Foto: Los Tiempos |
Entre enero y octubre de 2021, el 26 por ciento de esta población, es decir, 1,7 millones de personas tuvo como principal actividad el comercio.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), esta actividad aumentó a causa de la destrucción de más de 700 mil empleos en 2020.
Esto demuestra la lenta recuperación económica del país, pues la población busca subsistir generando autoempleo, informó Los Tiempos a través de un reportaje.
Para ello, el medio consulto al sociólogo y exinvestigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) Bruno Rojas quien opina que esto refleja que las políticas de reactivación de empleo y la economía del Gobierno de Luis Arce, son débiles y no dan resultado, por lo que la población busca la manera de generar ingresos.
“Es complicado que el país pueda recuperarse, y lo que está haciendo la población es buscar sus propios medios de subsistencia, a toda costa, con mucho sacrificio y moviliza a toda su familia para generar ingresos”, dijo.
Después del comercio, un 15 por ciento de la población (622 mil personas) se dedica a la manufactura y el 10 por ciento (414 mil personas) trabaja en transporte y almacenamiento. El rubro de alojamiento y comidas también ocupa un sitio importante.
En la nota destacan que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalaron que la tasa de informalidad laboral durante la pandemia en la región fue del 56 por ciento en mujeres y 54,6 por ciento en hombres.
La semana pasada, el Ministerio de Economía informó que la tasa de desempleo llegó a 5,2 por ciento en el mes de octubre de 2021, cuando en julio del año pasado registró un 12 por ciento. El titular de esa cartera de Estado, Marcelo Montenegro, lo consideró como una buena noticia.
Al respecto, Rojas menciona que eso se debe a un incremento de la ocupación en el sector informal urbano, que cobija generalmente a empleos informales muy precarios, sin derechos y bajo condiciones de subempleo.
“La disminución de la tasa del desempleo no es efecto de las políticas implementadas por el Gobierno, las políticas son todavía débiles, insuficientes, la reactivación económica que se concentra en inversión pública y subvención de empresas deficitarias, implementado bonos, pero todavía son insuficientes para crear nuevos empleos”, indicó el investigador.
Agregó que el Gobierno habla de la baja en la tasa de desempleo general, pero evita referirse a las tasas de desempleo femenino, juvenil e ilustrado, porque son las más altas.
A julio de 2021, casi 700 mil personas estaban desempleadas. La tasa más alta, del 25 por ciento, correspondía a jóvenes de 15 a 24 años. El 15 por ciento pertenece a la población con mayor nivel educativo y otro 15 por ciento a mujeres, evidenciando que el desempleo afecta de manera diferente a la población.
“Son cifras altísimas, seguro han disminuido algo, pero continúan elevadas”, dijo Rojas.
“¿El desempleo disminuyó? Sí, pero a costa de más empleo informal. Basta caminar por las calles y ver una cantidad de personas enorme vendiendo productos con tal de generar ingresos. Ésa es la cara del desempleo: es más trabajo informal, precario, sin seguridad social, seguro de salud”, explicó Rojas.
En tal sentido, la disminución del desempleo parece explicarse más por la mayor autogeneración de fuentes de trabajo en el sector informal, dada la lenta recuperación de las actividades económicas de los sectores estatal y empresarial, señala el investigador.
Antes de la pandemia, Bolivia ya mostraba una crisis de empleo debido a la creciente precarización de las condiciones de trabajo, alta informalidad y subempleo, crisis que tocó fondo con la pandemia.
En 2019, ocho de cada 10 ocupados en el área urbana tenían empleos precarios y seis de ellos, empleos precarios extremos, es decir, temporales o eventuales, con ingresos que no alcanzaban para cubrir una canasta alimentaria y sin aportes a la seguridad social de largo plazo.
Asimismo, alrededor de ocho de cada 10 ocupados trabajaban en el sector informal urbano, más como trabajadores por cuenta propia, de los cuales, el 97 por ciento contaba con empleos pobres, finaliza el reportaje del medio de Cochabamba.