Por Amalia Pando.-
“ Tanto nadar para ahogarse en la orilla”
Periodista Fernando del Rincón
Este 18 de octubre será recordado como el día de la rendición del pueblo boliviano al proyecto autoritario iniciado por Evo Morales. Votó en paz y sin presión por el candidato designado por el jefazo del MAS, Luis Arce, dándole el triunfo en primera vuelta con un 55 % de los votos válidos.
Es un porcentaje tan alto que solo se compara al obtenido por Evo Morales en 2005 y superior en más del 8 % al conseguido el año pasado por Evo Morales con fraude y todo.
GRACIAS CAMACHO
Carlos Mesa perdió algo más de un 9 % de votación en relación a las anuladas elecciones de 2019. Bajó del 37 al 28 %. La derrota del proyecto democrático y la operación retorno de Evo Morales se la deberemos por siempre a Luis Fernando Camacho.
Todo el mundo se lo había advertido y sin embargo persistió en su postulación regional que no le sirvió para nada salvo para sepultar la democracia.
La victoria en Santa Cruz es de los masistas del entorno de Creemos que tenían el objetivo de dividir el voto y de los gonistas como Sánchez Berzain, Duran y Teodovic que querían impedir el triunfo de Mesa y lo consiguieron.
Camacho ha cavado su propia tumba a la que arrastrará a rancios derechistas, que habían resucitado, como Manfred Reyes Villa y otros que llamaron a dividir el voto y que seguramente ya están comprando pasaje de regreso a los Estados Unidos.
Para ocultar lo obrado ahora quiere lanzar a la población a un nuevo paro cívico en protesta contra un falso fraude. El mismo plan B que tenía preparado el MAS por si perdía, ahora ha pasado a manos de Camacho.
Camacho, sin embargo, tiene un atenuante, no es que el único responsable.
JEANINE, MURILLO Y SU COMBO
El gobierno transitorio de Jeanine Añez fue la coronación de la “Revolución de las Pititas “. Era el ejemplo de un gobierno democrático y diferente al de Evo Morales.
Pero no resultó muy diferente, solo de signo político contrario. En tan poco tiempo de gestión se descubrieron demasiados casos de sobreprecios y licitaciones directas, de menor cuantía, casi insignificantes en relación a los negociados azules, pero de igual modo desilusionaron e indignación a la población.
Se sumó la prepotencia de Arturo Murillo, el súper ministro, que destituyó a todo aquel que le pidió cuentas como el procurador José María Cabrera o al Director de la Unidad de Investigaciones Financieras, Ramiro Rivas.
MARINKOVIC EN EL GABINETE
Por otro lado, la incorporación en el gabinete de Branco Marinkovic el representante de los ricos e insurrectos del oriente, solo reforzó la persistente cantaleta del MAS sobre la “derecha golpista y hambreadora “.
Se suma otro hecho reciente. Marinkovic nombró en la presidencia del Banco Central de Bolivia a una personalidad cruceña ajena a la economía y próxima a pasados escándalos de corrupción, lo que derivó en la renuncia de cuatro directores del ente emisor.
CANDIDATURA Y PANDEMIA
Pero el grueso de la desilusión causada por Jeanine estuvo en su candidatura que fue interpretada por la población como un acto de oportunismo y que la distrajo de su gestión, particularmente de los estragos que causó el COVID-19, que dejó un número escalofriante de gente sin trabajo , de enfermos y muertos, y un sistema de salud que en meses no pudo responder a la emergencia y que dejó morir a miles.
Obvio que también el MAS tiene su cuota parte con los bloqueos a los tanques de oxígeno y la negación de la existencia del coronavirus. Pero, para el grueso de la gente, eso no cuenta.
Si perdieron el empleo en la cuarentena o si el papá murió en la puerta del hospital, la culpa es del gobierno de Jeanine.
Cuánto más se prorrogó este gobierno, que debió irse el pasado 6 de agosto, más tiempo tuvo el MAS para reponerse de la huida de su jefazo y la inicial estampida partidaria.
Capitalizó todos los errores de Jeanine que en cambio afectaron negativamente a Mesa quien para una mayoría, es del mismo bando de Jeanine.
La renuncia de Jeanine a su candidatura ayudó pero el daño ya estaba hecho.
DEL NUCLEO DURO AL 55 %
Se estimó que el núcleo duro del MAS estaba en un 30 a 35 %.¿ Cómo saltó al 55 %?
Si hubo indecisos, que en las encuestas estaban alrededor del 20 %, todos votaron por el MAS. Tal vez no eran indecisos, simplemente voto oculto, de aquellos que ni en boca de urna quisieron revelar por quién votaron.
El MAS sumó ese caudal claramente identificado en las actas como población rural y periurbana, rica o pobre, pero todos de ascendencia indígena.
Una población con la que Mesa no tuvo ninguna posibilidad de empatía.
EL MIEDO
El factor miedo, “vuelve el MAS, cuidado”, que muchos pensaban podía ayudar a Mesa, también ayudó al MAS. Si ganaba Mesa, al día siguiente comenzaba la convulsión, los bloqueos, los asaltos y la violencia.
En 2005, la clase media votó por Evo Morales para que deje de bloquear al país. Y este 2020 muchos volvieron a hacerlo para ahorrarse otro noviembre negro.
