Foto: El Deber.-
El vigente Decreto Supremo 4346 una manzana de la discordia que provoco la destitución del procurador del Estado, José María Cabrera y el alejamiento del gabinete de tres ministros, revelando una crisis al interior del Gobierno por pugnas de poder.
Todo comenzó el 14 de septiembre, cuando la presidenta Jeanine Áñez, anunció que las acciones de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (ELFEC) serían devueltas a 126.000 socios.
Cuatro días después, el 18 de septiembre, del procurador del Estado, José María Cabrera anunció su destitución por haber rechazado la privatización de ELFEC. Y apuntó al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de gestar su alejamiento del cargo por denunciar que esta autoridad no respondió a sus requerimientos en el caso gases lacrimógenos y oponerse a la devolución de las acciones de la empresa eléctrica.
Llegamos al 22 de septiembre cuando se conoce la promulgación del Decreto Supremo 4346, que autoriza a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) realizar un procedimiento de diligencia para establecer la información financiera, administrativa, legal y técnica para determinar el estado patrimonial de ELFEC.
Para ello, se constituye una Comisión conformada por los Ministerios de Justicia y Transparencia Institucional, de Energías y Finanzas Públicas para supervisar ELFEC, en el marco de la normativa societaria y comercial vigente, determine su composición accionaria, incluyendo ENDE.
Seis días después, hablamos de este lunes, Óscar Ortiz anunció su alejamiento del cargo de ministro de Economía, asegurando que no firmó el Decreto Supremo 4346 porque va en contra de la normativa vigente en el país.
En conferencia de prensa la ex autoridad expresó: “Yo no he renunciado, no porque me aferre a un cargo, sino que me pareció indigno que en lugar de hablar conmigo directamente inicien una campaña por las redes sociales difundiendo una información falsa con una supuesta fuente de información en el mismo Gobierno”.
Y en particular, reconoció que no estuvo de acuerdo con varias decisiones asumidas por el Gobierno, como la citada norma.
Tras el anuncio de Ortiz, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, salió al paso también en conferencia de prensa pero transmitida por cadena nacional por la estatal Bolivia Btv, reconoció que la devolución de acciones de la empresa ELFEC provocó pugnas regionales en el gabinete, inclusivo habló de presiones de “logias”.
Desde Cochabamba, Murillo dijo “me conocen que soy una persona sincera, franca y transparente. Efectivamente ese tema de ELFEC ha generado muchísimos roces porque lamentablemente hay gente que defiende a capa y espada sus regiones pero cuando otros defienden a sus regiones se oponen”.
Explicó que en cumplimiento de la norma, la empresa ELFEC devolverá de “manera directa” el 56% de las acciones a 126.000 socios de la Cooperativa Mixta de Telecomunicaciones Cochabamba (Comteco), es decir, a aquellos accionistas comprendidos hasta el año 2010. Además, que el otro 44% de las acciones corresponde a los trabajadores de ELFEC.
Mientras se desarrollaba la conferencia de prensa del ministro de Gobierno, circularon por las redes dos escuetos comunicados anunciando las renuncias de Oscar B. Mercado Céspedes, al cargo de ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social; así como de José Abel Martínez, a la cartera de Desarrollo Productivo y Economía Rural.
En medio de acusaciones y pugnas regionales de poder, la crisis en el gabinete de la presidenta Áñez salió a la luz. Sin embargo al promediar las 13.30 de este miércoles la mandataria anunció la recomposición de su equipo de colaboradores.
Entre enroques y nuevas designaciones, Branko Marinkovic Jovićevic, es el nuevo ministro de Economía, Gonzalo Quiroga asumió como nuevo ministro de Planificación del Desarrollo y Álvaro Tejerina es el flamante ministro de Trabajo.
El acto de posesión, la presidenta, Jeanine Áñez pidió a las nuevas autoridades transparencia, honradez y trabajo. Al nuevo titular de economía, pidió especialmente generar empleo y la reactivación económica del país.
Horas después, el exministro Óscar Ortiz, apuntó al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, de ser culpable de su alejamiento del Gobierno, además de concentrar todo el poder sin tener la capacidad suficiente. Además, lamentó que la presidenta Jeanine Áñez se deje influenciar y que le entrega a Murillo, el control del Órgano Ejecutivo, según un reporte de El Deber.
Esta situación en el Gobierno no solo reveló pugnas de poder regional sino también la fragilidad de una administración, que sólo tenía la misión de convocar a nuevas elecciones generales.
MAIB