Wilfredo Camargo, experto en epidemiología, en una entrevista realizada en Radio Fides informó que la farmacopea boliviana no cuenta con el medicamento Ribavirina, que administrada en la fase inicial del arenavirus, puede ser beneficiosa, por lo que sugiere usar el plasma humano de las personas que se salvaron de la fiebre hemorrágica, además de enemas de malva y mate de malva.
Pidió al Ministerio de Salud enviar al municipio de Caranavi del departamento de La Paz a los técnicos benianos que se salvaron de la fiebre hemorrágica, porque son los únicos inmunes al arenavirus.
Asegura que tratar con ratones es una “muerte segura”.
“Si llevamos a técnicos de La Paz o de Santa Cruz, en 14 días presentaran los mismos síntomas. Deben ir personas con inmunidad para hacer el trabajo”, declaró el médico Wilfredo Camargo a la emisora.
Como medida urgente demanda capacitar a las personas, con prioridad a los pobladores de Caranavi para que no se infecten y que se declare alerta sanitaria en la región, desratizar la zona con técnicos en roedores, echar veneno, prender fuego en los chacos y eliminar las madrigueras.
El presidente del Colegio Médico de La Paz, Dr. Luis Larrea, cuestiona que el Ministerio de Salud no haya tomado en cuenta al ente colegiado porque desde el pasado fin de semana tenían contactos con médicos del Beni, quienes tenían la información sobre el virus que ocasionó la muerte de dos personas en La Paz.
En otra entrevista en Radio Panamericana, el Dr. Wilfredo Camargo contó que hace unos años estuvo a punto de desarrollar con un equipo de diez médicos de la Universidad de Harvard, una vacuna contra el virus mortal (Machupo 2, o Virus Chapare) que tiene hoy en una situación muy complicada al sistema de salud en Bolivia.
El médico especialista fue removido de sus responsabilidades y reemplazado por un médico general, debido a falta de afinidad política y se salvo de un pelo de ser enviado a la cárcel.
Este profesional a dedicado toda su vida a la Epidemiología y ha escrito dos libros sobre el tema y desarrolló experiencia en cinco países de la región además de un postgrado en Epidemiología en Atlanta (USA).