Foto: Los Tiempos |
La pandemia del coronavirus dejó a más de 400 mil desempleados que encontraron en la informalidad una manera de atenuar sus problemas económicos. Según datos de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), las actividades informales aumentaron un 7% en el último año y llegaron hasta el 77%.
Un reportaje del matutino Los Tiempos de Cochabamba revela el incremento de la informalidad en el país, un tema del cual no hablan las autoridades de Gobierno.
El gerente de la entidad, Gustavo Jáuregui, explicó que usualmente el comercio informal representaba el 70 por ciento de la actividad económica del país, mientras que el 30 por ciento estaba enmarcado en la formalidad.
“Ahora la relación es 77-23. Es decir que aumentó un 7 por ciento en la última gestión”, precisó el gerente de la CNC.
A esto se suma que los formales aseguran que se ejerce mayor presión impositiva sobre las empresas legalmente constituidas.
El presidente de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM), Ramón Daza, concuerda con esas aseveraciones. Menciona que quienes brindan mayores empleos formales son las empresas legalmente constituidas, pero el cierre de 1.300 de ellas elevó el desempleo de 4 al 8 por ciento.
Es un porcentaje casi similar al incremento del comercio informal en el país. Según la ICAM, este 4 por ciento de desempleados representa más de 400 mil personas que fueron despedidas o renunciaron a sus fuentes por las deplorables condiciones a las que llevó la pandemia del coronavirus.
La CNC y la ICAM indicaron que trabajan en propuestas que alivien la carga y la rigidez normativa sobre las empresas con el objetivo de mantenerlas a flote y evitar más cierres, de acuerdo al informe del medio cochabambino.
“Esperamos que nos reciban la propuesta. El objetivo es mantener los empleos y generar nuevos. Y ya no tener que lamentar el cierre de más empresas”, aseveró Daza.
La CNC propone reformar 4 pilares
El gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jáuregui, adelantó que la propuesta del sector se enmarca en cuatro pilares orientados a aliviar la carga que hay sobre las actividades formales.
Los sectores a reformar son: el laboral, el tributario, el financiero y el sectorial.
En lo laboral, buscan regulaciones que permitan garantizar la estabilidad. Respecto a lo impositivo, indican que hay demasiados impuestos por pagar y con plazos muy rígidos. En lo financiero, piden mayor acceso a financiamientos. Finalmente, apoyo sectorial para el impulso entre empresas.
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