Aquellos que retornan al país tienen que guardar una cuarentena obligada. Parece razonable. Por no haber adoptado esta decisión a tiempo, llego el coronavirus de Italia posiblemente con un centenar de contagiados, aunque se identificó a solo dos de ellos, una murió y segunda se curó.
En último vuelo de Miami con repatriados llegó con mas de 220 pasajeros que fueron recluidos en un hotel de cinco estrellas que cada uno debe pagarse. 360 dólares durante 14 días que dura la cuarentena. Muchos no tienen recursos para esto, en cambio tienen una familia que los puede acoger cumpliendo las normas de seguridad y aislamiento que son básicas y elementales. Esto demandaría un trabajo de seguimiento adicional para el personal del SEDES, que no están dispuestos a realizar , entonces es más fácil confinarlos sin costo alguno para la Gobernación.
Para los enfermos leves, tienen dos centros de cuarentena, con tres pacientes por pieza, sin visitas ni televisión ni celulares para que no se quejen. Una vez al día les toman la temperatura y eso seria todo. La soledad, el malestar y la inactividad los está sumiendo en el estrés.
En La Paz, la Alcaldía alquiló otro hotel de 5 estrellas, a casi 5 mil dólares al día, unos 360 mil dólares al mes, para tener en aislamiento a pacientes con síntomas leves del Covid-19. Un confinamiento inútil y de lujo pagado por los contribuyentes. Inútil porque no reciben ningún tratamiento médico, mientras los familiares se han quedado en casa sin que nadie sepa si también están contagiados o no. El instructivo del Ministerio de Salud prohíbe que les hagan pruebas. Salen a las comprar semanales, están en las colas para el cobro de los bonos, y el coronavirus sigue ganando hogareñas trincheras.
Y en Bernejo, frontera sur con la Argentina, los que retornan al país entran en una cuarentena muy penosa más parecida a un confinamiento carcelario que a una cuarentena sanitaria. Ya no solo es la soledad y el aburrimiento, sino las condiciones de higiene. No hay agua, no tienen mosquiteros, no hay lavandina, nadie limpia los baños, y la comida sin duda es la peor de todos los centros carcelarios.
Dos extremos: entre los hoteles de 5 estrellas y un campo de concentración. Lo más interesante del tratamiento que reciben los repatriados es que no se les hace test. Solo se los encierra.
En relación a los casos positivos con síntomas leves, ¿ no estarían mejor cuidados en sus casas ?, todos los familiares pueden aprender a usar barbijos y lavarse las manos.
Solo aquellos que viven hacinados o que no tengan familia podrían ser candidatos a ser llevados a un centro médico, no a un hotel ni a un campo de concentración ¡A un centro de salud!
Si en vez de gastar en hoteles y vuelos de helicópteros se comprarían pruebas para contener el coronavirus tendríamos alguna esperanza cierta de levantar la cuarentena.
A continuación un video,. El testimonio de los repatriados confinados en BERMEJO.