.jpg)
No cabe duda que el histórico desplome a negativo en el precio del petróleo en el mercado internacional tendrá sus efectos en el sector hidrocarburífero nacional. Expertos en la materia advierten un duro golpe en los ingresos por exportación de gas a los principales mercados, con efectos perversos en los niveles subnacionales, pero también un ahorro importante por la importación de combustibles.
El inédito desplome del precio del petróleo ha sido considerado por Raúl Velásquez y Álvaro Ríos, especialistas en hidrocarburos, como un hecho coyuntural, como consecuencia del sobre-estocamiento petrolero por la semiparalización del aparato productivo mundial por el COVID-19 y la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
El ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos considera que la caída tan brusca en el precio del petróleo tiene algunos factores especulativos y que el país debe apostar a contratos interrumpibles en Brasil al margen de Petrobras, para no depender solo de dos contratos.
“El coronavirus pasará y el efecto de hoy día es coyuntural y no es estructural, no es que vamos a tener precios negativos ni en cero varias semanas o meses, habrá una breve regulación del precio del petróleo, pero sin duda este petróleo quedará con precios bajos, de 20 ó 30 dólares el barril, más o menos lo que estimamos por los próximos tres a cuatro meses”, dice a Cabildeo Digital.
Raúl Velásquez, analista de Fundación Jubileo explica que la caída en el precio del petróleo no afectará de manera inmediata al precio del gas, debido a que la fórmula de cálculo es trimestral, lo que significa que es un precio escalonado y se prevé que para abril, mayo y junio haya un primer efecto pero parcial, y que el efecto complejo recién se lo sentirá entre julio, agosto y septiembre,
Esa caída en ingresos de gas afectará las regalías y el Impuesto Directo a Hidrocarburos (IDH) y por tanto, las gobernaciones, universidades públicas y municipios recibirán menos ingresos de lo proyectado. “Estos niveles subnacionales no tienen la ventaja de compensar la caída del precio como el nivel central que importa hidrocarburos”, dice.
El efecto positivo según Velásquez, es que el país al no producir suficiente petróleo debe importar gasolina y diésel, y lo hará a precios bajos.
“Para esa importación se paga precios internacionales que el Tesoro General del Estado previno en promedio de 51 dólares el barril para poder importar, pero si nos fijamos el barril de petróleo está en $us 22 dólares con lo que estamos gastando menos de la mitad de lo que teníamos planificado para importar combustibles, por lo que hay un ahorro de casi $us 500 millones”, explica.
A criterio de Ríos, director de Gas Energy Latín América, el precio del petróleo impactará muy fuerte en los precios del gas natural de la exportación a Brasil y Argentina, sobre todo durante el tercer trimestre del año.
“Entonces, vamos a tener precios de alrededor de tres dólares el millar de BTU (Unidad Térmica Británica) considerando que el anterior primer trimestre estábamos entre 5 a 6 dólares el millar del BTU; es decir, que se ha caído a casi la mitad, y encima de eso si sumamos que hay demanda restringida, estamos en lo peor de los dos puntos: con precio bajo y volumen bajo”, apunta.
En ese contexto advierte que de los $us 2.200 millones que el país esperaba recibir por la venta del gas este año, antes del coronavirus, ahora se proyecta tan solo $us 1.600 millones, muy lejos del promedio que oscilaba entre el 2012 y 2014 de $us 5.000 millones.
Recomienda buscar al margen de Petrobras en Brasil a otros clientes alternativos bajo una diferente estructura de precios más competitivo. “Hay que firmar contratos interrumpibles con terceros, distribuidores, comercializadoras, empresas generadoras de electricidad”, señala.
Ríos señala que la producción actual es de 27 Millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d), cuando se tiene una capacidad de 53 MMmc/d.
En cambio ve poco factible que en Argentina se pueda buscar compradores alternativos ya que el Estado monopoliza el negocio de los hidrocarburos.