El miedo a perder el empleo público también explica porque en La Paz, sede de la burocracia estatal, en barrios de clase media, subió el caudal del MAS.
VOTO CONTRA LOS K’ARAS
La “Revolución de las Pititas” derivó en la renuncia y huida de Evo Morales que hace un año se encontraba desgastado por su obsesión de perpetuarse en el poder, objetivo para el que violó la constitución y recurrió al fraude.
Sin embargo, su caída fue una afrenta para el electorado aymara y quechua que encontró en Evo Morales a su libertador, aunque poco o nada hiciera por ellos.
Las denuncias contra Evo Morales sobre el saqueo de millones del dinero público, de los negociados con las mega obras que no sirven para nada e inclusive el abuso de su poder para perseguir y encarcelar y hacerse de amantes casi niñas, todo eso es cierto y por lo tanto no son inventos de una “guerra sucia” electoral, y sin embargo no conmovieron al 55 % del electorado que se aferró al MAS.
Evo Morales, como sea, es de ellos y la “Revolución de las Pititas” les arrebató su mayor conquista, aunque sea un espejismo, les arrebató el poder.
Cuando este domingo 18 se abrieron las urnas hicieron lo que tenían que hacer: votar contra los k’aras.
VOLVERÁN SEDIENTOS DE VENGANZA
Posiblemente la elección de este 18 de octubre será la última libre y democrática. Las siguientes podrían seguir el ejemplo del dictador Nicolás Maduro.
Luis Arce se pondrá la banda presidencial, con seguridad no de manos de la “golpista Añez”, en medio se los aplausos de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, Cristina Kirchner, Nicolás Maduro, Pablo Iglesias y todo el foro de Sao Paulo.
Perdimos la posibilidad de sancionar la corrupción, de independizar la Justicia, el Tribunal Electoral y otros órganos del Estado, que nuevamente serán sometidos a la voluntad del MAS.
Nos hundirán en el endeudamiento con los chinos para palear la crisis económica y en el Chapare se vivirá la gloria.
Pienso en los policías que se amotinaron hace un año, en los militares que juraron lealtad a la democracia , en los médicos, en Adepcoca de Franklin Gutiérrez, en los periodistas que no se doblegarse al régimen de Evo, en la propia presidente Jeanine Añez y sus ministros Murillo, López, Nuñez y Marinkovic , sí, pienso en todos ellos y me digo, mejor ni pensar.
Volverán como buitres sedientos de venganza a tomar posesión de Bolivia y mover todo lo que sea para que nunca más los desalojen del poder. La pregunta es: la otra mitad del país ¿ los va a deja?
¿VALIÓ LA PENA?
Con estos resultados electorales uno se pregunta si la movilización del año pasado, octubre y noviembre, valió la pena. Sí, valió ¡ mucho!
Vimos huir a Evo Morales y ese fue el mayor de los logro. Se fue en un gesto de cobardía que intentó justificar alegando un “golpe de Estado” que nunca existió.
La “Revolución de las Pititas” además de la huida de Evo Morales , logró la anulación de las elecciones fraudulentas y el cambio de los miembros del Tribunal Electoral. No es poco.
Hemos tenido elecciones limpias y demócratas, sin que Evo Morales pudiera postular nuevamente, ni siquiera a senador. Por lo tanto hicimos respetar la Constitución y el 21 F.
Los resultados arrojados por las urnas este 2020 son adversos a las fuerzas democráticas pero esa es la voluntad de la mayoría, que estamos obligados a respetar porque esa es la regla básica de la democracia.
Son resultados inapelables aunque muchos se resistan incrédulos y busquen en un falso fraude y con datos especulativos y pruebas del año pasado, compensar una comprensible frustración colectiva.
Luis Arce Catacora será el próximo mandatario de Bolivia. Evo Morales no volverá a la presidencia , por lo menos, no por ahora. Podrá pavonearse en las esferas de poder y lanzar frases amenazadora e hirientes, pero no dejará de ser el ex presidente que hizo fraude y huyo cuando las papas quemaban.
Pretenderá mover los hilos del poder, pero veremos si Arce y lo demás tienen vocación de títeres.
La “ Revolución de las Pititas” tuvo la fuerza para derrotar a Evo Morales pero no le alcanzó para hacer para cambiar de régimen.
Arce Catacora tendrá al frente una oposición militante, que lo rechifla cuando lo ve, dispuesta a salir a las calles; una sólida oposición parlamentaria con la que tendrá que concertar pues no alcanzó los 2/3; muchos problemas internos con Evo Morales queriendo mandonear ; y, una crisis económica con enormes huecos financieros que él mismo dejó que no le darán margen para satisfacer las sedientas demandas de sus electores.
No hay duda que pretenderán eternizarse en el poder, acabar con la independencia del Tribunal Electoral y de la prensa, y copiar el modelo político venezolano. Eso tienen en la mira. El asunto es que Bolivia ya no es la misma. Ganaron sí, pero tienen una mitad del país que resistirá y que tiene el desafío de organizarse y forjar nuevos liderazgos democráticos porque los regionalistas y fascistas lo único que hacen es dividir y fortalecer al MAS.
En síntesis, hemos perdido una elección pero hemos ganado en democracia y no queda otra que seguir en la resistencia.