Análisis estadístico : LA CUARENTENA SÍ SIRVIÓ

Por: G. Durán-Pacheco, Bioestadístico .-

COVID-19, la lucha continua 

A un mes desde que se reportaron los primeros casos de COVID-19 en Bolivia se han documentado 264 casos confirmados y 18 muertes (Ministerio de Salud). 

A estas alturas la mayor parte de la gente está familiarizada con el término COVID-19 y lo asocia a diferentes cosas: a una pandemia, a una epidemia, a una enfermedad, a un virus, a la cuarentena, etc. COVID-19 (COrona VIrus Disease 2019) es el nombre oficial de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 (Severe Acute Respiratory Syndrome Corona Virus 2) reportado oficialmente por primera vez en Diciembre de 2019 en la provincia Hubei, China, donde comenzó una epidemia que se diseminó por toda China, Asia, Europa y que alcanzó en pocos meses la categoría de pandemia global. 

Debido a su dinámica de transmisión y a sus características clínicas, la pandemia de COVID-19 ha paralizado el sector productivo y la economía de prácticamente todo el planeta, ha puesto de rodillas a los gobiernos de todos los países ricos o pobres poniendo a prueba sus sistemas de salud y su capacidad de reacción y organización. En la actualidad se reportan más de 1.5 millones de casos confirmados y más de 89 mil muertes en el planeta. 

Entre las medidas adoptadas contra la pandemia de COVID-19 por el gobierno nacional en Bolivia, la más importante ha sido la cuarentena obligatoria que comenzó a regir desde el 22 de marzo. Esta medida probó tener éxito en el control de la epidemia de la ciudad de Wuhan y toda la provincia Hubei (60 millones de habitantes) y ha sido adoptada por muchos otros países. Una de las principales razones por las que el confinamiento es eficaz es porque evita el contacto de personas sanas (no infectadas) con personas infectadas las que no necesariamente presentan síntomas. En un estudio publicado en la revista Science en el que los autores modelaron la dinámica espacial y temporal de las transmisiones de COVID-19, se estima que entre el 82% y el 90% de todos los infectados en China fueron contagiados por casos de COVID-19 no documentados (muy probablemente porque no tenían síntomas o tenían sintomatología leve). El mismo estudio estima que de todos los individuos infectados en China, el 86% no fueron parte de los casos documentados. 

En Bolivia, un ejemplo de la eficacia de la cuarentena ha sido la ciudad de Oruro, donde se reportaron en total 8 casos confirmados, sin casos nuevos desde el 16 de Marzo hasta el día de hoy (10 de Abril) cuando aparece el noveno. Se trata de un funcionario público que saltó la cuarentena viajando el 25 de Marzo a su localidad de origen donde estuvo en contacto con ciudadanos de varios países. Es decir, desde el inicio de la cuarentena n Oruro, no hubo transmisión local de la enfermedad, o si la hubo, las personas posiblemente contagiadas por esos 8 primeros casos no han presentado síntomas o tienen síntomas leves y se encuentran recuperando sin formar parte de los datos oficiales. Por lo tanto, dadas las condiciones del confinamiento, estos no estarían transmitiendo el virus a otras personas. El noveno caso en Oruro representa un claro ejemplo de importación de nuevos casos debido al no cumplimiento de las medidas de confinamiento. 

Dos maneras distintas de bajar la transmisión de COVID-19 

Una medida para evaluar el nivel de contagios en una epidemia es el Número Reproductivo Instantáneo Rt que representa el número de personas que cada individuo infectado podría contagiar en un día determinado, si las condiciones se mantuviesen como estaban hasta ese día. Lo deseado en una epidemia es reducir los valores de Rt hasta 1 o lo más cercano posible a 0. El monitoreo de Rt ofrece una manera de evaluar la efectividad de intervenciones como la cuarentena o la necesidad de intensificar medidas de control. En la figura abajo los paneles a) y b) presentan los valores de Rt calculados para Suiza y Bolivia. 

