20.200 millones de euros es el monto aún conservador de las pérdidas que el coronavirus ha causado en el sector turismo durante el mes de febrero, según cálculo de la Organización Mundial de Turismo, OMT, en colaboración con Oxford Economics.
Un último reporte fechado este 4 de marzo, informa que 95 mil personas de 81 países están contagiadas. 3200 han muerto por esta causa. El grueso de los pacientes se concentra en China con 80 mil casos. El virus ha saltado a Europa. El norte de Italia está muy afectado con 3089 casos y 107 fallecimos.
En Suramérica hay 5 países con 12 pacientes confirmados. Ninguno en Bolivia. El último sospechoso internado en la Caja Petrolera padecía amigdalitis. ¡Qué alivio!
El peligro de una pandemia es el causante del pánico y con mucha razón. La Gripe Española aparecida en 1918 infectó a 500 millones de personas y mató a 1 de cada 5, es decir a 100 millones de personas. Después atacaron otros virus, las gripes asiáticas, la de Hong Kong y el H1N1, apareció en 1981 el VIH (SIDA), y recientemente otros virus como el Ébola, el Zika y el SARS.
Lo concreto es que mientras el coronavirus se encuentre suelto, pocos quieren viajar. Los tours de ciudadanos chinos están suspendidos. El impacto es mundial. Las reservas en hoteles, aviones y recorridos turísticos se suspenden por miles.
La próxima campaña de Semana Santa está en riesgo. La British ha suspendido vuelos a Milán por falta de demanda. En Italia, los colegios y universidades cerraron sus puertas. En Ginebra- Suiza suspendieron el Salón del Automóvil y prohibieron todo evento que reúna más de mil personas. Estas son algunas de las muchas medidas que se están tomando en el mundo entero.
Gloria Guevara, del Consejo Mundial de Turismo, recomendó una respuesta “medida, coherente y proporcionada”. El cierre de fronteras y medidas extremas de los gobiernos no detendrán la propagación del virus, reflexionó.
Sin embargo, el riesgo es grande y mientras los israelíes no comercialicen la vacuna que últimamente han descubierto, lo que tomará unos tres meses, el turismo mundial va cuesta abajo en su rodada.
Los cruceros ofertan rebajas del 75% y no logran convencer a muchos. Tras lo ocurrido en el Diamound Princess, ¿quién se arriesga?
Ese crucero, con más de 3700 turistas a bordo, llegó el pasado 3 de febrero al puerto japonés de Yokohama con un pasajero infectado con el coronavirus. Las autoridades no autorizaron el desembarque y declararon al buque en cuarentena. No hicieron nada para salvarlos. Para el 20 de febrero ya habían muerto 2 pasajeros y alrededor de 634 resultaron infectados. Los estadounidenses y británicos fueron evacuados por sus respectivos gobiernos, pero una gran mayoría quedó en medio de la pesadilla, librados a su suerte.
Los únicos que ganan en esta crisis son los productores de insumos médicos. Los barbijos están agotados en el mundo entero. Frente a la escasez, en La Paz, en la Plaza de la Eguino, se comercializan unos cobertores de rostros, de tela, que solo dejan los ojos a la vista, una especie de burka. En otros países, los botellones de plástico son usados como casco de astronauta, todo vale porque la vida continúa.
Entre tanto, todo lo relacionado con el turismo tendrá que contabilizar pérdidas con un impacto brutal en el conjunto de la economía. En China, por ejemplo, este rubro representa el 11 % del PIB. Para España, Italia y Francia el turismo es parte esencial de su economía.
En nuestro país era la esperanza de compensar, aunque sea en parte, la caída de ingresos en el sector hidrocarburos. Es obvio que el coronavirus no será para siempre, pero mientras dure el bajón económico mundial nos impactará en alguna proporción, a pesar de no tener un solo caso.
Los hoteleros de Oruro se quejaron porque en los pasados Carnavales solo ocuparon la mitad de su oferta. Los turistas no llegaron en la cantidad esperada, “pudo ser la lluvia”, comentaron.
El turismo es el tercer rubro económico en Bolivia, después de los hidrocarburos y la soya. Produce el 4,44 % del PIB. Da trabajo a 300 mil personas, en empleos directos e indirectos. Genera cada año más de 700 millones de dólares. Es un rubro que tiene un creciendo del 8,8 % anual, es decir duplica el crecimiento de la economía nacional.
Un tercio del turismo en Bolivia viene del exterior. Esta es la parte que podría verse afectada por los miedos al coronavirus. Es un derrumbe anunciado que demanda políticas preventivas que estimulen el turismo interno y el regional, para compensar al turista europeo y al asiático que con toda seguridad se quedará en casa.