Las dos finales de fútbol más importantes a nivel de clubes de esta parte del mundo, se jugarán sin público por medidas de bioseguridad.
La final de la Copa Libertadores, prevista para el 30 de enero en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, y la de la Copa Sudamericana, una semana antes en el estadio Mario Alberto Kempes, en la provincia argentina de Córdoba, no podrán gozar del colorido público en las tribunas, según determinó la CONMEBOL.
La medida fue adoptada de «común acuerdo» entre los presidentes de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogerio Cabocio.
La final de Río de Janeiro será la segunda a un solo partido en la historia de la Conmebol Libertadores.
Respecto a la final de la Sudamericana, también a un encuentro y en su segundo año con esa fórmula, la Conmebol manifestó que la medida «busca evitar la exposición de miles de personas a un eventual contagio de covid-19, en atención a la pandemia actualmente en curso.
La medida fue adoptada de «común acuerdo» entre los presidentes de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogerio Cabocio.
La final de Río de Janeiro será la segunda a un solo partido en la historia de la Conmebol Libertadores.
Respecto a la final de la Sudamericana, también a un encuentro y en su segundo año con esa fórmula, la Conmebol manifestó que la medida «busca evitar la exposición de miles de personas a un eventual contagio de covid-19, en atención a la pandemia actualmente en curso.