La noche del viernes, el exdirector de Migración, Marcel Rival, fue trasladado de la clínica privada donde se encontraba hospitalizado, hasta la cárcel de San Pedro para cumplir con la detención preventiva que fue dispuesto por la jueza Tercero Anticorrupción de La Paz, Claudia Castro.
En la víspera, la audiencia de apelación resolvió revocar las medidas sustitutivas concedidas a favor de la exautoridad pese a que su defensa presentó informes médicos que señalaban su delicado estado de salud por problemas de riñón.
Karlo Brito, abogado del acusado, informó a La Red Uno de Bolivia que el traslado de su defendido se dio pese a que no contaba con el alta médica y con la ayuda de unos efectivos policiales quienes, según el jurista, lo sacaron a la fuerza enmanillado del centro médico donde se encontraba desde fines de noviembre del pasado año.
"Es un abuso total de la autoridad. Miren cómo operan en la noche cuando no hay gente, algo fuera de la ley, él está delicado de salud, los policías lo obligaron a vestirse y lo llevaron a la fuerza", reprochó el jurista.
Marcel Rivas enfrenta un procedo por la presunta comisión de los delitos de uso indebido de influencias e incumplimiento de deberes dentro del proceso por, presuntamente, haber facilitado la salida de los exministros de Gobierno, Arturo Murillo, y del extitular de Defensa, Luis Fernando López.