Foto Xataca.-
Este 1 de mayo, Día del Trabajador, será singular; después de mucho tiempo el sector obrero y profesional se ha resignado a lo que el sector privado lo ha dicho sin anestesia: no habrá incremento salarial; y es más, ocho de cada diez empresas prevé despidos en los próximos tres meses.
Los industriales y empresarios paceños han coincido por separado, el rechazo a cualquier pretensión de incremento salarial, tanto al haber básico como al salario mínimo nacional durante la presente gestión, y lo han hecho saber vísperas del 1 de mayo. Los argumentos: recesión e iliquidez producto de la cuarentena por la pandemia COVID-19.
En medio de un contexto de anuncio de flexibilización de la cuarentena a partir del 11 de mayo, la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz) ha advertido que el sector industrial actualmente se encuentra en estado crítico de recesión e iliquidez que amenaza a la vida misma del aparato productivo en el país, la viabilidad de las empresas y el empleo productivo y formal.
“La industria se encuentra al borde de su extinción”, asegura Cadinpaz, El sector industrial apunta que en durante la gestión del Gobierno de Evo Morales de 14 años, la industria perdió gradualmente competitividad frente a terceros países por los altos, graduales e inconsultos incrementos salariales.
El salario mínimo en Bolivia es uno de los cinco más altos entre 10 países de Sudamérica y la productividad laboral es la última en la región, indica el sector industrial basado en estudios.
“En este adverso contexto, aprobar un incremento salarial en 2020 se constituirá un extremo que atentaría contra la inversión, producción y empleo con sello Hecho en Bolivia”, señalan los industriales paceños.
En la misma línea la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP), ha rechazado cualquier petición de incremento salarial para esta gestión, considerando la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19.
“Es absolutamente improcedente”, dijo el presidente de la entidad empresarial, Jaime Ascarrunz, quien pidió políticas efectivas al Gobierno para la reactivación productiva del país.
El directivo de los empresarios señaló que este sector tiene bastante expectativa sobre las medidas que el Gobierno anunció respecto a continuar o flexibilizar la cuarentena para precautelar la salud y la “economía” de los bolivianos, acción que de manera general el sector privado apoyó.
“Sin embargo, los empresarios esperábamos medidas económicas específicas y efectivas de reactivación y salvataje para las empresas privadas a objeto de precautelar las fuentes de trabajo”, afirmó Ascarrunz.
Al respecto, los industriales consideran que en la actual crisis sanitaria de la pandemia del Covid -19, el Gobierno ha aprobado un conjunto de medidas económicas a favor de los trabajadores, pero no asumió medidas claras y concretas de apoyo al sector productivo.
El sector privado exhorta al Gobierno Nacional no sólo congelar el ajuste salarial 2020, sino aprobar medidas específicas que permitan sobrevivir a la industria nacional.
“Demandamos además el pago de sus deudas pendientes con las empresas para aliviar la extrema situación económica que vive el aparato productivo”, señala partes salientes de un documento hecho público..
Flexibilización en la cuarenta
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Luis Parada, anunció que desde el 11 de mayo la economía boliviana se flexibilizarán las medidas de bioseguridad en todo el país, basándose en informes de la pandemia del Ministerio de Salud. Esto, independientemente del nivel de riesgo del Covid-19.
“El objeto del Decreto Supremo 4229 establece un punto de equilibrio entre lo que es el control de la salud y la apertura gradual de la economía, política que se viene aplicando en varios países a nivel mundial”, afirmó.
Las actividades económicas que se reactivarán son el sector industrial, manufactura y del sector agropecuario. Estas actividades incluyen la provisión de insumos, materias primas y la distribución y comercialización de sus productos.
JMC