Desarrollo Productivo. También se creó la Agencia de Promoción de Exportaciones, Turismo e Inversión que servirá, entre otros fines, para promocionar a este sector.
“La Cámara de La Paz inicialmente lamentó mucho el cierre del Ministerio dada la necesidad de contar con representatividad en el gabinete para contar con medidas urgentes y necesarias para el sector, sin embargo, se ha visto con buenos ojos que el Viceministerio de Turismo, no dependa del Ministerio de Educación, y sea dependiente de Desarrollo Productivo, una cartera con mayores recursos y que inicialmente ha reconocido muy bien el aporte del turismo en nuestro país. Esperamos que el trabajo con este Ministerio pueda ser mas fluido que con la antigua cartera”, expresó Rodríguez.
LA IMPORTANCIA DEL TURISMO EN LA ECONOMÍA BOLIVIANA
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) los turistas que llegaron al país en 2018 gastaron 815 millones de dólares en alimentos, hoteles, artesanías y transporte, entre otros.
Estas cifras fueron utilizadas por Mauricio Medinaceli, consultor independiente quien explicó que si el Banco Central de Bolivia (BCB) y el INE pusieran en las estadísticas nacionales el turismo como sector exportador, éste sería el tercer rubro de exportación en el país superado únicamente por Minería e Hidrocarburos.
“Debemos exigir que se contabilice al turismo como un sector exportador. (…) Porque en términos impositivos uno puede lograr una devolución de impuestos por parte del Estado”, resalta.
Otros datos del INE revelan que el 10.5% de la población económicamente activa en el país trabaja en turismo sin considerar el efecto multiplicador. Y según la Encuesta de Hogares de composición del empleo en 2018 casi 72.719 personas viven del turismo.
Está claro que en esta primera etapa del post Coronavirus se empezará con un turismo interno. Según una investigación de Marcelo Arze, especialista en turismo sostenible, el Chapare tiene un 95% de turismo interno, seguido del Lago Titicaca con 70%, Samaipata con 69.5% y Coroico con 63%.
Pero Bolivia no es sólo el Salar y estos atractivos turísticos. Arze resalta que en la competencia mundial de avistamiento de aves, en el Global Big Day, el país continuó entre los mejores 10 destinos aviturísticos del planeta a pesar de que la calificación se realizó durante la cuarentena.
“Estamos en el cuarto puesto en primates, el séptimo en mamíferos, séptimo en mariposas. Pero por otro lado, cuando hablamos de ecoturismo estamos hablando de comunidades. Tenemos 36 grupos étnicos. Y tenemos 22 áreas protegidas nacionales, cada vez más abandonadas y 33 áreas protegidas departamentales.”, explicó Arze en una charla virtual sobre Tipos de turismo para aprovechar el distanciamiento físico.
¿Qué puede hacer el sector hotelero? Entre las propuestas de Arze está generar alianzas, plantear la digitalización de las empresas y replantear una nueva normalidad del turismo con un enfoque de sostenibilidad. “No necesitamos más turismo, sino un mejor turismo. De las 4 Ps del Marketing pasamos a las 4 S: Seguridad, salud, sostenibilidad y solidaridad”.
Rodrigo Serrano, y su esposa, ambos administradores del Hotel Tiquina Palace han pensado también en ofrecer un servicio de desinfección utilizando los líquidos industriales que compraron para el hotel y así generar más ingresos. Aseguran estar preocupados por su familia, se sienten huérfanos por parte de las autoridades pero no pierden el optimismo, y pasan casi todo su tiempo tratando de mantener a flote su negocio.