La noche del jueves en el municipio potosino de Llallagua se registraron hechos de violencia protagonizados por pobladores de comunidades y aylus cercanos que rechazan la cuarentena.
Los campesinos destruyeron cámaras de desinfección, en diferentes zonas de ese municipio, al grito de “no hay coronavirus”, siendo que en la misma jornada, en la localidad se registraba el quinto caso positivo de COVID-19.
Más de 500 personas presuntamente afines al MAS irrumpieron en la ciudad de Llallagua para pedir la renuncia del alcalde por mantener la cuarentena y entre sus peticiones está la realización de elecciones generales en un plazo no mayor a 90 días.
Los bloqueos perjudican de igual manera a la población de Uncía.