Más de 21 millones de venezolanos están llamados este domingo a las urnas, en unas elecciones regionales y municipales que ponen fin al boicot generalizado de la oposición y que contarán de nuevo con observación de la Unión Europea. Las dudas de estos últimos, sin embargo, persisten, ya que solo el chavismo cree que habrá garantías suficientes de transparencia.
En términos estrictamente administrativos, está en juego el control de los gobiernos de 23 estados y de 335 municipios, con cargos a los que aspiran más de 70.000 candidatos. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha habilitado más de 14.200 centros de votación con más de 30.100 mesas y, tras ensayar el proceso, da por seguro que no habrá contratiempos técnicos.
En el ámbito político, los comicios están llamados a ser un primer atisbo de una nueva estrategia, en la medida en que los grupos que representan a la oposición mayoritaria, englobados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han aceptado participar de nuevo. A pesar de que mantienen que no hay garantías, ven más ventajas en tomar parte que en permanecer al margen, como llevan haciendo desde las presidenciales de 2018.
Triunfa así la tesis que venían manteniendo dirigentes como el excandidato presidencial Henrique Capriles, que ya había abogado por cambiar de ‘modus operandi’ para no depender únicamente de la presión internacional contra Maduro, que no termina de traducirse en avances en favor de la democracia o los Derechos Humanos.
La inclusión de dos miembros afines a la oposición en el CNE figura entre los detonantes de este retorno opositor a un proceso electoral, si bien Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2015 y presidente encargado desde enero de 2019, ha rehusado posicionarse públicamente en favor de la inscripción de candidatos.
Guaidó denunció este viernes que “no existe un juego limpio” en las elecciones locales y regionales del próximo domingo, a las que acudirá el bloque antichavista por primera vez en un lustro, incluidos la mayoría de los políticos que le mostraron su apoyo. “El poder electoral en Venezuela no es independiente, está tutelado por la dictadura, las tarjetas de los partidos políticos de la unidad (opositora) siguen secuestradas y sus siglas entregadas a dirigentes cooptados por la dictadura”, dijo en un vídeo difundido en sus redes sociales.
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Juan Guaido denunció la falta de transparencia electoral
Además, afirmó que las autoridades “no permitieron el regreso de los exiliados”, pese a que tres de los candidatos opositores -Tomás Guanipa en Caracas, José Manuel Olivares en estado La Guaira y Américo de Grazia a la Gobernación de Bolívar- retornaron a su país y han podido hacer campaña.
A juicio del exdiputado, “el ventajismo del régimen” del presidente Nicolás Maduro “es total”, ya que se sirven de los medios de comunicación públicos para promocionar al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), “permiten inscripciones irregulares” y “hacen uso de los recursos públicos”.
“Nuestra posición sobre ese evento (electoral) ha sido muy firme y, en las últimas semanas, los hechos la respaldan: no hay condiciones para una elección libre y justa en Venezuela”, subrayó, pese a que la mayoría de los opositores han apoyado la participación en los comicios.
Entre quienes han respaldado la decisión de acudir a las urnas está Voluntad Popular (VP), el partido que lidera Leopoldo López y en el que ha hecho Guaidó toda su carrera.