La flamante presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, se convirtió en la segunda mujer en asumir la jefatura del Estado, que buscó zanjar la encrucijada con una sucesión constitucional avalada por el Tribunal Supremo Constitucional, con el único objetivo de pacificar el país y llamar a nuevas elecciones generales.
La llegada de una mujer a la Presidencia tiene un único antecedente en Bolivia: en noviembre de 1979, a los 58 años, la cochabambina Lidia Gueiler asumió el mando, en el que estuvo apenas 244 días, porque en julio de 1980 fue derrocada por el general Luis García Meza.
Áñez es ahora la 66ta presidenta de Bolivia y tendrá a su cargo la transición hasta el llamado a nuevas elecciones. Sería la segunda beniana en asumir el mando del país, antes se conoce de Alberto Natusch Busch que ejerció el poder de facto en 1979, durante sólo 15 días.
Nacida en la ciudad de Trinidad, en el departamento de Beni, y de 52 años, Áñez es una abogada que fue constituyente de 2006 a 2008, cuando se redactó la nueva carta magna.
Desde 2010 es senadora, primero por el partido del Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPBCN), y después, ya designada vice segunda de la cámara alta, como integrante de Unidad Demócrata (UD).
//Agencias//