El Deportivo Coopsol, de la segunda división de Perú, rescindió los contratos de toda su plantilla al aducir que no podía pagar los salarios mientras el fútbol esté suspendido por la emergencia sanitaria de la COVID-19, pero con la promesa de volverlos a contratar si finalmente se disputa el torneo.
El cuerpo técnico y los jugadores del Coopsol se enteraron de sus despidos por intermedio de una carta del presidente del club, Freddy Ames. En la misiva, publicada por el diario Líbero, el máximo responsable de la institución argumenta que es muy probable que el campeonato de la segunda división no se llegue a disputar tras haber sido suspendido indefinidamente.
El campeonato de la segunda división de Perú estaba previsto que comenzase a inicios de mayo, pero está suspendido desde que a mitad de marzo fue decretado en el país el estado de emergencia, que incluye una cuarentena obligatoria para toda la población y el cierre total de fronteras. Aunque en principio estas medidas han sido prolongadas hasta el 26 de abril, el ministro de Salud, Víctor Zamora, ya ha anticipado que el fútbol no se podrá disputar con público hasta tener una vacuna contra el coronavirus, lo que puede tomar alrededor de año y medio.
Por eso Ames, el presidente del Coopsol, está convencido de que será imposible que se pueda celebrar el torneo de segunda división, ya que buena parte de los ingresos de los clubes de esta categoría provienen de las boleterías.
Precisamente esta semana la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP), que agrupa a los clubes de primera y segunda división, pedía ayudas económicas a la Federación Peruana de Fútbol (FPF), entre ellas fondos de la FIFA pero también quedarse con la cuota de sus derechos televisivos que debían ceder a la FPF.
De momento la Federación, cuyos trabajadores han aceptado reducirse el sueldo un 25 % en abril, mayo y junio, se ha limitado a señalar que anunciará las ayudas correspondientes cuando haya certidumbre sobre la finalización del confinamiento.