El dictador venezolano Nicolás Maduro decretó este miércoles la emergencia energética en el país con las mayores reservas petrolíferas conocidas del mundo. Consecuentemente, indicó, se creará una “comisión presidencial para la defensa, reestructuración y reorganización de PDVSA (la petrolera estatal), que tendrá todo el poder para iniciar el proceso de cambios y defensa integral de toda la industria petrolera”. Y anunció que el funcionario al frente del ente será Tareck El Aissami, vicepresidente hasta 2018 y actual Ministro de Industrias y Producción del régimen.
El Aissami ha sido sancionado por Estados Unidos y lo considera un " narcotraficante especialmente designado por desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de drogas", producto de su vínculo con Los Soles, el cártel con presencia en las Fuerzas Armadas venezolanas. Desde julio de 2019, el Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) de los EEUU lo incluyó en su lista de “más buscados”.
Maduro aseguró que la medida busca contrarrestar las sanciones impuestas el martes por el gobierno de los Estados Unidos contra una filial de la petrolera estatal rusa, Rosneft, como consecuencia de sus operaciones comerciales con la dictadura.
Según Maduro, las sanciones buscan “quebrar” PDVSA y fueron impuestas por pedido del presidente encargado, Juan Guaidó, a quien llamó “rata de cañería vende patria”. También les pidió a los presentes que emularan la agresión al Presidente encargado propinada por una empleada de la aerolínea estatal, Conviasa, en ocasión de su retorno a Venezuela.