Tariquía: Gritos y silbidos acompañaron el acto de YPFB en Chiquiacá

En la tarde de ayer, en el tinglado de la unidad educativa de Chiquiacá Norte había dos grupos. Uno adentro, alrededor del presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Óscar Barriga; el presidente de YPFB, Chaco Eduardo Paz; el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero, Carlos Quispe Lima y el representante de Petrobras en Bolivia, Benicio Pompa Antunes, que apoya la exploración y proyecta beneficios; y otro fuera, detrás del alambrado. “Es mentira – gritaban – nosotros no queremos que entren”.

Antes, en el camino a Chiquiacá, los comunarios padecieron la instrucción del Ministerio de Hidrocarburos a la Policía Nacional: garantizar el ingreso a toda costa, lo que volvió la atención nacional hacia el lugar. Alrededor de 100 policías, según el Comandante Departamental de la Policía, Miguel Prieto, que encabezaba el operativo, se desplegaron a la zona. Tres buses, cuatro patrullas, y más de una decena de vehículos se abrieron paso.

La instrucción era ingresar al territorio y permitir que las autoridades petroleras y del Viceministerio lleguen al tinglado de la unidad educativa, se reúnan con los dirigentes de la zona y socialicen el proyecto de perforación Domo Oso x1 y Domo Oso x2 para escenificar el apoyo social, algo contemplado en la nota distribuida después por el Ministerio.

A las 12.53 llegó Barriga. Apretó las manos con los pobladores, sonrió y asumió su postura central en la mesa de conferencia. El proyecto de perforación de los pozos en el norte de San Telmo Norte, el área petrolera que atraviesa el corazón de la Reserva de Tariquía, fue presentado a lo largo del discurso.

El comunario, Lisandro Jurado, inició el acto mientras los otros, los de afuera, gritaban y silbaban excluidos del evento. Jurado celebró los resultados que el proyecto dejará y consideró que es un avance que traerá oportunidades al municipio y la comunidad. Los de fuera no fueron invitados. Don Armando Verdún es oriundo de Chiquiacá. Allí nacieron sus padres. En ese lugar crecieron sus hijos y también sus animales y a él nadie le preguntó si quería o no quería. “No queremos, la consulta fue un fraude”, gritaban.

Inmediatamente y casi para frenar los nervios invitaron al secretario general de la comunidad de Chiquiacá Norte, Roberto Castillo. “Estamos recordando el 6 de septiembre cuando hicimos la consulta”, dijo y los gritos continuaron. Siguiente a él, tomó el micrófono el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburos, Carlos Quispe Lima. Agradeció y aceleró el tono de su presentación. Sacó de un folder un legajo de documentos para desplazarse y los mostró a la multitud y a la prensa. El proyecto es de categoría uno –dice -, por lo que la consulta previa solo se debe realizar a la comunidad de su alcance.

En este caso a Chiquiacá Norte, pero las divisiones que realizaron no necesariamente concuerdan con los límites que los mismos comunarios manejan. Sonia Segovia también nació en Chiquiacá. Ella fue a la escuela y sabe leer y escribir. Dijo que había leído sobre el daño ambiental que provocan las petroleras en el lugar donde se asientan y que ni “todo el oro del mundo” podría compensar su salud, el agua limpia que bebe y la tranquilidad que la rodea. A ella, nadie le preguntó.

El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) participaron en la consulta a la comunidad en el área de influencia que es Chiquiacá.

Barriga tomó el micrófono. “La empresa quiere mejorar la calidad de vida de ustedes. YPFB contrató a YPFB Chaco y a Petrobras para realizar el trabajo y si alguien se opone para que trabaje por los bolivianos se opone a los bolivianos. La consulta a otras comunidades la haremos en los próximos meses y en los próximos años, pero me esta oportunidad será a Chiquiaca norte”, sostuvo. A las 13.25 horas terminó el acto.

La directora de Derechos Humanos (DDH), Teresa Rojas, estuvo presente durante todo el trayecto. Con más de 60 años encima se enfrentó a los policías y estuvo al lado de los comunarios. Subió a pie las cuestas, se reunió con los pobladores fuera del tinglado y dialogó. Ni el Gobierno, ni YPFB asumieron que existe un compromiso para el próximo lunes de reunirse con las partes que rechazan la exploración. La Defensoría del Pueblo también estuvo presente y sostuvo que se reunirá con la Policía para determinar si realmente hubo amedrentamiento por su parte.

//El País//