El poder Legislativo de Bolivia dio un paso más para que se elabore, comercialice y suministre el Dióxido de Cloro a pacientes con COVID-19.
La decisión se asumió a pesar de que organismos tanto nacionales como internacionales recomendaron no usar el dióxido de cloro, porque no está comprobado que sea efectivo contra la COVID-19 y tiene efectos tóxicos para la salud.
La ley permite que los médicos suministren el dióxido de cloro a pacientes de manera consentida. También permite que laboratorios elaborar el químico y se libera de aranceles a la importación de su precursor.
Se podrá adquirir dicho producto sin la necesidad de una prescripción médica.
La ley ya había sido aprobada en el Senado el 14 de julio, pero este miércoles Diputados le introdujo modificaciones y luego, en el mismo día, pasó a la Cámara Alta para su sanción.