Esta fotografía nos ahorró mil palabras. Podríamos lanzar un desafío de observación: encuentre en cinco segundos al político que se “coló” en la foto de Jefes de Estado.
Sin embargo, dice mucho más. Este 28 de julio en Lima-Perú, Evo Morales se presentó frente a la comunidad internacional como lo que es: el presidente “de facto” de Bolivia. Integrante de un triunvirato con papeles claramente establecidos. Evo Morales es el Jefazo, Luis Arce es el operador y acompañante en las formalidades y David Choquehuanca apenas sí llega a ser la quinta rueda del carro.
Pedro Castillo, el nuevo presidente del Perú, está deslumbrado con Evo Morales tanto así que, entre tantas atenciones, no se sabía cuál de los dos iba a ser posesionado. Pedro quedó a la sombra de Evo.
La nueva diplomacia peruana ubicó sin decoro alguno y rompiendo todos los protocolos, a Evo Morales y Luis Arce en los extremos de la primera fila de los incómodos mandatarios que posaron para esta foto.
Nunca antes había ocurrido algo semejante. Ningún país está representado por dos presidentes al mismo tiempo. Refleja que en Bolivia ya no queda nada de las instituciones ni las republicanas ni otras. Aquí lo único que vale es la voluntad de Evo Morales y el séquito que lo acompaña, todos burlando la voluntad popular que en octubre de 2020 eligió a un gobierno sin Evo Morales.
Lo nuevo ahora es la expansión de su influencia que llega hasta Lima. Pedro Castillo es un político y flamante mandatario hecho a imagen y semejanza de Evo Morales. Decidió vestirse igual y juramentar del mismo modo.
Además de los trajes estilo Mao-andino, volverán los gabinetes binacionales, pero esta vez confederados y dirigidos por Evo Morales. El Mariscal de Zepita quedará como una pulga tuerta al lado de Evo Morales.
Los peruanos no sabían nada de ésto cuando votaron por Castillo quien además accedió a construir el Tren Bioceánico con el que tanto sueña Evo Morales, un proyecto mega millonario, a pérdida y que saldrá de los bolsillos casi vacíos del pueblo peruano. Y esto es apenas el principio de las muchas ingratas sorpresas que les espera.
Para el ALBA que dirigen los cubanos, el control político sobre Castillo, a través de Evo Morales, significa el colapso del “Grupo de Lima” instrumento de los gobiernos democráticos de América Latina contra la dictadura regional. Este grupo perdió los votos de México, Argentina, Bolivia, ahora Perú y próximamente Brasil.
Perú también es muy importantes porque es el segundo productor mundial de coca-cocaína, actividad que puede encontrar una complementariedad con el Chapare y avanzar como un tren binacional para sostener dictaduras en el Caribe, Centro y Sur América.