Figura: Suiza, uno de los países más afectados, que decidió no implementar el confinamiento obligatorio, pero sí medidas de aislamiento las que fueron respetadas por la población así como un sistema de salud robusto, logra controlar la epidemia de COVID-19. 

Bolivia, que implementó de manera oportuna el confinamiento de la población para prevenir el colapso de un sistema de salud precario. Centros urbanos como Oruro y otros son un ejemplo que el resto del país debe seguir. Lastimosamente no todos cumplen con la cuarentena por lo se observa nuevamente un repunte del número de contagios (datos actualizados hasta el 8 de Abril) 

(Elaboración propia) 

Los valores de Rt muestran un primer pico de contagios en Suiza entre el 4 y 5 de Marzo, un descenso y repunte entre el 12 y 14 de marzo para luego disminuir hasta niveles deseados. Esto indica que la epidemia está siendo controlada. La curva epidemiológica de Suiza (Figura c) indica que el número de casos tuvo un crecimiento exponencial entre el 2 y el 20 de Marzo, llegando a su punto máximo a partir del cual el número de casos nuevos por día comienza a disminuir. 

En Bolivia, el número de contagios por cada individuo infectado (figura b) muestra una notable reducción de 4 a 1 entre el día del inicio de la cuarentena (línea punteada vertical) y el 3 de abril, lo que sugiere que la cuarentena ha cumplido su objetivo de reducir la trasmisión de la enfermedad. A diferencia de Suiza, lastimosamente en Bolivia Rt comienza un repunte a partir del 6 de Abril, es decir un incremento en la transmisión de la enfermedad. 

El día de 8 de Marzo se reportó el mayor número de casos nuevos por día en Bolivia, 54 (Figura d). Ese fue el día con mayor número de casos nuevos en Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Pando. En promedio, deben pasar de 4 a 5 días entre el inicio de los síntomas de un caso primario hasta el inicio de los síntomas de casos secundarios, por lo tanto el repunte de esta última semana se debe a la transmisión del virus ocurrido después del inicio del confinamiento obligatorio (22 de Marzo). Las muertes reportadas la última semana corresponden muy probablemente también a casos infectados después del 22 de Marzo, ya que el tiempo entre el contagio y la muerte de un enfermo con COVID-19 es en promedio de dos semanas. 

La marcha de Yapacaní (4 de Abril), las marchas en el Alto (poco después de la cuarentena), y cualquier otra actividad que conlleve al aglutinamiento de personas tendrá el mismo efecto en los días subsiguientes. Hace poco las autoridades de Montero determinaron el “encapsulamiento” de la ciudad en el que se permitirá a las personas salir a abastecerse de alimentos un solo día a la semana. Medidas como esta, resultarán en aglomeraciones y caos indeseados que incrementarán los contagios. 

Cumplir con una cuarentena es un esfuerzo enorme. Para mucha gente salir de casa es una cuestión de vida o muerte, no necesariamente por la falta de alimentos, también por violencia familiar, necesidad de tratar otras enfermedades u otros. Para el cumplimiento y éxito de la cuarentena, los gobiernos: nacional, regionales, las OTBs y todas las organizaciones de base deben coordinar para garantizar la seguridad alimentaria, de salud y social a las personas en cuarentena, principalmente a los sectores más afectados social y económicamente. 

Para poder ganar esta lucha, debemos enfocar el problema como país y dejar de lado cualquier diferencia de clase, política o de opinión. En este momento los trabajadores del área de salud son los que dan la cara por nosotros y ayudan a las víctimas de la pandemia en un sistema de salud con muchas deficiencias. El aporte mínimo de nuestra parte tiene que ser la cooperación mutua entre vecinos y conciudadanos y coadyuvar a la reducción del número de contagios. No es tiempo de banderas políticas ni de buscar culpables, ahora es tiempo de actuar en equipo.