Foto: Ferroviaria Andina |
A fin de evitar que continúe el bloqueo indefinido de caminos por parte de choferes del transporte pesado internacional, la empresa Ferroviaria Andina S.A. se comprometió a finalizar sus pruebas en el tramo Arica-La Paz.
Esa decisión puso fin al conflicto que se generó por el reinicio de operaciones del tren Arica – La Paz, entre la empresa privada boliviana y los transportistas, los cuales expresaron su preocupación porque consideran que el tren afectará su fuente de ingresos.
Tras sostener una reunión con los representantes del transporte internacional y de la Ferroviaria Andina, el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, anunció que se determinó parar la prueba piloto de carga y socializar la medida para ver la forma en reanudar las operaciones.
El principal punto del acuerdo señala que “los representantes de la empresa Ferroviaria Andina S.A. con la finalidad de buscar soluciones equilibradas, de forma libre y voluntaria, se compromete a suspender las actividades de la prueba piloto en el tramo Arica-La Paz”.
El citado acuerdo también incluye el compromiso de instalar mesas de trabajo con el sector transporte para socializar la reactivación del ferrocarril.
CAPACIDAD
Según análisis del experto en comercio exterior, Xavier Hinojosa, el Ferrocarril Arica-La Paz transportará anualmente solo hasta el 7% de la carga internacional, por lo que no hay razones para que el transporte pesado paralice el país con bloqueos carreteros.
“El puerto de Arica tiene capacidad para mover 4.5 millones de toneladas (Tn), en este momento está moviendo 3 millones de Tn, de las cuales, el 75% es carga boliviana (…), de mover anualmente no más de 300 a 350 toneladas; es decir, menos del 8%”, dijo a Brújula Digital.
La capacidad instalada del Ferrocarril Andino y del ferrocarril chileno, recordó el especialista, comprende 200 kilómetros en territorio de Chile y 400 kilómetros en Bolivia, por lo que “el tren no es ninguna amenaza para el transporte carretero”.
Hinojosa hizo notar la necesidad de que el país no solo tenga conexión con el puerto de Arica por tierra; es decir, a través de camiones y tren, sino también por avión.
“Hay otra cosa adicional, no todo puede ser transportado por el ferrocarril, que lleva carga homogénea y de ciertas características, por eso considero que es un falso problema por un ejercicio de un tren que ni siquiera está en operación, apenas tuvo una prueba técnica y falta la económica”, explicó al medio.
La prueba técnica consistió en la capacidad de tracción del tren de subir cada 100 metros de longitud una pendiente de seis metros, que es la cuesta desde Arica hasta el altiplano boliviano.
Hinojosa comparó el accionar de los transportistas con lo sucedido entre los años 1900 y 1910 cuando los dueños de llamas que transportaban minerales, se opusieron a la construcción del ferrocarril con Chile.
“Ni siquiera se están disparando al dedo gordo del pie, sino al muslo. Entonces es un falso problema, y lo más triste es que es un retroceso a principios del siglo pasado cuando había gente que decía: muera el tren viva la llama”, expresó.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Danilo Velasco expresó también a Brújula Digital que ese sector se encuentra optimista por las nuevas alternativas para el traslado de carga hacia puertos, a través de la reactivación del Ferrocarril Arica-La Paz.
Explicó que al ser Bolivia un país mediterráneo, cualquier nueva alternativa permitirá al sector exportador mejorar el desempeño logístico, lo que será positivo para la competitividad.
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