La pandemia y la guerra de precios
El experto Raúl Velásquez al momento de analizar la actual coyuntura de los precios de los hidrocarburos contextualiza que es coyuntural porque responde a dos aspectos: el primero, la pandemia del coronavirus que afecta a nivel mundial, y el segundo, la guerra de precios desatada entre Rusia y Arabia Saudita.
Hasta principios de enero el precio internacional del barril del petróleo estaba en $us 60 dólares el barril, sin embargo a medida que se hicieron públicas las noticias de la pandemia desde China, desde febrero hubo la primera caída a $us 50; es decir, hubo un primer efecto coronavirus a principios de año..
“Arabia Saudita pedía que todos los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) suscriban un acuerdo para recortar su producción y evitar que el coronavirus afecte al precio, Rusia no estuvo de acuerdo en ese momento y eso llevó a una guerra de precios muy dura entre Arabia Saudita a la cabeza de la OPEP y Rusia”, explica.
A nivel mundial el principal productor de petróleo ha sido Estados Unidos, seguido por Arabia Saudita, con el 13% de la participación mundial y Rusia, con el 12.8%,
“Había una pugna por espacio de participación y de exigencia de recorte de producción por parte de Arabia Saudita, pero Rusia no estaba de acuerdo porque al igual que la economía boliviana tiene una alta dependencia a la producción de hidrocarburos y no ha podido generar suficiente ahorro para hacerle frente a un periodo largo de precios bajos”, señala Velásquez.
Después de cerrar el último día del mes de marzo en un precio promedio de 20 dólares el barril de petróleo y tras la intermediación de EEUU se consiguió nuevamente sentar a países OPEP y a países no OPEP como EEUU, Rusia y Canadá, donde el pedido principal era bajar la producción y así se redujo 10 millones de barriles diarios al día.
“La idea era lograr frenar la caída del precio internacional del barril del petróleo porque hemos visto que los primeros días de abril ha seguido descendiendo el precio y el día de hoy (lunes) despertamos con un precio de 11 dólares el barril que no se veía desde diciembre de 1998, hace 22 años”, explica.
¿Por qué cae así el precio del petróleo?, el experto dice que el sector de hidrocarburos no funciona como otros sectores económicos donde se puede dejar de producir ante la caída de la demanda, pues una vez que se tiene el pozo operando este sigue produciendo a pesar de la caída de la demanda.
Y a pesar de que los países productores han recortado su producción, siguen produciendo y esto ha llevado a que haya un sobre-estocamiento a nivel mundial.
“La capacidad de almacenaje de EEUU está a su límite, lo propio pasa con China, el problema es que si bien han recortado su producción, otros países están con un almacenaje enorme de petróleo y esto ha conducido a la caída de precios el día de hoy porque si nos fijamos lo que ha caído ha sido el West Texas Intermediate (WTI) y no así el Brent que se ha mantenido en 25 dólares el barril”, analiza Velásquez.
El Brent es el petróleo de alta calidad que se extrae del yacimiento británico de Brent, en el mar del Norte, y cuyo precio se toma en Europa como referencia para el precio de los crudos.
“Hay una caída que responde a que se ha sobrepasado la capacidad de almacenaje (…). Entonces la mayoría de las economías están paradas o semi-paradas lo que hace que el precio del petróleo continúe en precios muy bajos, en la mañana se cotizaba a un dólar el barril y en la tarde está con cotizaciones negativas, algo inédito en la historia del petróleo”, dice.
Ante la volatilidad de precios del petróleo, el analista recuerda que desde Fundación Jubileo se recomendó el 2012 al Gobierno del MAS, que era un tiempo de precios muy altos, por lo que era propicia la creación de fondos de ahorro para encarar la época contracíclica, pero lamentablemente los políticos de turno atacaron a la institución en lugar de recoger la propuesta.
JMC
.jpg)
%20(1)%20(1)%20(1)%20(1)%20(1)%20(2).jpg)
