Vía: La Tercera |
El fallecimiento de Lucía Hiriart de Pinochet a 72 horas de la segunda vuelta presidencial –una contienda que para algunos analistas ha resultado tan polarizada que rememora el enfrentamiento entre el Sí y el No del plebiscito de 1988– inquietó ayer tanto al comando de José Antonio Kast como al de Gabriel Boric.
Ambos candidatos, de hecho, se tomaron su tiempo para reaccionar a la noticia difundida poco después de las 16 horas. Y lo hicieron con cautela, como para evitar cualquier paso en falso que pudiese afectar sus opciones de instalarse en La Moneda en marzo de 2022.
El abanderado del Partido Republicano –a quien se le identifica con el régimen militar– aseguró no haber sido cercano a la familia Pinochet ni tampoco haber conocido a Lucía Hiriart, por lo que, agregó, no le correspondía asistir a su funeral.
“Hasta donde tengo entendido, va a ser un funeral privado. Uno en general va a los funerales privados de la familia y de las personas que conoce, y yo no conocía a la señora Lucía. Yo no soy cercano a su familia”, dijo Kast, junto con llamar a no hacer de la muerte de Hiriart “un hecho político”.
El intento de desligarse de la figura del extinto general, sin embargo, podría abrirle a Kast otros flancos ad portas del balotaje, considerando que las bases más radicalizadas del Partido Republicano podrían demandarle un gesto hacia el mundo uniformado.
Gabriel Boric, en tanto, hizo un reconocimiento a las víctimas de la dictadura, pero también llamó a evitar manifestaciones violentas –uno de los flancos de su candidatura– que pudiesen ser utilizadas en su contra.
“Qué más quisiera el pinochetismo que vincular nuestra campaña con actos de violencia y desorden. No les demos el gusto”, se advirtió por redes sociales desde el comando del diputado frenteamplista.
Con esa preocupación, en el equipo de Boric esperaban, de hecho, terminar antes de lo previsto el cierre de campaña realizado ayer en el Parque Almagro, en pleno centro de Santiago, ante la posibilidad de que se pudiera asociar a sus adherentes con eventuales episodios de violencia y descontrol en Plaza Italia.
Con actos masivos en el Parque Almagro y el Parque Araucano, y con encendidos discursos y críticas cruzadas, los candidatos Gabriel Boric y José Antonio Kast cerraron oficialmente anoche sus respectivas campañas.
“Es duro ver la campaña del candidato del gobierno generando aún más miedo y aún más terror. Es igual a la campaña del Sí a Pinochet, es calcada. Nuestra campaña no es de miedo, es de esperanza y de soluciones concretas (...) Nuestro camino es la paz para reencontrarnos con Chile. Necesitamos justicia social y no de violencia. No hay fórmula más clara para la inestabilidad que dejar todo como está, que es lo que en definitiva propone José Antonio Kast”, dijo Boric en su alocución.
“Gabriel no es una mala persona, pero tiene malas ideas y mala compañía. Ha querido cambiar su imagen, pero es el mismo que quería indultar a los vándalos que destruyeron Chile, es el mismo que no quería sancionar a los que agredían a bomberos, es el mismo que se juntó con un asesino terrorista que asesinó a un senador en ejercicio, a Jaime Guzmán, el mismo que ha avalado la violencia política después del 18 de octubre (…) Usted le ha mentido a los chilenos, ha querido cambiar su imagen, desde cómo viste a lo que opina. Nosotros hablamos con la verdad, miramos de frente, no cambiamos nuestras convicciones”, sentenció Kast en su discurso.